La década de los 2010s fueron años de transformación para el indie argentino. El género creció y se consolidó como una gran escena musical en todo el país, rompió los límites de la urbe porteña con la fuerza de la autogestión platense, el pop rosarino, la canción cordobesa, la ambición mendocina y más. Mirando atrás hacia los últimos diez años, nos encontramos con muchos indies argentinos, una diversidad de expresiones que desafían una definición singular.
En los últimos años el streaming se declaró rey y el formato del disco parece estar quedando en el olvido. Pero cada vez que un artista decide formalizar su obra en un disco, suma una nueva visión de cómo debería sonar la música argentina.
Mientras nos acercamos al final de la década, Indie Hoy va a compartir balances de lo mejor de estos últimos años, con listas de los mejores discos, las mejores canciones y los artistas más importantes. Estos son nuestros 50 mejores discos de la década.
50. Los Espíritus – Los Espíritus
2013 – Independiente
El debut homónimo de Los Espíritus empezaba un legado musical emocionante al que le esperaba un futuro oscuro. Después de las acusaciones a Maxi Prietto, y de sus idas y vueltas con la banda, la relación con una parte del público quedó manchada para siempre. Sin embargo, antes de todo eso, Los Espíritus se volvía la primera banda de culto del indie que alcanzaría a llenar a estadios, y este disco fue el comienzo de ese camino. La chispa nocturna y callejera de la banda coqueteaba con su interpretación del blues, las guitarras conversaban con las percusiones y la particular voz de Prietto coreaba algunas de las canciones más emblemáticas del grupo como “Jesus rima con cruz” o “Lo echaron del bar”. El disco tenía ese aire tribalesco, oscuro y siniestro que tanto encantaba de la banda, en una etapa primeriza y joven que si bien después evolucionaría en su versión más grandilocuente, ya parecía tener lo suficiente para tener alcance nacional y atención internacional. – Martín Cordova
49. Un Planeta – Des
2017 – Casa del Puente Discos
Un Planeta vuelca en Des una exploración que amalgama sonidos que nacen de géneros como el jazz y el hip-hop para ahondar en un océano electrónico y trasladarlo a la pista de baile. Des encuentra una nueva forma en la banda, con una voz sampleada y una poética melancólica y sensual. Con canciones como “Arriba”, “Ya no hay más tiempo” y “Traigo algo”, Un Planeta desmantela un nuevo recorrido posterior a Refugio (2014), lleno de intenciones paulatinas que irrumpen la cristalinidad de su sonido y dejan que brille su aspecto más nocturno. Des mezcla la sensación nostálgica de una derrota con la esperanza de unas puertas que comienzan a abrirse. Un Planeta entrega un conjunto de impresiones con arreglos de guitarra, bajos envolventes y bases de batería, para que cuando el abismo llegue, nos encuentre bailando, a pesar de la caída. – Juampa Barbero
48. Violeta Castillo – Errorws de tipeo
2016 – Geiser Discos
Previa a la masificación de internet existió una época en la que los posteos eran largas declaraciones de amor, a veces obsesivo, o de simple ilusión adolescente. Salas de chat anónimas, nicknames y blogs, cuestiones existenciales varias. El primer disco de larga duración de Violeta Castillo suena a esa era de confesiones detrás de la pantalla, verborrágicas y también sinceras, plagadas de estímulos, siempre en torno al deseo de seguir existiendo. Retomando el pop de sus trabajos anteriores pero dándole más importancia a la dimensión electrónica, Errorws de tipeo se llena de sonidos que se disparan en múltiples direcciones y se extinguen de un momento a otro. El disco abre con “Bajo la lluvia”, que da una pista sobre lo que vendrá: un sonido volcado hacia los sintetizadores y los beats más bien simples. Un poco más adelante en “Envuelta”, Castillo reflexiona sobre el amor y en “lo que todxs ven” sobre su propia existencia y como espejo del resto del mundo. En “Intercambio” los sonidos se agitan un poco más y los coros le dan una atmósfera más abrazadora. En su primer disco, Violeta Castillo demuestra que el pop electrónico puede ser una forma de ver el mundo y también una gran vía para cuestionárselo. – Luis Mendoza
47. Sara Hebe – Puentera
2012 – El Horno Discos
Sara Hebe es una rapera política, pero muy pocos raperos logran articular en sus versos lo político con lo personal como lo hace ella. En Puentera las críticas sociales vienen desde un lugar emocional porque la mejor manera de rapear contra una injusticia es volverla propia. Y la voz de Sara siempre suena movilizadora, con un flow urgente que reclama contra toda represión (“Que muera la company”), con el mismo enojo con el que señala sus faltas (“No soy un buen ejemplo de nada”). La producción en manos de Ramiro Jota es un registro del estado del rap en una Argentina pre-trap, con beats que cruzan géneros y toman del hip hop old school, el pop y la cumbia. El dúo siguió trabajando en los discos Colectivo vacío (2015) y Political pari (2019), consolidándose como la dupla MC/productor más potente del país. – Eric Olsen
46. Los Rusos Hijos de Puta – La rabia que sentimos es el amor que nos quitan
2015 – Independiente
