Fin del Mundo, El Club Audiovisual y La Real Academia comparten no solo el ser tres de las bandas más convocantes de la nueva escena porteña, sino que la fecha que las reunirá el sábado 18 de junio en Niceto Club será la oportunidad en la que presentarán sus lanzamientos más recientes: el inminente EP La ciudad que dejamos y los singles “Madrugada” y “No voy a salir de la cama”, respectivamente.
Mientras el cuarteto patagónico-porteño Fin del Mundo pasa del post rock de su primer EP a nuevos aires de emo y shoegaze, El Club se anima a coquetear con el punk y La Real Academia se prepara para la grabación de su primer LP en formato banda, no podemos menos que preguntarnos por los virajes en el sonido de cada agrupación y las herramientas que usan. En esta nota, Indie Hoy habló con cada guitarrista sobre los pedales y equipos que moldean su sonido.
Francisco Loria de La Real Academia
Distracciones, el primer EP de La Real Academia, fue grabado en una habitación. ¿Hay algún pedal que haya sido clave para adaptar su sonido al vivo?
Los dos fundamentales fueron la distorsión, un Hustle Drive de Mooer, y el chorus, un CR7 de Hardwire, los cuales uso siempre prendidos cuando tocamos los temas del EP porque para mí se complementan entre sí. El Mooer tiene un sonido roto y áspero pero no tiene tanto peso, así que va bien con el CR7, que lo levanta mucho, le da más sustain, lo hace más cálido, y le agrega también esa modulación sutil que para mí es tan característica del post punk. La combinación está inspirada en las guitarras de Distracciones, pero también fue el resultado de adaptar los temas al vivo. En el EP, las melodías son más secas, y creo que eso va muy bien con la estética minimalista y las baterías electrónicas, pero cuando tocamos nos corremos de ahí y buscamos un sonido con más cuerpo.
Tomás Aldrey de La Real Academia
¿Qué juega más en tu sonido: un buen reverb o un buen delay?
Personalmente, creo que el delay es más importante ya que dependiendo de sus parámetros también es posible acercarse a la reverb. Para mí, un delay puede ser tan necesario en un arreglo que si no estuviese no sería el mismo, mientras que la reverb la suelo usar para colorear la señal, no de una forma tan determinante. Además, ahí es más complicado acercarse a la sensación de un delay porque se necesitan parámetros específicos que en los pedales no suelen encontrarse. En vivo uso un Carbon Copy de MXR, que imita al delay de cinta del Space Echo de Roland, un cabezal que te permite mezclar las repeticiones con reverb y que pudimos usar en el estudio El Attic de Pato Claypole durante la grabación del disco que vamos a sacar. El Carbon Copy es solo delay, pero tiene una función que modula las repeticiones como suele pasar con el eco de cinta, dándole a la música esa sensación de reverberación.
Tomás Peláez de El Club Audiovisual
El Club Audiovisual tiene secuencias muy cercanas al noise por momentos. ¿Cómo es tu sección de gain?
Durante los años y con la mutación del sonido del Club, me fui equipando con una variedad de distorsiones para cubrir el espectro sonoro de cada tema. El primer pedal en mi cadena es un Boss BD-2, que empecé a utilizar como un overdrive entre low y mid gain en canciones como “En viaje” o los versos de “Quietud”, pero con el tiempo empecé a subirle la ganancia y tiene un tono que aprendí a amar. El siguiente pedal es mi Marshall Guvnor MKI inglés, el cual uso con una ganancia más alta para unos estribillos poderosos. Es un pedal con un EQ difícil de domar, hay pocas configuraciones en las cuales realmente suena como me gusta, pero es un gran pedal. Finalizamos la cadena de ganancia con mis dos fuzzes, el primero de los cuales es mi pedal favorito de todos, un Cloven Hoof armado por Goliat FX. Es la maldad misma metida en un pedal con cuatro perillas: es sucio, pesado y con muchísimo headroom, pero lo que más me gusta es cómo resuenan los armónicos de la guitarra. Soy una persona más bien de los acordes, y con este pedal podés tocar muchas notas al mismo tiempo y se va a entender todo. No es el caso de mi siguiente pedal: el Superbender de PFZ Pedales, que es un SuperFuzz y un ToneBender MKIII en un solo pedal, uno de cada lado. Lo que más uso es el SuperFuzz, otro Fuzz pesado y sucio como el Cloven Hoof, pero con un sonido y un EQ totalmente distinto. Es un pedal nuevo que empecé a usar en las nuevas canciones del Club y se puede escuchar en la parte final de “Madrugada”, nuestro último single.
