David Bowie era un gran melómano y un curioso de la música. El artista, que exploró todo tipo de estilos estéticos y abordó diversos géneros musicales, tuvo un fuerte anclaje en el glam rock, un género del que se convirtió en referente. Sin embargo, su formación como músico también proviene de artistas que fueron sus contemporáneos cuando él recién comenzaba y que, paradójicamente, no lograron alcanzar la popularidad que él obtuvo a lo largo de su prolífica carrera.
En una entrevista de 2003 con The World, le consultaron a Bowie qué música estaba escuchando en ese momento y, además de aclarar que estaba volviendo al formato de vinilo y que la llegada de su hija lo tenía escuchando música infantil, mencionó a Daevid Allen, quien fue parte de Gong y Soft Machine, esta última una banda fundacional para diferentes subgéneros del rock.
"Creo que todas las vertientes del glam rock están ahí", aseguró el Duque Blanco al hablar del grupo, pionero del acid jazz, el rock psicodélico y el rock progresivo. La banda se formó en 1966 y fue uno de los emblemas de la movida inglesa conocida como la Escena de Canterbury. Sobre esto, Bowie agregó: “Nos precedieron por unos dos años. Y también Kevin Ayers. Soft Machine, especialmente con Robert Wyatt, eran grandes favoritos en Londres. Eran como ‘nuestra banda heavy’”, dijo.
Las canciones favoritas de David Bowie
El cantante tenía un gusto musical muy ecléctico, algo que tal vez explique su versatilidad como compositor. En una pieza que salió a la luz con la apertura del David Bowie Centre en el V&A East Storehouse de Hackney Wick, se dio a conocer la lista de las 15 canciones favoritas de Bowie, y sorprende ver su amplitud como melómano.
Entre ellas figuran joyas de Sonic Youth, así como también canciones de antaño como “Try Some, Buy Some” de Ronnie Spector, “True Fine Mama” de Little Richard o “Across the Universe” de The Beatles. Por fuera del rock, incluyó el clásico de Miles Davis, “Someday My Prince Will Come”, popular gracias a un film de Disney. Dentro del jazz, agregó además la canción de culto “E's Flat, Ah’s Flat Too (Ecclusiastics)” de Charles Mingus. Al reparar en sus gustos, es posible comprender por qué la carrera de Bowie resultó tan desconcertante e inclasificable.










