Netflix acaba de estrenar la miniserie Clark, dirigida por Jonas Åkerlund y protagonizada por Bill Skarsgård. Como muchos de los contenidos más exitosos de la plataforma de streaming -entre los que se encuentra Inventando a Anna– esta serie se basa en la historia real de un criminal que se volvió uno de los más famosos de Suecia y que pasó gran parte de su vida en la cárcel.
Clark Olofsson es el personaje que inspiró esta ficción que se compone de seis episodios y cuenta la historia de este célebre ladrón de bancos sueco que dio nombre al síndrome de Estocolmo. Olofsson cayó por primera vez en una institución para delincuentes a los 16 años, a principios de la década del 60, y de allí escapó con un amigo para no frenar su carrera criminal.
Tras huir de esta institución, entró a robar la estancia del primer ministro sueco Tage Erlander y cayó preso en 1966. Allí se fugó nuevamente para robar un banco, momento en el que le disparó a un policía.
Uno de los aspectos más curiosos de este complejo criminal, y que hace tan fascinante la historia de Clark, es que logró alta visibilidad en los medios y llegó a enamorar a cientos de mujeres por su aspecto, su actitud y su look. Incluso tuvo una relación amorosa con una de las rehenes que mantuvo cautivas en el robo del banco Kreditbanken de Norrmalmstorg en 1973.
Si bien la serie se basa en una historia real, desde la misma sinopsis oficial adelantan que se nutre de “verdades y mentiras”, como detalles de su vida personal con su esposa Marike que están atravesados en gran parte por la ficción, algo que muchas veces se utiliza como herramienta para romantizar historias de criminales en el cine y la televisión. El elenco está encabezado por Skarsgård y lo acompañan Vilhelm Blomgren, Sandra Ilar, Hanna Björn, Peter Viitanen, Lukas Wetterberg y Kolbjörn Skarsgård.