Hay artistas que divisan en el intervalo entre un disco y otro, la oportunidad de metamorfosear su lenguaje musical hacia nuevos desafíos, exponer su versatilidad creadora y dejar al descubierto su espíritu en la variabilidad genética que configura el ADN de su trayectoria. Hay otros que, por el contrario, desisten ante la idea de pasar de un extremo a otro para volver a la carga sin intención de imitarse a sí mismos, y en lugar de ahogarse en un vaso de agua se empeñan en sondear la profundidad de lo susodicho con la convicción de hallar el tesoro escondido conservando la originalidad a expensas de la innovación. Cuando se hace bien, no hay elección correcta que dictamine la evolución. Ambas son igual de valederas, lo importante es la resignificación.
No hay dudas de que José González empatiza con la segunda corriente. Seis años después de Vestiges & Claws (2015), el cantautor oriundo de Gotemburgo regresó con un disco cálido y ensoñador que desdobla la singularidad de su obra al añadir pequeñas variantes que intensifican su modo prolífico. A lo largo de las trece canciones que conforman Local Valley (2021) nos vamos a encontrar con las propiedades estilísticas que sobresalían en Veneer (2003), su álbum debut: arreglos minimalistas, compases acústicos y meditaciones poéticas. Sin embargo, las cadencias electrónicas se encargan de reivindicar todas las artimañas inherentes al folk que prevalece en la segunda mitad del repertorio.
La primer sorpresa del disco se manifiesta solo con percibir que los títulos de las piezas distinguen diversos idiomas. El fenómeno deja de ser un misterio cuando se conoce la historia del también miembro de la banda Junip: su familia emigró al país nórdico después del golpe de estado que aterrorizó a Argentina en 1976. Puertas adentro, sus padres lo nutrieron de autores latinos como Silvio Rodríguez; al despuntar la adolescencia, sus camaradas le enseñaron a Black Flag, Misfits y Dead Kennedys. En Local Valley, a diferencia de los antecesores, José González se atreve a desplegar la interculturalidad que le corre por las venas aunando distintas lenguas a su lenguaje musical.
“El invento” abre el portal con un sonido ceremonial en el que la cadencia acústica entrevera destellos de la música africana, mientras el artista ahonda en meditaciones metafísicas. Junto a la apertura, el track homónimo significa las primeras melodías cantadas en español. En la segunda canción, “Visions”, el canto de los pájaros nos da la bienvenida al ecosistema onírico de Local Valley anticipándose a la yuxtaposición de voces que grabó en su estudio casero ubicado cerca de la costa sueca. Por la misma línea, “The Void” y “Horizons” reflejan a un trovador de talante tranquilo que mimetiza el sosiego de la naturaleza con el llanto diáfano de las cuerdas.
González empieza a develar la alquimia de su propuesta musical con los aplausos auxiliares de “Head On“. “Extractores de valor, oligarcas corruptos, ladrones de poder, incentivos pervertidos, bucles lúdicos, nepotismo. Tropas tribales”, verba avilantado sobre una métrica bailable que desdobla el temperamento de la protesta. En “Lilla G” y “Swing” vuelve a denotar las influencias afrocaribeñas para desenvolver un afán por acarrear distintas culturas.
“En Stund På Jorden“, una canción del cantante iraní-sueco Laleh, es otro claro ejemplo de la vertiente filológica que atraviesa el repertorio. Mientras que “Tjomme” y “Lasso In” testimonian la experiencia compositiva del cantautor con una aplicación de caja de ritmos DM1 que fue crucial en pos de suscitar la odisea folktrónica del álbum.
Con una impronta más experimental y absorbente, Local Valley introduce nuevas sonoridades al firmamento de José González, quien venía seduciendo con un sigilo laborioso y ensimismado desde las últimas décadas; pero ahora consiguió plasmar una atmósfera luminosa que centellea sus peculiaridades de manera análoga a lo que hace Juana Molina en Wed 21 (2013) y Halo (2017). Sin romper la tradición, el músico amplió el alba de su método expresivo con una sucesión de canciones que conmueven y agrietan hasta los corazones más apáticos.
Escuchá Local Valley de José González en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Apple Music).