El primer LP de Lxs Rusxs es un alarido que subyace desde lo más profundo de las entrañas hacia todos los corazones dispersos en las calles. El seguidor del EP Hola es un menjunje de cuestionamientos, una conjugación de mensajes de fuerza y unión, un simpas de emociones alteradas. La banda oriunda de Zárate lanza gruñidos al andar cotidiano con canciones como “Snowball” y “Los pibe”, donde la distorsión y esa pincelada punk sale a flor de piel como una trompada a la realidad. En “Indiana” y “Luna”, se acercan más con distintas tonalidades de baladas. La rabia combina la acción de apretar bien fuerte los dientes y abrazarse, para resistir la marea de lava que nos quema con el asfalto, pero el fuego es amor. – Juampa Barbero
45. Marilina Bertoldi – Prender un fuego
2018 – Pelo Music
“Quiero avisarles algo/Antes estaba enojada/Ahora estoy preparada,” advertía Marilina Bertoldi en el primer tema de su tercer álbum, quizás sin saber que esas palabras tomarían un tono profético por todo lo que vino después. Tras merecerle un Gardel a mejor disco del año y ubicarla como la máxima referente del rock nacional, Prender un fuego se mantiene como una brillante obra musical que le dio al género más atascado de los últimos años una vuelta de tuerca refrescante. Marilina tiene todo para renovar el rock: una perspectiva diferente, una historia interesante y una innegable habilidad para escribir canciones que suenan tan casuales como imponentes. Prender un fuego quedará en la historia como la obra consagratoria de Bertoldi, y como un punto de inflexión en el rock argentino. Es una luz en una saturada oscuridad que necesitaba desesperadamente un nuevo resplandor que traiga emoción de vuelta. El álbum es a la vez el alivio que miles pedían y un dedo en la cara para los que más se aferran al pasado. – Martín Cordova
44. Francisca y los Exploradores – Barbuda
2014 – Discos del Bosque
En su primer disco como Francisca, Fran Saglietti propuso un sentimentalismo de melodías delicadas que generaron ruido a su alrededor en una escena que recién comenzaba. Francisca y Los Exploradores aportaba un sonido fresco, y en Barbuda la ayuda de varios cordobeses invitados como Juan Ingaramo, Candelaria Zamar y Tomi Ferrero de Rayos Láser, ya permitía divisar la venidera ola de artistas del interior que explotaría más adelante. Las nueve baladas que componen el disco eran reservadas pero lo suficiente honestas para que su minimalismo sea más bien atractivo, y la sensibilidad de la producción y los paisajes pintados sean su punto fuerte. Parte de esa calma y dulzura transmitida en Barbuda se ha podido quedar con Saglietti durante los años y hoy más que nunca podemos asegurar que no era exagerado cuando por esas épocas decía que él y las canciones son la esencia de la banda, que ha mutado con los años pero que ha mantenido ese principio a través de todas sus formas. – Martín Cordova
43. Nunca Fui a un Parque de Diversiones – Mover caníval
2014 – Independiente
La carta de presentación de la joven banda de Bariloche fue auténtica. Con un sonido lúdico, paisajes lisérgicos e historias de “vumvuncitos” que afloran entre melodías intrincadas pero espontáneas, el trío logró un álbum sublime de once canciones experimentales que se destacan por su propio universo poético y quilombero. Ambientado sonoramente en el bosque y entre amigos, Mover caníval es provocador en su propuesta y su imaginario. Los elementos electrónicos, las percusiones tribales y las voces enérgicas e inquietas son el germen del espacio anárquico en el que NFPD decide moverse. Una invitación a vivir una experiencia liberadora y alegre, a encender el fuego inherente a la vida que muchas veces se apacigua al crecer. – Loreta Neira Ocampo
42. Juana Molina – Halo
2017 – DG Entertainment / Concepto Cero
Como un círculo de luz en medio de la helada oscuridad, Halo emerge y nos sumerge en un mundo de leyendas y rumores economizando sonidos para crear un disco sólido y homogéneo. Solo bastan un puñado de elementos y un concepto claro para contar las doce historias que se desarrollan en el sexto trabajo de Juana Molina, un trabajo propulsado por la innovación y la exploración. La travesía comienza con “Paraguaya”, abriendo la puerta al oscurantismo y a las melodías frías que se perderán y encontrarán en sucesivas capas, entre voces cortadas y coros profundos. Cada sonido está ubicado en su lugar preciso, vibrando en el momento correcto, como un instrumento antiguo descubriéndose a si mismo. La casi desnuda “Lentísimo halo” se refleja y se distorsiona en “Cosoco” y su repetición, para retomarse en el folk campestre de “Los pies helados” y mutar en “Estalactitas” y su potente bajo. Cada una de las canciones se sucede y se mezcla con la energía de lo desconocido y una lírica que parece salida de un ritual. Halo es un disco que puede resultar extraño como un hechizo y lejano, pero que construye un paisaje sonoro irresistible, sumamente misterioso. – Luis Mendoza
41. Mujercitas Terror – Fiesta muda
2015 – ATMC Records / Stereo Neg / The Burros
El noise rock, el punk y el rockabilly comulgan en este disco lleno de seres lúgubres que, sin embargo, no son villanos. “La secta olvidada” es quizá la canción que mejor ejemplifica esa devoción de Daniela Zahara y compañía por los rituales de los rebeldes. Siguiendo el legado de H.P. Lovecraft, Fiesta muda parece tomar imágenes de sueños (o más bien pesadillas) para transformarlas en historias macabras. Mujercitas Terror le canta con pasión a los solitarios, a quienes viven al borde de la locura en temas como “Bestia”, “Bésame la cicatriz” y “Cruz de hierro”. La frase final de “Orgía romántica” decanta su imaginario con precisión: “Aldeanos malditos, ahora será vigilando en las puertas para matarte/Penuria mesiánica, teluria teluria, orgía romántica, celestial caos.” Sin dudas, la escena oscura argentina tiene en este grupo a uno de sus más aguerridos representantes. – Laura Camargo
