Como cada año te traemos las mejores películas del año que se va. En el 2018 hubo una preponderancia de filmes argentinos que no sólo triunfaron a nivel local, sino también en el resto del mundo. Este fue un año de grandes directores: Spike Lee, Pablo Trapero, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson, Gaspar Noé, sólo por nombrar algunos. Muchos de ellos tuvieron algunas entregas dudosas en los últimos años, pero en 2018 parecieron volver con una gran furia cinematográfica, con películas difícilmente olvidables. Como suele suceder en todas las sociedades en crisis políticas, el arte se vuelve el arma de resistencia más fuerte, saliendo de la zona de confort y apuntando a historias contundentes, denunciando realidades y eligiendo el contenido antes que la forma. La derecha azotando en gran parte del globo ha dado a los realizadores una ardua tarea y, si bien en nuestro país la industria del cine se ve cada vez más afectada, las producciones crecen como batalla cultural, frente a las trabas reales de un estado que coarta la industria fílmica.
El 2018 fue el año de la vuelta de Orson Welles, el año en que Alfonso Cuarón retorna a su México natal para entregarnos una obra maestra, el mismo en que Wes Anderson volvió a la animación y Spike Lee a la dura crítica política. Argentina tuvo el film más largo de la historia del cine nacional, documentales LGBT y films como El Ángel que nos hizo foco de miles de festivales.
El cine en 2018 ha sido de clara resistencia y, sobre todo, diversidad. Esta lista contiene films ligados al gore, películas animadas, películas románticas, adolescentes, thrillers biográficos y dramas de densidad conceptual. Siempre desde un recorte que deja afuera una gran cantidad de producciones, reunimos los 20 films que consideramos los más sobresalientes del año.
20. Cómprame un revolver
Julio Hernández Cordón
Anteriormente nos habíamos referido a Julio Hernández Cordón como un director motorizado. En su película anterior hecha en Costa Rica, Atrás hay relámpagos (2017), en una escena suena “Mi próximo movimiento” de Él Mató. En esta ocasión, el afiche de su nueva película nos lleva un poco a la tapa de Violencia o quizás sea sólo una apreciación. Cómprame un revolver es una película con una atmósfera post-apocalíptica, pero sin ahondar en la ciencia ficción: el escenario es la frontera donde siempre el afuera es sinónimo de peligro, con un fuera de campo que está siempre al acecho. Lo demás es resistencia. Para narrar esto, la película utiliza los ojos de una niña (hija del director) que debe enfrentarse al mundo y convertirse obligadamente en guerrera frente a distintos grupos guerrilleros que distraen sus balas con pelotas de béisbol. Su padre cuida el estadio, mientras viven en una casa remolque al lado. Lo demás es desierto y peligro. Pero la niña rápidamente aprende del mundo adulto y enfrenta la violencia con inocencia. Conociendo el momento preciso de ataque y contando con su propio ejército de aventuras guerrilleras, la niñez se desvanece en la arena. – Juampa Barbero
19. Climax
Gaspar Noé
Gaspar Noé vuelve a poner sobre la mesa de disección toda su filmografía y, en las entrañas, encontrar algo nuevo. Un musical no creo que alguien se lo haya esperado, pero quienes sí, imaginar su infierno jamás. Gaspar Noé concibe al cine como una experiencia sensorial intensa, que debe poner a prueba al espectador a modo de experimentación continua. En Climax se empezó a decir que no pasa nada, cuando en realidad pasa todo… contar la locura implica romper los nexos de la narrativa y dilatar la acción hasta exprimir de esta una sensación real y verdadera. Se contextualiza en los ’90 y lo que comienza como una especie de casting en VHS, va a convertirse en una pesadilla psicodélica. Baile, gritos, sangre y mucha tensión mientras la cámara danza como un personaje más. Gaspar Noé le gusta ser claro con los títulos: Love es una película de amor. Climax, es aquel momento de mayor intensidad. Pero Gaspar Noé encuentra siempre en aquel punto que el cine comercial decide alivianar, su pista de baile favorita. La provocación para perturbar la comodidad del asiento del espectador fue siempre su arma favorita. En esta película no necesita de una larga historia, para hacer del disgusto algo duradero, e involucrar en esta, todos los elementos que lo definen como autor. – Juampa Barbero
18. Lucky
John Carroll Lynch
Harry Dean Stanton interpreta a Lucky, el penúltimo papel de su carrera previo a su muerte en 2017, y posiblemente uno de los más sinceros y notables. El film dirigido por John Carroll Lynch (quien se pone por primera vez en este rol) trata con comedia y nostalgia la figura de un hombre de 90 años, interpretado por Stanton, quien se roba la pantalla prácticamente toda la película. Lucky nos muestra el viaje sorpresa que puede experimentar una persona incluso en los últimos años de su vida. Tragicómica, sensible e histriónica, Lucky explota cada expresión de Harry Dean Stanton con escenas inolvidables, algunas de ellas con la genial participación de David Lynch. – Julieta Aiello
17. Animal
Armando Bo
El más reciente film de Armando Bo propone el descenso de un hombre en la mitad de su vida, ciudadano burgués tipo que, al enterarse de un enfermedad que lo aqueja, inicia una carrera desquiciada de preservación. Guillermo Francella lleva a cabo el papel con momentos de ternura y sensatez que, poco a poco, va derivando en una violencia irrefrenable. Los tiempos del mercado de la medicina que se corren de los tiempos reales de los cuerpos se vuelve el motor que terminan despertando, por primera vez la vida en Arturo, quien inicia un proceso de animalización absoluta, donde los códigos de la moral y de conservadurismo quedan como solo un recuerdo. – Julieta Aiello