Matías Vertula de El Club Audiovisual
¿Qué pedales y equipos usaste en “Madrugada”?
Para “Madrugada” quise lograr el tono más crudo que haya tenido, pero que al mismo tiempo fuera dulce y cálido. Suena bastante ambicioso pero creo que lo logré utilizando dos ProCo Rats en simultáneo, mi 91′ reissue y mi Rat 2. Para el riff principal y los versos, conseguí una tímbrica muy a lo Robert Fripp que me encanta. Además, por suerte nuestro productor Estanislao López me vendió el EQD Hummingbird y lo pude usar en la outro para uno de los solos más raros que grabé hasta ahora. Para la sección de palm muting usé una Gibson SG, que supuestamente era de Carca, junto a un cabezal Marshall Super Lead y mi Boss SD-1 para conseguir un tono más pesado. Siempre uso Telecasters y amplificadores Fender así que mi metalero interno quedó muy contento. En vivo puedo acercarme a este sonido usando mi EQD Talons, una distorsión con un sonido moderno y preciso que viene muy bien para cosas así.
Julieta Heredia de Fin del Mundo
¿Cuál es el combo de pedales que más caracteriza tu sonido?
Fui cambiando de modelos pero casi siempre es un overdrive “transparente” más un delay analógico y un reverb con shimmer. Mi preferido es el Nobels ODR-1, un pedal alemán que no es tan frecuente pero tiene un sonido muy particular y fue replicado por otras marcas como Wampler y Way Huge. Lo compré usado de casualidad porque lo vendía Ignacio Castillo, guitarrista de Temporada de Tormentas que grabó y mezcló nuestro primer EP, y la primera vez que lo probé me encantó. No tiene nada que ver con el Tube Screamer a pesar del color verde, es otro circuito con un tono más grave y muy natural a la vez. También uso el delay Mooer Ana Echo, clon del Boss DM-2 para perillear en loops o desenlaces de canciones, y por último el HummingVerb de MBS, pedal nacional que también tiene Lucía y podría ser la marca distintiva del primer EP de Fin del Mundo: en los momentos más ruidosos activamos dos reverbs cada una con el modo shimmer seteado al máximo.
Lucía Masnatta de Fin del Mundo
Solo podés tocar con un pedal de tu pedalera: ¿cuál elegís?
Si solo pudiese tocar con un pedal, creo que elegiría el DD-7 de Boss. Recuerdo que hacía rato necesitaba un delay y un amigo me recomendó totalmente que me comprara este y que además adquiriera el footswitch de tempo, el cual te da un control absoluto del tiempo de las repeticiones. En Fin del Mundo lo uso mucho para generar profundidad en los solos o en algún arreglo, aprovechando que Tita (nuestra baterista) marca siempre el tempo con los palillos para dejarlo seteado en el delay desde el principio de los temas. A veces también marco algún tempo medio raro para ir probando; por ejemplo, puede quedar bueno tapear el delay en 3/4 en canciones que están en 4/4. Además de sus cuatro funciones de delay digital, el DD-7 tiene tres tipos más de efectos: Modulate le agrega modulación a las repeticiones, Analog rompe un poco el sonido para generar una atmósfera medio lofi, y Reverse da vuelta el sonido y es una locura. Cuando recién me lo compré usaba siempre el primer modo, ya que amo las modulaciones y como dijo Julieta uso mucho reverb con shimmer, pero con el tiempo fui encontrándole la magia a las repeticiones digitales sin efecto, y actualmente lo uso así.
Fin del Mundo, El Club Audiovisual y La Real Academia se presentan el sábado 18 de junio a las 20 h en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510, CABA). Las entradas disponibles a través de Passline también incluyen acceso al preestreno del EP de Fin del Mundo, La ciudad que dejamos, el jueves 16 a las 23:30 h en Niceto Bar (Av. Niceto Vega 5507), donde habrá también DJ sets de parte de las tres bandas.