La noche consagratoria del cordobés Juan Ingaramo fue la suma perfecta entre cadencia y baile en un setlist que recorrió sus tres discos. Adicionada al calor que se propuso subir conforme avanzó el show, la cita era excusa para presentar Best Seller, su más reciente trabajo que combina ritmos populares y urbanos con su ya conocido pop. Algunos invitados sorpresa y unos covers fueron condimentos agregados que sumaron ritmo a un encuentro en donde primó esa lengua universal llamada música.
El público estaba aún tibio cuando Ingaramo apareció en escena prolijamente vestido, de movimientos cautos y medidos pero magnéticos. Acompañado por su banda y Emme (gran segunda voz que apuntaló en todo momento, alentó al público y realmente se lució), “Lo de adentro” fue la elegida para comenzar. Proveniente de su último disco, supuso una especie de testeo al público, a fin de medirlo y prepararlo para lo que vendría después. Juan cantó: “Hoy me desperté con sed/ No era de bebida era de poder”, lo que hizo suponer que vendría a dejarlo todo sobre el escenario.
Luego fue el turno de “Comodín”, single extraído de Músico, su segundo trabajo producido en 2016. Bastaron solo unos minutos para que la temperatura del ambiente suba un poco más. El setlist se compuso de poco más de dieciocho canciones y en tercer lugar sonó “El compositor”, con un escenario teñido de verde casi entre sombras. El potente estribillo fue la primera demostración de la capacidad de Ingaramo para crear hits, creatividad que lo convirtió en una escena clave del pop nacional actual.
Derritiendo al público con el poder de sus composiciones más enamoradizas siguieron “Sos tan” y “Melopea” de su debut Pop Nacional de 2014. Casi promediando la noche surgieron detrás de un teclado nostálgico “Canto”, una canción que él mismo dijo no tocar hace bastante y haber escrito hace ya mucho tiempo. El primero de los dos covers que sonarían aquella noche fue una versión de “Por lo que yo te quiero”, también acompañada de aquel teclado, reafirmando sus raíces, redefiniendo lo popular y dándole su impronta. La respuesta del público se sintió y para aquel entonces el músico había logrado ya su objetivo.
El segundo cover de la noche fue “Fuego y pasión” y supuso uno de los puntos más energéticos del show. Pero el público ya estaba listo para recibir más hits, más de esas pistas potentes acompañadas del histrionismo del músico y su banda. Dakillah y Ca7riel fueron los primeros invitados sorpresa del show y como era de esperarse acompañaron en “Fobia”, una de las canciones más cantadas de la noche, extraída de Best Seller y que conjuga pop y trap de un modo magistral. Una reafirmación de la atmósfera tropical se dio con “Hace calor”, que hizo también evidente la capacidad del músico cordobés de reinventarse en cada disco, de atravesar diversos géneros con soltura. Le siguió una aparición ultra enérgica de Louta en “Ladran”, que entre saltos y bailes desenfadados puso al público exactamente donde quería.
Restaban solo tres temas para que esta fiesta popular se de por finalizada, no sin antes incursionar en “Matemática”, su segundo single más escuchado en Spotify, conocido por todos los presentes, bailado enérgicamente y cantado con fuerza. Todo terminó con “Mi chica” y, agradecimientos mediantes, Ingaramo demoró en salir del escenario. Obnubilado por la respuesta del público, por la presencia y por el poder del caluroso hit, que tuvo la capacidad de reunir y de consagrar su best seller.
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Foto principal: Mica Garate.