David Lynch es uno de los cineastas más elogiados de nuestros tiempos. El nacido en Missoula ha dado que hablar en estos meses al arrancar un misterioso proyecto en colaboración con Netflix que hasta ahora se conoce como Wisteria y Unrecorded Night. Pues bien, más allá de su magia surrealista, el cineasta tiene una habilidad especial para conseguir grandes actuaciones en sus películas.
De alguna manera, consigue que los miembros de su elenco sean creíbles pese al surrealismo que impera en la mayoría de sus obras. Un ejemplo de ello podría ser el rol de Naomi Watts en Mulholland Drive o el de Dennis Hopper en Blue Velvet.
En un reciente video-ensayo disponible en YouTube, Lynch confesó que no consiguió esos resultados presionando a los actores que tenía a cargo. Por el contrario, David explicó por qué es importante resistir las ganas de gritarle a sus compañeros en el set.
El director planteó que, en cambio, simplemente hay que asegurarse de que comprendan cuál es su papel y que el modo más efectivo de lograrlo es siendo muy amable con cada uno: “Todos somos seres humanos, así que sería incorrecto decir: ‘¡Maldito! Esa es la cosa más estúpida que interpretaste. Esa no es la manera correcta’. Por lo que tú mejor deberías ser amable y no avergonzarlos. Y no querrías hacer eso, de todos modos”. Más adelante, el creador de Twin Peaks indicó:
“Quieres entrar y explicar algo. Y al hacerlo, usa palabras y usa sus ojos. Y les transmites algo tuyo. Y utiliza tus manos. Y lo captan. Muchas veces, no funciona, quizá por nerviosismo o alguna clase de miedo o tan solo por no dejarse llevar y dejar que ese personaje se haga cargo de las cosas de modo diferente o por no comprender. Así que los haces sentir cómodos para que se despidan de su personalidad y reciban una nueva. Les haces sentir que no hay problema en fallar y probar esto”.
Mirá el video a continuación:
Hace poco reportamos que David Lynch eligió sus directores modernos favoritos y que presentó una colección de NFTs en conjunto con Interpol.