El recurso de romper la cuarta pared es utilizado por el cine desde hace décadas. Esta herramienta de origen teatral fue adoptada por el séptimo arte para buscar diferentes efectos en el espectador: un acercamiento, complicidad, una ruptura en la diégesis o un impacto narrativo que demuestra que el personaje tiene conciencia de sí mismo. A continuación, 7 películas que utilizan este recurso de manera magistral.
Los 400 golpes
1959 – Dir: François Truffaut
Los 400 golpes es una de las más grandes películas de la Nueva ola francesa y uno de los momentos clave es su poético final. El film de Truffaut relata en clave coming of age la historia de un joven que se inicia en la delincuencia, vive en un complejo ambiente familiar y termina en un reformatorio, aunque finalmente decide escapar y huir hacia el mar. El último cuadro de la película muestra al protagonista mirando a cámara, generando una potente escena dramática en la que se transmite la emocionalidad del personaje.
Funny Games
1997 – Dir: Michael Haneke
Entre las películas más celebradas de Haneke se cuenta Funny Games, un film crudo que muestra cómo dos jóvenes irrumpen en una casa de familia y realizan todo tipo de vejaciones y torturas. Mientras el director construye a estos dos personajes que se presentan como unos violentos justicieros de clase, en un momento decide romper la cuarta pared y que el protagonista se dirija al público. De este modo, la incomodidad crece e implanta la idea de que el espectador está siendo cómplice al asistir a este espectáculo de tortura.
Psicosis
1960 – Dir: Alfred Hitchcock
Hitchcock es conocido por romper las reglas del cine clásico y sumar innovaciones en sus films. Si bien no fue el primero en hacerlo, el director utiliza la ruptura de la cuarta pared como un elemento que acrecienta el terror y, al igual que Truffaut, lo suma al final del film. Luego de haber aterrado al espectador, el relato relaja con el informe de la policía sobre el estado mental del protagonista, pero el público no podrá escapar al terror porque la cámara se posa en el rostro de Norman Bates y nos ofrece una sonrisa aterradora con los ojos entornados.
El mundo según Wayne
1992 – Dir: Penelope Spheeris
El mundo según Wayne es una de las comedias más icónicas de los 90 y uno de los momentos más famosos es cuando el protagonista realiza publicidades mirando a cámara. Rompiendo no solo la cuarta pared sino también la diégesis, este recurso se convierte en una sátira del consumismo y en un momento de gran ingenio.
El ladrón de orquídeas
2002 – Dir: Spike Jonze
Los guiones de Charlie Kaufman siempre se caracterizan por romper los bordes entre realidad y ficción, y El ladrón de orquídeas no es la excepción. Por un lado, el personaje principal interpretado por Nicolas Cage lleva el apellido Kaufman, lo cual tiene una referencia autobiográfica, ya que el film cuenta la historia de un guionista batallando con una adaptación, algo que le estaba sucediendo al propio Kaufman. Así, la ruptura de la cuarta pared se presenta como un guiño a la propia realidad del guionista y a las tribulaciones mentales que se activan en una etapa creativa.
Annie Hall
1977 – Dir: Woody Allen
Annie Hall contiene uno de los momentos más fabulosos de la filmografía de Woody Allen: la escena en la que su personaje se exaspera en la cola del cine cuando escucha a un espectador hablando con grandilocuencia sobre el cine de Federico Fellini. Ante el hartazgo que le genera la situación, se dirige a la cámara y busca en el espectador un cómplice para compartir su indignación.
El club de la pelea
1999 – Dir: David Fincher
El club de la pelea es un film de alta complejidad psicológica y que centra en su protagonista las frustraciones de la vida capitalista y el deseo de la revolución. Así, mientras la trama desarrolla los recovecos de la mente del personaje principal, un recurso para causar más impacto e interpelar al espectador a que se pregunte por su propia vida es hacer que el personaje de Edward Norton se dirija a la audiencia expresando sus ideas a cámara.