40. Simón Poxyran – Saieg
2017 – Independiente
Si el primer disco de Perras on the Beach fue una explosión de crudeza y un afán de decir lo que pasa por la cabeza sin prejuicio; este disco nace del agujero, luego de que el humo empezó a dispersarse. Saieg es un disco muy personal y emotivo, donde Simón Poxyran combate los monstruos que aparecen cuando se enfrenta a la soledad. Un disco corto que lo proyecta como protagonista para contar, ya no con la rebeldía de Perras, sino con la delicadeza de agachar la mirada y abrir una cuaderno íntimo con sonidos y su voz más dolorida y acongojada. Un enfrentamiento con su doble, su Dopplengagër, que suavizan algunas preguntas sin respuestas, pero que razona que la vida es un instante muy breve como para sufrir del pasado. Saieg no distrae la desobediencia ni la fortaleza, sino que le imprime una capa de colores íntimos y sensibles a un camino que estaba recién empezando a mostrar sus primeros peldaños. – Juampa Barbero
39. Viva Elástico – Agua, sal y fiebre
2012 – Triple RRR
Hacia finales del 2009, Viva Elástico había ganado su lugar en la escena independiente con un potente disco debut. Cada uno podía escuchar lo que quería en el sonido de los músicos de Longchamps: había distorsión rockera y canciones pop, había aguante barrial y prolijidad hi-fi. Su segundo trabajo, Agua, sal y fiebre, profundiza en las virtudes contradictorias de la banda. La producción tiene una sensibilidad más electrónica, aunque registra la fuerza y crudeza de sus shows en vivo. La voz de Alejandro Schuster suena vulnerable y con una personalidad tan fuerte como la de Leo García y Ale Sergi, colaboradores en dos tracks del disco. Canciones como “La traición”, “Yo te quiero más” y “Agua, sal y fiebre” muestran a la banda justo antes del salto radial que pegaron en sus canciones posteriores, pero con la misma ambición pop. Así Viva Elástico se afirmó como el lazo entre el pop rioplatense clásico y los himnos generacionales del indie rock. – Eric Olsen
38. El Príncipe Idiota – Doméstico
2015 – Fuego Amigo Discos
Sensible y singular, la inventiva del proyecto solista de Mariano Di Césare escapa a todo encasillamiento o etiqueta musical, y es justamente en Doméstico en donde logra demostrar su capacidad de crear atmósferas de encantamiento. “Héroe de la madrugada” da comienzo a un viaje hipnotizador y, a su vez, a una historia que tal vez sea de alguien abrumado por el insomnio y la cotidianidad. Algunas melodías invitan hacia un lugar introspectivo y sombrío, como es el caso de “Campos de fuerza” o “Las casas entre sí”. Pero la invitación siempre es sutil, lo que lo convierte en un álbum de escucha habitual y al oyente en presa de su musicalidad. Su prosa no se queda atrás, sino que acompaña y realza toda esta composición, que propone un reflejo generacional a lo largo de ocho canciones. – Pilmayquen Belgradi
37. Valle de Muñecas – El final de las primaveras
2015 – Apple Pie Records / Scatter Records
El género de canciones sobre anti-héroes y personajes derrotados le guarda un lugar en toda su gloria a Mariano “Manza” Esaín. Desde Menos que cero, y pasando por Flopa Manza Minimal, el músico y productor porteño se caracterizó por sus afectadas creaciones de indie rock. Valle de Muñecas es el más reciente barco al que Manza se suma como capitán y en El final de las primaveras, el cuarto disco del cuarteto, la fórmula del encanto melancólico expandió su sonido. Las letras de despedidas y pérdidas se convierten en grandes canciones de rock, con momentos de distorsión y noise (“El final de las primaveras”), estribillos radiales (“La cura y el dolor”) y hasta acústicos (“Esta vez”). “Lo que arranca ya no se detiene,” canta Manza en “A un lado” entre súplicas y antes de un abrupto final: un motor de poesía cotidiano que encontró una de sus mejores formas en este proyecto junto a su hermano Lulo, Mariano López Gringauz y Fernando Blanco. – Rodrigo Piedra
36. Bandalos Chinos – BACH
2018 – Independiente
Desde sus primeras canciones, Bandalos Chinos se valió de un pop veraniego y melodías fuertes para forjar un estilo propio. En BACH, producido por Adán Jodorowsky con quien volverían a trabajar para el single “Departamento”, la banda suma saxos y una guitarra protagónica a su clásico pop de sintetizadores. El segundo trabajo de la banda agrupa todos los sonidos del mainstream que nunca negaron querer alcanzar y en el que ahora bucean: pop fresco, elocuente y joven, con líricas sensatas. Hay canciones soleadas como “Súper V”, “El temblor” y “Tema de Susana”, aunque no todo son vacaciones y sonidos brillantes. El disco se plantea momentos más reflexivos en las baladas “Demasiado” y “El concierto”, nostálgicas y lentas que suenan más como una noche plagada de recuerdos en medio de ese viaje idílico. En definitiva BACH, sale airoso y gana terreno en ese desafío de crear pop original y que suene un poco mejor con cada nueva escucha. – Luis Mendoza
35. Queridas – Heridas
2016 – Polvo Bureau
