Pink Floyd es una de las bandas más importantes de la historia del rock, un lugar que alcanzó sin atenerse a las estructuras clásicas de la canción, apostando por la experimentación y erigiéndose como abanderados del rock progresivo. Con una extensa discografía que incluye discos conceptuales, óperas rock y piezas de más de 10 minutos de duración, se convirtió en una de las agrupaciones más singulares de todos los tiempos, dejando una influencia decisiva en generaciones posteriores de artistas. A continuación, las 10 mejores canciones de Pink Floyd.
10. "The Great Gig in the Sky"
Esta es una de las canciones más recordadas del álbum The Dark Side of the Moon. Se trata de un track psicodélico protagonizado por el solo vocal de Clare Torry, quien improvisa sobre el sonido de la letra “a”. Para transmitir tristeza y nostalgia, no fue necesario recurrir a una letra: la voz por sí sola alcanza una potencia expresiva única.
9. "Another Brick in the Wall (part II)"
Esta es, probablemente, una de las canciones más famosas en la historia de la banda: un hit que anticipa el sonido de los 80 y, al mismo tiempo, incorpora los elementos más evidentes de la música disco, gracias a su inconfundible riff de guitarra, la marcada línea de bajo y el pulso bailable. Se trata de una crítica a las instituciones educativas y a su intención de moldear a los niños, controlando sus formas de pensar. Incluida en la ópera rock The Wall, uno de sus aspectos más innovadores es la inclusión de un coro infantil que, en primera persona, da voz a las infancias.
8. "Pigs (Three different Ones)"
Esta canción, de más de 11 minutos de duración, forma parte del álbum Animals y representa un claro ejemplo de las composiciones conceptuales que caracterizan a la banda. Inspirada en Rebelión en la granja de George Orwell, mantiene la línea crítica hacia el poder y las altas esferas institucionales, reflejadas en la obra literaria a través de la figura de los cerdos. El tema destaca por un potente solo de guitarra hacia el final, una marcada presencia de la percusión y un solo con vocoder.
7. "Wish You Were Here"
Esta balada ha logrado trascender el paso del tiempo y se convirtió en una de las canciones más populares de la banda, en parte porque se apoya en una estructura más clásica de canción, a diferencia de otras composiciones del grupo. El tema estaría dedicado a Syd Barrett, uno de los fundadores de Pink Floyd, quien dejó la formación tempranamente debido a sus problemas de salud mental.
6. "Us and Them"
Esta es la canción más extensa de The Dark Side of the Moon e interpretada de manera magistral por David Gilmour, quien aporta la atmósfera onírica que la caracteriza. La composición pertenece a Richard Wright, que además toca el órgano Hammond, y se apoya en una interesante progresión de acordes cercana al jazz, una de esas decisiones creativas que hacían de Pink Floyd una verdadera rareza dentro del rock.
5. "Money"
Esta es la canción más icónica sobre el dinero y una de las más populares de The Dark Side of the Moon. Su introducción, con sonidos de cajas registradoras y monedas, se convierte en la base rítmica del tema, marcando su carácter inconfundible. Este clásico de Pink Floyd funciona como una crítica feroz al sistema de consumo y a la prisión simbólica que representa el dinero para gran parte de la humanidad.
4. "Welcome to the Machine"
Uno de los aspectos más valiosos de esta canción es el uso de sintetizadores y guitarras procesadas, que no solo le otorgan un sonido moderno para la época, sino también una atmósfera vinculada al universo de la ciencia ficción. Esa sonoridad se conecta con la referencia a “la máquina” del título, entendida como una crítica a la industria musical.
3. "Breathe"
El jazz ejerce una fuerte influencia en las composiciones de The Dark Side of the Moon, y esta canción es uno de los ejemplos más claros. La instrumentación, dominada por guitarras y un órgano Hammond, crea una atmósfera onírica que define a la perfección el sonido de Pink Floyd, especialmente en las piezas donde interviene Gilmour.
2. "Comfortably Numb"
Esta es una de las canciones más bellas incluidas en The Wall. Presenta arreglos orquestales y exhibe de manera clara y contrastante los estilos interpretativos y compositivos de Roger Waters y Gilmour: las estrofas, narradas por Waters, dan paso a un estribillo melódico y melancólico a cargo de Gilmour, que culmina con un triunfal solo de guitarra.
1. "Shine on You Crazy Diamond"
Esta es una de las canciones más representativas del rock progresivo de Pink Floyd. Rompiendo con los formatos clásicos de canción, este tema de 13 minutos comienza con un extenso solo de guitarra de estilo jazzero, para luego introducir el famoso riff, uno de los motivos más reconocibles del tema. La letra está dedicada a Barrett y presenta la particularidad de que la voz no aparece hasta el minuto ocho de la canción.