Las muertes de Tupac Shakur y de Notorious B.I.G. siguen siendo dos de los misterios más grandes de la historia de la música. Y, aunque ya hay diversas producciones cinematográficas que intentan resolver estas incógnitas o, al menos, arrojar un poco de luz sobre el asunto, llega otra película de este estilo. Se trata de Last Man Standing: Suge Knight and the Murders of Biggie & Tupac, film dirigido por Nick Broomfield, el aclamado cineasta detrás de otros largometrajes tales como Marianne & Leonard: Words of Love, Kurt & Courtney, y Biggie & Tupac.
En esta oportunidad, la atención de la película se centra en la figura de Suge Knight, el co fundador y ex CEO de Death Row Records (sello bajo el cual Tupac publicó sus últimos dos discos grabados con vida), con un nuevo testimonio que lo relaciona con la muerte de la leyenda del gangsta rap. Ya sea que Broomfield resuelva el caso o no, Last Man Standing arroja luz sobre la sórdida y violenta realidad del imperio de Knight: misoginia, tráfico de drogas, violencia de pandillas, policías sucios y demás.
Además, los entrevistados del cineasta alegan que fue el polémico ejecutivo quien convirtió a Tupac en un aspirante a matón. Algunos también sugieren que el rapero fue fuertemente influenciado por su papel en el film Juice de 1992, donde interpretó a, justamente, un aspirante a matón. Con el propio Knight fuera de escena debido a que se encuentra en la cárcel cumpliendo una condena de 28 años de prisión por asesinar a una persona al arrollarla con su camioneta, un largometraje biográfico es ahora sin duda una perspectiva tentadora.
Su valor sería cuestionable, y la realidad es ciertamente sombría, pero esta es una saga de eventos y personalidades más grandes que la vida, con una partitura incorporada. Sin lugar a dudas, una mezcla de condimentos que vuelven a esta película en un must watch.