Josi Mai y Andrés Yeah, ambos integrantes de Mi Nave, despliegan a través de nueve canciones una poderosa catarsis de decepciones y ansiedades. Heridas abre con “Rota”, tema que al igual que el resto del disco no le teme a las declaraciones dramáticas y, por el contrario, busca encontrar la redención luego de haber contemplado la inmensidad del abismo interno. En cada uno de los tracks del debut de Queridas es posible encontrar hermosos arpegios de guitarra sobre bases sintetizadas. La voz narra con honestidad algunas luchas diarias en tracks como “Pasantía” (“Lo siento, a mí todo me cuesta tanto”) y se entrega al pesimismo con cierto humor irónico en “Creyente” (“Me siento lleno, radiante y feliz/Qué cosa horrible me estará por ocurrir”). Los escenarios desolados son la especialidad de este disco de pop onírico que es digno heredero de la delicadeza introspectiva de proyectos como Broadcast y Beach House. – Laura Camargo
34. Pablo Malaurie – El festival del beso
2010 – Independiente
Se dice que un artista “encuentra su propia voz” cuando deja de guiarse por las influencias de su entorno y se enfoca en seguir su propio estilo. El primer disco de Pablo Malaurie es eso, pero también es el hallazgo literal de una voz. El festival del beso es la primera presentación de un cantante único, con la voz de un niño y una tatarabuela, un crooner y un trovador. Canciones como “Carmencita” y “El monstruo de la laguna negra en Venecia” conjugan fantasmas e imaginan un pequeño paraíso de arpegios de cuna, banjo y ukelele. El festival del beso es solo comparable con la simpleza utópica de Artaud y Chega de saudade, obras fuera de tiempo que suenan tan bien hoy como hace diez años. – Eric Olsen
33. Telescopios – Doble de riesgo
2018 – Independiente
Doble de riesgo es el mejor exponente de la destreza y el ingenio de la agrupación cordobesa. El coqueteo con el pop, la psicodelia y las pequeñas intervenciones de melodías disco, se hacen presentes a lo largo del tercer disco de Telescopios. Esta arquitectura musical goza de una crudeza rítmica pero envolvente, sin perder la sensibilidad y la delicadeza que transmite a través de una cascada de coros y sonidos electrónicos. Pero lo peculiar en torno a toda esta pila de melodías, son las historias que la acompañan. El clima fresco y jovial que se genera en canciones como “Las prioridades” o “Androides”, da un giro hacia lo sombrío que termina por degenerarse en “Año nuevo” y “Se quebró en la vida real”, canciones que nos expulsan del disco y nos dejan ansiosos con la sensación de un final inconcluso. Si algo logra Doble de riesgo es eso, la rapidez con la que transcurre cada melodía, que nos involucra en un loop que nos invita a volver al principio. – Pilmayquen Belgradi
32. El Mató a un Policía Motorizado – La síntesis O’Konor
2018 – Discos Laptra
El último disco de Él Mató a un Policía Motorizado es, por amplio consenso, el mejor de la banda. Algunos elementos que siempre caracterizaron al grupo, como cierta contundencia en sus letras y su capacidad hitera, se vieron potenciadas en este último lanzamiento. Por su parte, si se compara la calidad sonora en términos técnicos entre su primer disco y La síntesis O’Konor, la diferencia es abismal. Lejos de la actitud punk distorsionada que abre su primer trabajo de estudio con “Sábado”, “El tesoro” ofrece un sonido mucho más pulido, con guitarras cristalinas en tándem y sintetizadores esporádicos. Los efectos abarcan un abanico amplio y de más capas, valiéndose de recursos que hasta entonces no habían desplegado (mención de honor para la intro del track homónimo). Con el seguidor de La dinastía Scorpio, la banda acabó por encumbrarse como el máximo referente del indie nacional y expandirse, girando por México, Estados Unidos y Europa. Con La síntesis O’Konor los platenses pusieron la vara todavía más alta para sus producciones futuras, y reafirmaron su lugar en la música nacional. – Juan Pérgola
31. Guazuncho – Natsuki
2013 – Fuego Amigo Discos / Hallo Discos
“Si hay algo que quieres ser, mejor hacelo ahora,” canta Guazuncho por la mitad de su disco Natsuki; su voz empapada en efectos repite esta invitación sobre un beat profundo y un bajo en clave dub. En muchos sentidos, Natsuki es el disco que Iñaki Zubieta siempre quiso hacer. En sus dos EPs anteriores había comenzado una búsqueda fusionando la canción folclórica con la experimentación lo-fi. Natsuki se siente como el hito de esa búsqueda, un trabajo ambicioso en el que el músico correntino muestra su rango como productor electrónico. En este recorrido por ríos embrujados e historias de terror, Guazuncho compone sus sentimientos a través de metáforas naturales y un lenguaje simple. Las texturas electrónicas invitan a la contemplación, los samples rítmicos al movimiento, pero el oído siempre está atento a lo que Zubieta tiene para contar como narrador de este viaje oscuro en la penumbra del llano. – Eric Olsen
30. Las Piñas – Espanto Caribe
2016 – Crang Records / Hallo Discos
Las Piñas sacudieron con fuerzas el verano de 2016. El -por entonces- trío platense se despachaba con una colección de nueve canciones que bien podrían haber sido concebidas en alguna ciudad de California, manejando un Ford Mustang y escapando del rodaje de alguna película de Quentin Tarantino. En este viaje de mucho calor y olas gigantes, hay garage pop a lo Best Coast, surf rock a lo Wavves, mucha playa, guitarras distorsionadas, baterías salvajes e invitaciones a comer pizza. Mejor dicho, una adoración explícita a la pizza. Después de tocar sin descanso por antros de La Plata, Capital, Estados Unidos; y de un EP más, la dupla conformada por Sofía Cardich y Antonela Périgo anunció su separación en 2018. Espanto Caribe es su legado musical indiscutible, que vuelve cada verano con el impetuoso deseo de armar el bolso e irse lejos de la ciudad. – Rodrigo Piedra
