A finales de los 70 y comienzos de los 80, el hip-hop todavía estaba lejos de ser un fenómeno global; era más bien un secreto a voces que circulaba en fiestas barriales, clubes neoyorquinos y discos independientes. Un sonido nuevo, nacido de la necesidad y la creatividad, que difícilmente encontraba lugar en la radio y mucho menos en los primeros puestos de las listas.
Por eso, nadie hubiese imaginado que la primera canción de rap en alcanzar el número uno en el Billboard Hot 100 no provendría de una de sus figuras pioneras, sino de una banda que ya reinaba en el mundo del pop y el new wave: Blondie.
En 1981, Debbie Harry y compañía publicaron Autoamerican, un disco que se alejó de sus raíces punk para experimentar con nuevas texturas e influencias como el jazz, el funk y el hip-hop. Dentro de él se encontraba "Rapture", el primer single "con cosas de rap" en llegar a lo más alto de la lista estadounidense, llevando un género todavía emergente al centro de la cultura popular.

Hasta entonces, nombres como Grandmaster Flash, Afrika Bambaataa o Kurtis Blow habían dado forma al movimiento desde mediados de los 70, y The Sugarhill Gang finalmente rompió el hielo en 1979 con "Rapper’s Delight", que ingresó en el Hot 100. Sin embargo, el rap seguía siendo un fenómeno ajeno para el público masivo y los grandes medios de comunicación de aquella época.
Con la astucia propia de quienes nunca eligieron el camino fácil, Blondie decidió abrir esa puerta. El rapeo de Harry en "Rapture", con versos un tanto extraños como "man from Mars eating cars", puede sonar ingenuo en la actualidad, pero en su momento fue rupturista. "Muchos raperos me dijeron a lo largo de los años que esa fue la primera canción de rap que escucharon, porque al principio el rap no sonaba en la radio”, confesó la cantante.
Chris Stein, guitarrista y cofundador de la banda, reveló incluso que figuras como Wu-Tang Clan y Mobb Deep lo señalaron como su primer contacto con el género. Aquella aproximación lo llevó, además, a vincularse con la comunidad hip-hop, participando en 1983 en la película Wild Style, pieza fundamental para la difusión cultural del movimiento.