16. La quietud
Pablo Trapero
Pablo Trapero vuelve luego de El Clan (2015) con este film sobre los dramas y secretos familiares. Martina Gusmán, esposa de Trapero y actriz recurrente en sus films, brilla en una interpretación que combina lo desmedido y lo paciente. Sus miradas para con su hermana y su madre van tejiendo lo incontenible, aquellos secretos que, a partir de las crisis familiares, cobran centralidad y se vuelven ineludibles. Trapero entrega un film comprometido emocionalmente, que se diferencia bastante del resto de su obra. En La Quietud, los personajes femeninos llevan la batuta, Graciela Borges interpreta la punta de una estructura matriarcal y burguesa en la que se ve reflejada la relación de dos hermanas. – Julieta Aiello
15. El silencio es un cuerpo que cae
Agustina Comedi
El documental de la cordobesa Agustina Comedi se presentó como una de las revelaciones más fuertes del cine argentino durante 2018. Su paso por BAFICI ya marcó una fuerte pisada que la llevó a múltiples festivales internacionales. El relato en primera persona recorre la historia familiar para contar un secreto. Desde el amor y la militancia LGBT, Comedi propone una retrospectiva por medio de archivos audiovisuales registrados por su padre, combinados con entrevistas actuales. Las idas y venidas en el tiempo, la mezcla de registros, la intimidad que se hace pública y el enaltecimiento de las luchas disidentes son los condimentos que hacen de este film una propuesta alternativa y comprometida dentro de las producciones actuales del cine LGBT. – Julieta Aiello
14. Lady Bird
Greta Gerwig
Lady Bird es el relato sensible de una adolescente en plena construcción identitaria. La relación con su madre como parte del descubrimiento de sí misma se vuelve un nudo central en la historia, a la par del descubrimiento sexual y de sus habilidades artísticas y sociales. El film de Greta Gerwig indaga en los procesos dramáticos de una adolescente sensible y enroscada en el marco de una educación católica, mientras critica el sistema educativo de universidades en EE.UU., las convenciones de género y las relaciones que se forjan en la juventud. Comedia y drama se amalgaman perfectamente en el personaje de Lady Bird, que se materializa con una potente interpretación de Saoirse Ronan. – Julieta Aiello
13. Mandy
Panos Cosmatos
Nicolas Cage protagoniza este thriller que combina el fanatismo religioso y el gore. Visualmente innovadora, atractiva y con una estética del ensueño, el film se acerca a Antichrist (Lars von Trier, 2009), donde impera la naturaleza y el gore y Martyrs (Pascal Laugier, 2008). La venganza a cualquier precio se vuelve el cometido del personaje de Cage, que sorprende con lo que podría ser una de las más notables actuaciones de su carrera. El misticismo, las referencias a Stephen King y al heavy metal hacen de Mandy un film altamente oscuro y enrevesado que se coloca entre uno de los títulos más novedosos del año. – Julieta Aiello
12. The Other Side of the Wind
Orson Welles
Primero, lo más poderoso que se puede decir sobre The Other Side of the Wind, es que es una película que Orson Welles estrenó setenta años después de muerto. Lo impresionante es apreciar cómo la película sirve como forma de despedida de uno de los directores más emblemáticos de la historia del cine. Por eso, que se haya estrenado tanto tiempo después tiene su magia y a la vez cierta oscuridad. La historia tiene como protagonista a un director que desea proyectar su nueva película y Orson Welles desmantela toda la barbarie que gira alrededor de su producción. Una película que trata el cine dentro del cine. Va por la misma corriente de Citizen Kane como aquel magnate derribado. Y a la vez tiene mucho sobre F for Fake (1973), ya que su arma primordial es la de acentuar todo el tiempo el artificio del arte. Es una película con un montaje frenético, con mucha velocidad y una paleta de colores que va del blanco y negro a lo psicodélico. Tiene planos que remitirán directamente a su otra película The Lady from Shangai (1947). Y sin dejar atrás ese aroma de 8 ½ de Federico Fellini. – Juampa Barbero
11. Three Billboards Outside Ebbing, Missouri
Martin McDonagh
Three Billboards Outside Ebbing, Missouri es la nueva película de Martin McDonagh, director de In Bruges (2008) y Seven Pshycopaths (2012). La historia narra la lucha de una madre por no dejar morir la causa que trata la violación y asesinato de su hija. Transcurre en un pequeño pueblo donde la justicia tarda mucho más en llegar… si existe; pero como no es algo posible, la protagonista decide hacerlo a su manera. Planta tres carteles, como así lo dice el título, mediante los cuales denuncia a la policía sobre cómo es posible que no avance el caso con el correr de los meses. Es un canto contra la burocracia, ya que para hacer justicia de forma propia también se necesita el dinero del alquiler del terreno y la publicidad. El thriller y el drama se combinan con tintes de la comedia negra, para hacer del elemento absurdo una realidad que nos pasa sin darnos cuenta. Se pone en denuncia la inutilidad policial, pero a la vez exprime todo lo del dicho: pueblo chico, infierno grande; para señalar en la denuncia también a cómo se rige la sociedad. – Juampa Barbero