29. Fonso – Some Plays
2017 – Yolanda Discos
Some Plays es un extenso collage musical que rebosa de genialidad. Fonso entrega una alegoría a la mezcla de las razas con un disco que incluye samples de discursos políticos, cantos de la hinchada de Boca, beats de Rihanna y la participación del rapero londinense MAF Muses. Omnipresente en todo el disco, aparece un sentido del humor desfachatado que se evidencia en momentos como cuando el artista te felicita por haber escuchado la primera mitad del disco en “Rey Jorge V”. Pero Fonso también ofrece baladas emotivas como “Cuento las horas” que evocan lo más sensible del rock argentino de los 80 y 90. Así Some Plays deviene en un ecléctico tobogán sonoro sin precedentes en la música nacional. Nada mal para un veinteañero que produjo todas sus canciones en su habitación. – Laura Camargo
28. Luca Bocci – Ahora
2017 – Independiente
“Este disco lo grabamos con una focusrite de 2 canales, un 58 y una compu re fundida sin teclas,” reza el primer comentario de YouTube en el disco de Luca Bocci. El que lo escribe es Leandro Pezzutti, frontman de Las Cosas Que Pasan y uno de los productores del álbum, junto al mismo Luca y a Cocó Orozco, guitarrista de Usted Señálemelo. Más que un dato nerd, el posteo es toda una declaración de principios. Es que el 28 de marzo de 2017, cuando Ahora apareció en las plataformas de streaming, no quedaron dudas: con solo 22 años, este trovador cuyano acababa de parir uno de los mejores álbumes nacionales de los últimos años. Poco más de treinta y dos minutos, y diez canciones que sonaban impecables sin tener ninguna producción costosa detrás. Luca Bocci sigue la senda que marcaron los grandes del rock nacional, y esta afirmación solo le sonará ambiciosa a aquel que no esté familiarizado con el disco. Porque en su primer larga duración, este exponente del prolífico “manso indie” deja de lado la sofisticación progresiva de su proyecto Alicia para calzarse el traje de songwriter melancólico, y logra construir una obra confesional que dialoga con el espíritu del rock argentino de los 80, pero desde un prisma contemporáneo. Como si Fito, Charly y Luis Alberto (sí, los tres) se fueran de juerga con Mac DeMarco, Animal Collective y el Frank Ocean de Blonde. Comprometido con su época, el Luca de Ahora reflexiona sobre sí mismo y entrega un manifiesto generacional cargado de hits instantáneos. Tal cual lo indica su nombre, el resultado está bien anclado al presente, ahí donde siempre quiso estar. – Marina Cimerilli
27. Usted Señálemelo – II
2017 – Independiente
El segundo disco de Usted Señálemelo es en muchos sentidos un símbolo de una época, una foto panorámica en la que pueden verse muchas victorias. En la segunda mitad de la década, Mendoza comenzó a imponerse como un nuevo foco de artistas nuevos argentinos, y II se sintió en su momento la coronación de ese fenómeno. También se sintió así su presentación oficial en el escenario de la Nave Cultural, ante miles de personas que coreaban junto a Juan Saieg, Lucca Beguerie Petrich y Cocó Orozco. El secreto tenía dos caras. Sin dudas el éxito de Usted Señálemelo y tantos otros artistas de la zona tenía que ver con la innovación y la frescura que imprimían en su música, pero también con la amorosa amistad con la que parecían ir todos de la mano, saliendo al país buscando encontrar algo, pero más que nada mostrar algo que ya habían encontrado en casa. La sorpresa de II vino por el profesionalismo y la altura de una banda que todavía se sentía nueva. Las influencias iban desde el pop de los 80 hasta el hip hop contemporáneo, pero aún así el sonido era nuevo. Y si era nuevo, ¿cómo es que pareciera que están tocándolo desde hace décadas? Como si les perteneciese, y les pertenece. – Lisandro Ruiz Díaz
26. Los Reyes del Falsete – Días nuestros
2012 – Triple RRR
Los Reyes del Falsete fue una de las bandas insignes del indie post Cromañón, cuando la escena porteña recibió un aluvión de bandas que llegaban desde Zona Sur hasta La Plata. En su segundo disco, el trío de Adrogué le mostró al mundo que podían hacer más que canciones jodonas y despojadas. La rebeldía y eterna adolescencia de La fiesta de la forma (2009) se expande en Días nuestros y trasciende las canciones sobre borracheras y fiestas para entregar un manifesto sobre la algarabía y la juventud, sin dejar de lado el humor que caracterizó al grupo desde sus inicios. “Contale al mundo” es el himno definitivo sobre la amistad. La participación de Litto Nebbia en la canción y el video de “Los niños”, fue un acercamiento que derivó en una especie de apadrinamiento y figura clave de referencia para el grupo en sus trabajos siguientes. En las doce canciones de Días nuestros siempre es el último día de clases: suena a la certeza de que estás creciendo y que lo que viene siempre es mejor. – Rodrigo Piedra
25. Chancha vía Circuito – Amansará
2014 – Wonderwhell Recordings / Charco
Las conversaciones en torno a la apropiación no son un fenómeno exclusivo de Twitter en los 2010s: hay décadas de debate incisivo alrededor de la música del siglo XXI, su asimilación por parte de la burguesía y la consecuente industrialización de algo que en un inicio había sido un factor de marginación. Que si Elvis fue un ladrón, que si Rosetta Tharpe originó el rock, que si David Byrne incorporando polirritmos constituía un acto colonial sobre la cultura africana.
