Desaparecer es el nombre que lleva de título el primer disco de Varese. La idea de desaparecer es un siguiente paso a la de desvanecerse, ya presente en la frase núcelo de su primer EP: “Todo se pierde en la noche.” El dúo platense rodea el concepto inicial, lo remarca con tinta oscura y busca otras palabras, otros sonidos, para dar forma y expresar su misterio. Compuesto por seis canciones, este nuevo trabajo construye un laberinto que incinera la idea perspicaz de sentirse perdido, concibiendo un lenguaje corporal que se transcribe en el placer de la resistencia, en un vestigio emotivo convertido en una ceniza electrónica.
“Desaparecer” es la canción que corre el telón y la que le da el nombre al disco, un track rítmico y poético que enfatiza el enigma para resolverlo bailando. Entona un inicio similar a “La marea”, track con el que la banda cerraba su primer EP, pero desde un peldaño más alto. “Desaparecer” fue el single que dio el primer chispazo en la oscuridad y enseguida empezó a sonar en cada nido de la escena emergente de La Plata. Frenético y ambiguo, enciende el motor y empieza el movimiento.
La siguiente es “Luces en el bosque” con un inicio demoledor que mantiene las energías en el pico de la cresta. Aparecen paisajes de sintetizadores que difuminan la cadencia, y se combinan con una letra nocturna. “Luces en el bosque” es el incendio del disco, e incluso se puede percibir un pequeño guiño a la electrónica platense con el uso del efecto robotizado en la voz del estribillo.
“El árbol se cayó y yo estaba solo”, comienza la desoladora “Sábanas y mambos”, un descenso después de la quema, un respiro que ayuda como viento a esparcir las cenizas y convertirlas en niebla. El disco atraviesa distintos escenarios y temperaturas, y “Sábanas y mambos” contempla el vacío filosófico de la caída en una rítmica housera. Manu Tello explora nuevos horizontes vocales en sus melodías, mientras Gonza Rojas planea los aterrizajes. Sigue “Fiebre”, el track más pegadizo y repetitivo, con una fuerte impronta de la energía de sus shows en vivo. “Fiebre” garantiza una detonación de la pista de baile con un remolino de techno; pero el disco se construye de una manera literaria, y cuando empieza a aparecer el suelo, comienza “Sol de noche” para volver a cerrar los ojos y sentir el estallido de su estribillo: “No me dejes caer.”
Desaparecer queda con el terreno caliente para el cierre con “Flores de marzo”, un tema instrumental que induce a dejar de lado la poética y absorberse por completo en el trance constante del beat. Varese hace un reconocimiento de su territorio en la música electrónica y explora nuevas formas de expresión del género con un formato de banda. Oscuro y atrapante, Desaparecer es un disco tenaz que viene a difuminar la línea fina que diferencia a una fiesta de un recital.
Este primer disco del dúo electrónico es fundamental para la escena platense que viene tomando espacio. En La Plata, hoy en día, levitan distintas maneras de encarar y combinar el género. Desde Varese y Peces Raros, a bandas más rockeras como Fus Delei o incursiones experimentales como Bsides. La ciudad de las diagonales, una vez más, muestra distintas aristas de su armamento y se desplaza sobre un under latente a punto de explotar.
Varese – Desaparecer
2019 – Independiente
01. Desaparecer
02. Luces del bosque
03. Sábanas y mambos
04. Fiebre
05. Sol de noche
06. Flores de marzo