David Lynch es un director influenciado por muchos otros cineastas, entre los que se cuentan el soviético Andréi Tarkovsky, Stanley Kubrick y más. Sin embargo, el estadounidense no ignora el cine actual y el trabajo que hacen sus colegas, a pesar de que su cine se encuentre entre los más peculiares de Hollywood. Así, el realizador habló en una entrevista con Cahiers du Cinema de la película más reciente de Quentin Tarantino, Érase una vez en Hollywood.
El film fue estrenado en 2019, está protagonizado por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, y se centra en la caída de los estudios de Hollywood, el fin del western, el advenimiento de la televisión en EE.UU y del spaghetti western en Europa. Además, aborda el asesinato de Sharon Tate a manos del clan Manson. Lynch habló del largometraje de Tarantino y no escatimó en elogios: “La película de Tarantino muestra cómo los hechos reales podrían haber terminado diferente. Es una muy buena película de venganza, hecha con mucho estilo” (vía NME).
El director aplica la misma operación narrativa que en Bastardos sin gloria: cambiar la historia tal como la conocemos, de manera que la venganza se ejerza desde la ficción. Lo cierto es que la venganza es un elemento presente en gran parte de las películas de Tarantino, pero en este film se puede leer desde una clave de justicia añorada y que se relaciona directamente con la idea potencial de “qué hubiera pasado si…”.