Hace 10 años, el sello ZZK Records concentró a un colectivo de artistas que funcionaban bajo la premisa de entrecruzar música tradicional latinoamericana y electrónica, dando inicio a la movida que se conoció como cumbia digital y acercando el controvertido estilo a una nueva audiencia. Pero ZZK, con Chancha vía Circuito como su mayor exponente, jamás pecó de exoticismo palermitano. Lejos de higienizar la cumbia, el proyecto de Pedro Canale se sirvió de la electrónica para elevar su potencial rítmico y así responder al leitmotiv del género: invitar a bailar. Para Amansará, tal como su título indica, Canale relajó los tempos para compensar con color andino y sonoridades acústicas. “Sueño en Paraguay” se levanta sobre una línea melódica de arpa paraguaya, mientras que “Jardines” se sirve de la destreza vocal de Lido Pimienta. Por otros lugares, Chancha dispone sonidos de campo no solo como significantes que evocan un paisaje, sino para explorar sus posibilidades rítmicas y melódicas. Es ahí donde reside la fuerza de Chancha: no en cuán auténtica sea su aproximación a nuestra música folclórica, sino en cuán creativo es su empleo de procesamientos digitales como otro instrumento local. – Bartolomé Armentano
24. Pyramides – Vacíos y variables
2017 – Fuego Amigo Discos
“Faltaba un poco de oscuridad, de poética de grandes sentimientos encontrados, contradictorios y, por qué no, retorcidos,” dijo Andrés Centrone en la última entrevista que concedió Pyramides a Indie Hoy, la banda en la que toca la batería. Lo que empezó como el proyecto personal de Facundo Romeo terminó siendo el enclave argentino del post-punk, a miles de kilómetros de Mánchester. Vacíos y variables fue su disco debut, producido a la par de Ignacio Castillo, que terminó acobijando a una generación de jóvenes darkies huérfanos de Joy Division que ven pasar la vida en blanco y negro. Lejos del frío metálico del post-punk puro y duro, Pyramides combina también elementos del rock y la electrónica, haciendo prevalecer las emociones y las catarsis en sus letras. En las diez canciones de este debut, el caos y la calma conviven en sombras y claroscuros que piden un último abrazo antes del fin del mundo. – Rodrigo Piedra
23. Los Besos – Helados verdes
2017 – Independiente
Paula Trama es una gran poeta, cantante y compositora en búsqueda de la belleza en cada una de sus creaciones. En Helados verdes, su agrupación bucea en la historia de una persona adicta al romance. En “Dos cassettes” se habla de las dificultades para mantener la cordura tras escuchar muchos baladas de décadas pasadas, mientras que en “Helados verdes” se canta sobre el ideal de un encuentro entre dos enamorados y en “Offline” se aborda la decepción tras ser abandonado. El excepcional sentido melódico de Los Besos despliega momentos brillantes en cortes como “Canción del ballotage” e invita al baile en “Pasito espectacular”. Luego de varios trabajos protagonizados por un formato acústico, Paula y sus colegas apostaron por un synthpop edulcorado que cada tanto sorprende con la inclusión de trompetas. Por suerte, fue una decisión más que acertada. – Laura Camargo
22. Tobogán Andaluz – Viaje de luz
2012 – Independiente
Viaje de luz irrumpió en la escena independiente como una brisa de primavera. Las canciones conectaron de inmediato y su cuidadoso tratamiento lo-fi recuperaba ese espíritu independiente tan defendido por Nekro durante Fun People. Si bien en vivo Facu Tobogán le inyectaba a las canciones un registro marcadamente punk, la aceleración y la intensidad no opacan sus dulces historias como la de “María juega a ser un avión”. En otras palabras: resisten cualquier formato. Viaje de luz es un debut potente que logró con no mucho más que una guitarra, letras sensibles (“Viajaremos en avión/Solos los dos/Por el mundo entero/Sin la preocupación/De ser tan jóvenes/Y ver que el mundo no es nuestro”) y melodías inteligentes, volver perlas entrañables, intimistas, sus diez composiciones. En YouTube puede encontrarse un video de un recital de Tobogán Andaluz donde integrantes de Mi Amigo Invencible, de Valentín y los Volcanes y Mi Pequeña Muerte cantan todos juntos “Lo que más quiero”. Eso es Viaje de luz: ganas de compartir, de cantar, de volver a disfrutar de una adolescencia tardía sin ponerse colorado. – Guido Arch
21. Peces Raros – Anestesia
2018 – Gonna Go! Discos
En su tercer disco, la banda platense encontró la vuelta de tuerca electrónica que había comenzado a plasmar en sus shows en vivo. Ver una presentación de Peces Raros era dejarse llevar por un set sin pausas, ya que la noche es para percibirla con todos los sentidos y no solo con la mirada. Anestesia confluye en un techno hipnótico, sin dejar atrás los destellos rockeros que habían caracterizado su antecesor, Parte de un mal sueño (2016). La exploración de sintetizadores nadando en territorios ambiguos hicieron de la fricción de dos polos, una nueva ola. Donde los deseos se dispersan entre el humo neón y un bombo en negras, Peces Raros trajo con este disco la simbiosis que estaban necesitando los oídos de una nueva generación. Las canciones de Anestesia crearon un show explosivo que se ganó el lugar de cierre en los festivales más convocantes del país, dando vuelta los escenarios con la fuerza de una aplanadora electrónica. – Juampa Barbero
