107 Faunos concibió El ataque suave como la segunda parte de su excelente Madura el dulce fruto de 2018, una obra que representó un cambio de paradigma en relación al sonido de la banda. “Ambos discos reúnen canciones que dialogan entre sí y en las que el espíritu lúdico da lugar a un sonido despojado y nítido”, decía la banda platense en un comunicado de prensa. Estas nuevas trece composiciones se encauzan en la línea musical que Madura había planteado y ratifican ese camino. Los Faunos suenan diferente a sus inicios, es cierto, pero siguen siendo fiel a sus principios estéticos y a su forma de reinterpretar el rock.
Grabado en los estudios Romaphonic y Resto del Mundo junto a Eduardo Bergallo, Lucas Rossetto y Felipe Quintans, El ataque suave se aleja de la desprolijidad lo fi que se había vuelto parte de su encantadora identidad. En “Sedán discreto“, uno de los momentos más fuertes del disco, escuchamos a la banda con un sonido limpio y a Javier Sisti Ripoli demostrando madurez en su rol de cantante principal. Pero también escuchamos a un grupo de amigos que gradualmente se volvió profesional, un gran punto en común que la banda tiene con El Mató a un Policía Motorizado. Sin temor a abandonar su zona de confort, los Faunos siempre están en la búsqueda de una canción superadora de su propia obra.
El título del disco, que remite a una técnica vocal y es un guiño a la banda neozelandesa de rock alternativo The Clean, está tomado de una canción del mismo nombre incluida en el álbum anterior. Esa no es la única correspondencia entre ambos trabajos que exploran temas de introspección y nostalgia aunque esta vez con una mirada más alegre. Los divertidos singles “Se siente así” y “El baile del fantasma” habían anticipado que el disco se encaminaba hacia esa dirección. Pero el gran fuerte de las canciones está en las imágenes poéticas y sensibles que las letras suscitan, como “el suave vapor del pavimento mojado” o “el tenue resplandor del alumbrado suburbano”. Estas descripciones se mezclan con resoluciones emocionales, como en “Un pequeño sí y un gran no” y su reto de salir a “buscar algo que valga la pena morir”.
Esta misma inspiración aparece en la variada producción del disco. Hay guiños al dream pop: “Geometry Dash” con la participación de Mora Sánchez Viamonte en el micrófono, y teclados luminosos con sonidos ambientales en “El año pasado“. En “Cuando la fantasía acabe” logran un ritmo hipnótico montado sobre un metalofón que podría acompañar a Alicia en su caída por el agujero de conejo. Otros momentos como “Recuerdos de ya” y “Se siente así” tienen fuertes riffs de guitarras que recuerdan a las canciones de Creo que te amo (2010). Este potente trabajo de producción alza la vara del “sonido Laptra” que también podemos encontrar en discos de Bestia Bebé, Atrás Hay Truenos, Hojas Secas y Las Ligas Menores.
Con la evolución como bandera, 107 Faunos no anula el pasado: lo reconfigura. La sencillez de sus primeras composiciones encuentra tierra fértil en “Cosechar de madrugada”, una canción de fogón, bucólica, llena de atmósferas oníricas. Conservando los lazos identitarios, la banda también nos regala canciones ideales para el agite y el pogo como “Decepciones y mentiras”. En solo un minuto de intensidad, encontramos un momento para aplaudir (al principio), saltar (en el estribillo), y disfrutar (hasta el final) la espuma que Juan Pablo Bava nos tirará desde el escenario en uno de esos finales que vuelven tan memorables los shows en vivo de la banda.
Pocos artistas argentinos han podido sintetizar la influencia del indie estadounidense de los 90 (Pavement es una fuerte presencia en el disco), y a la vez mostrar una voz propia, creativa y localista, llena de referencias originales y pinceladas multi sensoriales. El ataque suave evoca puros buenos momentos y contesta todas las preguntas que Madura el dulce fruto había esbozado, cerrando de esta manera su díptico. 107 Faunos ocupa un espacio vacante en la música argentina y resignifica su jerarquía con cada producción. ¿Hacia dónde nos llevarán en ese auto por puentes sin barandas? No lo sabemos. El futuro tiene muchos nombres. Para los que se resisten al cambio, será inalcanzable; para 107 Faunos, es oportunidad.
107 Faunos – El ataque suave
2020 – Discos Laptra
01. Recuerdos de ya
02. La anteúltima tecnología
03. Se siente así
04. El año pasado
05. Pterodáctidlo plano
06. Geometry Dash
07. El baile del fantasma
08. Sedán discreto
09. Un pequeño sí y un gran no
10. Cosechar de madrugada
11. Lunallenero
12. Las decepciones y mentiras
13. Cuando la fantasía se acabe
Escuchalo en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).