Aunque su legado lo consolidó en el mundo de la música, John Lennon siempre buscó expandir sus horizontes artísticos, incluso en el cine. Si bien sus habilidades actorales no alcanzaron la misma notoriedad que su talento musical, su aprecio por el cine revelaba una afinidad genuina por el arte auténtico y lleno de significado.
Entre sus películas favoritas se encontraba Citizen Kane, la obra maestra de Orson Welles, que lo inspiró profundamente y que solía ver repetidamente junto a Yoko Ono. Además, disfrutó del revolucionario viaje que fue El topo, que surgió en un momento en el que Lennon y Ono se adentraban en su viaje espiritual.
Entre los films que no cautivaron al músico, por lo aburrido que le pareció, destaca Behind the Green Door (1971). Esta película, a pesar de ser tan impactante y erótica que ayudó a impulsar la “Edad de Oro del Porno” en los años 70, no entusiasmó a Lennon.
En 1974, el músico fue entrevistado por NME y se tomó un momento para hablar de cine y dar su opinión sobre el mencionado film: “Por lo general puedo ir al cine. La última película que vi fue Behind The Green Door. Los primeros 45 minutos fueron interesantes, pero luego se volvió un poco aburrida. Cuando has visto un pene, los has visto todos”.