20. Mi Nave – Tristeza
2016 – Polvo Bureau
La maestría de Mi Nave descansa en la alquimia que se gesta cuando sus tripulantes entran en contacto. Los trancazos de Ale Goma y la irreverencia punk de Pablo Feli propulsan canciones que terminan siendo elevadas al reino de lo abstracto por los punteos de Andrés y la voz de terciopelo de Josi Mai, todo guiado por la destreza técnica de Martín Salvador. Tristeza, el tercer LP de Mi Nave con co-producción de Diego Acosta, es el documento más resplandeciente de su dinámica gestáltica. En contraste al noise de sus predecesores, es el disco en el que dejaron de tomar antidepresivos y bajaron un cambio. Fue además su primer lanzamiento con una audiencia ya consolidada, haciendo shoegaze amorfo para una ciudad que siempre endiosó a la canción. Mi Nave hizo la suya cuando el timing del álbum demandaba que sean la mejor banda de Rosario. De hecho lo fueron, en sus propios términos. Si el verdadero viaje es retornar, acá vamos a estar esperando. – Bartolomé Armentano
19. Bestia Bebé – Bestia Bebé
2013 – Discos Laptra
Después de tocar un puñado de veces como Tom y la Bestia Bebé, el ex Go-Neko! Tom Quintans presentaba su nueva banda, borrándose del nombre del grupo y alejándose años luz del kraut. Desde los primeros segundos de “Omar”, la canción que abre este debut homónimo con el sample de la intro del videojuego International Superstar Soccer Deluxe, Bestia Bebé presenta su universo: referencias pop (y populares), fútbol y amistad. La arenga forma parte del ADN del grupo con base en Boedo y parte del colectivo Laptra: los estribillos simples y contagiosos abren la cancha para los pogos amistosos de cada uno de sus recitales. Innumerables son los shows que dieron con este disco debut: en tiempos de Festipulentas y Festi Laptras, Bestia Bebé cerraba las noches con euforia y entrega. Lejos de sonar a figurita repetida, su recorrido de show tras show comprobó eso que tanto se dice y a veces se olvida: la esencia de la banda está en su show en directo. Años después, antes de tocar por primera vez en el Lollapalooza, Tom nos dijo: “¿Cómo hicimos para tocar en Lollapalooza? Tocamos 300 veces antes. Yo sé que no es 2+2, pero está eso. Tenés que moverte.” Canciones como “Lo quiero mucho a ese muchacho”, “Wagen del pueblo” y “Patrullas del terror” resisten el paso del tiempo y sus pogos siguen oliendo a cerveza. – Rodrigo Piedra
18. Julián Desbats – Tarado
2015 – Independiente
Tarado es el alarido de nacimiento de la carrera solista de Julián Desbats, catarsis impregnada de amor, éxtasis y desconsuelo. Julián tira el corazón arriba de la mesa a que haga de rockola de las más íntimas pasiones. Arquitecto meticuloso de melodías, cada línea de Desbats resuena como el título de un libro de filosofía. Este álbum marca el viraje del indie barrial circa Zaguán Sur hacia un público continental, Tanguito y Moris para las masas de YouTube y consagración para uno de los mayores compositores de su generación. Si bien la urgencia de sus rasgueos, como en “San Jacinto”, le dan el alma a la obra, es en las baladas donde Desbats encuentra su rol de cantor dramático. “Arcade” es una pieza de colección y en los pliegues de su voz se vislumbra su dolido sentir. Julián es protagonista de la segunda mitad de la década, donde el indie abandona el purismo para mezclarse con historias de arrabal y hasta pop latino. Tarado exorciza demonios de la infancia y clama infidencias sentimentales. – Sebastián Salcedor Amor
17. Prietto Viaja al Cosmos con Mariano – Le Prièt Vaha-Chosmos E-ba con Maourian!!!
2011 – Independiente
En 2006 Maxi Prietto se juntó con Mariano Castro para crear este dúo de guitarra cruda y batería latosa. Prietto Viaja al Cosmos con Mariano se volvería una dupla fundacional de la escena local a partir de su legendario disco doble, lugar que Prietto perdió más tarde a partir de los testimonios de abuso en su contra. Con aspiraciones tangueras y un blanco y negro nostálgico, las impresiones de este trabajo pasan como fotografías con doble exposición de la ciudad de Buenos Aires y el dolor de su autor. La estación de tren, las calles y el agujero negro de una habitación hacen de los escenarios lluviosos de este disco un portal del abatimiento. Sus veintiocho canciones levitan entre el clima psicodélico del rock progresivo y el canto desconsolado de baladas a garganta rota. Le Prièt Vaha-Chosmos E-ba con Maourian!!! fue una joya extraña de los inicios de la década que por años continuó resplandeciendo por su espíritu lo-fi bien latente. – Juampa Barbero
16. Morbo y Mambo – Boa
2014 – Exiles Records
La única constancia en Morbo y Mambo es el cambio. Hacia 2014, la banda había sobrevivido a idas y vueltas en su formación, rechazaron ofertas de sellos discográficos, y se encerraron en los estudios ION para dar forma a su segundo disco. El septeto marplatense había llegado a Buenos Aires con uno de los shows en vivo más potentes de la escena independiente. Después de abrir para Tune-Yards y Tame Impala en sus visitas al país, y de recorrer los festivales más grandes de la ciudad, Morbo y Mambo se había adueñado de la noche porteña. La banda había cambiado, crecido, y lo quería demostrar.
Pero el sonido de Boa no puede ser del todo explicado a partir de los shows de la banda. El formato disco implicaba renunciar a la improvisación que caracterizaban sus vivos y las largas transiciones entre canciones. Por eso Boa se trata de un experimento de estudio, una vuelta de tuerca en el sonido mismo de Morbo y Mambo. La producción incorporaba técnicas analógicas y una búsqueda artesanal en la que la fusión de géneros se llevaba el protagonismo. Morbo y Mambo actualizaba las inquietudes eléctricas de Miles Davis en su Bitches Brew, optando por un sonido electrónico y distorsionado que mostraba su cara más agresiva en “R. Funke” y “4-4-2”. Pero también había un cuidado en las grandes melodías de vientos, como en “Chori ’95” y la preciosa “Cara de combi”. La contundencia de estas composiciones le daría la fuerza a Morbo y Mambo para seguir creciendo en los años siguientes, manteniendo una búsqueda constante por redefinirse. – Eric Olsen
15. El Robot Bajo el Agua – A dolores que percibió la grandeza
2010 – Estamos Felices
En su quinto trabajo de estudio, Nicolás Kramer compuso un ecosistema con flora y fauna para que El Robot Bajo el Agua habite. En A dolores que percibió la grandeza se escuchan aullidos de animales, samples acuáticos, sintetizadores de juguete, y un mundo de detalles que le dan una respiración propia al disco. Las canciones están unidas por el beat infinito que venía de sus discos anteriores, creando la sensación de estar escuchando una misma canción cambiante a través de los años. Pero A dolores se distingue por ser el disco más maduro de Kramer desde la separación de Jaime Sin Tierra. El Robot logra un equilibrio entre el chiste y el consejo sabio, la diversión y la canción épica. En temas como “Popó”, “Mujer” y el final de 10 minutos “Dejala”, la enorme producción de Norman Mac Loughlin acompaña a Kramer en la tarea de dar sentido al mundo que lo rodea.
Cuando El Robot sacó A dolores en 2010, el panorama de la escena independiente era muy distinto al actual. El lanzamiento se difundió a través de un blog, distribución en disquerías amigas y un imprescindible boca a boca. No había tantos escenarios en donde tocar, pero El Robot se presentó en todos los que podía hasta lentamente guardarse al silencio. En 2019, Kramer sorprendió con un nuevo disco de su proyecto solista, el excelente El lado velado, y una serie de shows que demostraron por qué nadie había olvidado al Robot. – Eric Olsen
14. Las Ligas Menores – Las Ligas Menores
2014 – Discos Laptra
El disco homónimo de Las Ligas Menores presenta un puñado de trece canciones que irradian el brillo de una primavera opaca. La melancolía, la dulzura y la sencillez mezclan sus tonalidades para generar como resultado un cuadro único, tan perspicaz como para resaltar la felicidad en la angustia. Canciones como “A 1200 km” y “Renault Fuego” son la fuerza de un viaje que dejó su huella y marcó el camino para toda una escena de rock independiente. Tan despacio como a toda velocidad, Las Ligas Menores son un híbrido entre lo bien que nos hace ser feliz estando también un poquito mal. Es ese punto medio, donde para cada lágrima, existe un abrazo reconfortante y su sonido está colmado de esa apacible sensación de sentirse libres y respirar el aire fresco. – Juampa Barbero
13. Riel – Sueño eléctrico
2016 – Casa del Puente Discos / Buen Día Records / Cíncope Records
Riel es una banda en constante ascenso. Desde que debutaron en el 2012 con un disco chiquito que apenas excede los quince minutos, el dúo inesperado de Mora Riel y Germán Loretti se situó en el devenir del indie nacional como una presencia ubicua pero determinante. Co-producido por la banda junto a Estanislao López, Sueño eléctrico representó su salto cualitativo más drástico. En términos de mezcla y grabación, abandonaron la rusticidad de sus primeros trabajos a favor de delays, feedback y mucha distorsión. El tercer LP de Riel fue, a nivel producción, su momento Butch Vig. Sus composiciones se complejizaron, más entreveradas y difíciles de tocar pero jamás en detrimento de su inmediatez melódica. Aquí fue donde Riel comenzó a responder a la idea formalizada por Brian Eno de nutrirse del estudio como otra herramienta de composición. Así es cómo Sueño eléctrico quizás sea la destilación definitiva de los talentos de sus autores (el último, Espacio interior, es igual de excelente pero todavía no ofrece la certeza que pueden aportar tres años de perspectiva). El álbum es un registro de cómo Mora y Germán logran fundirse en un sincretismo perfecto, reivindicando el atavismo de guitarras pero actualizando la fórmula con sofisticación estética. Esta confluencia, motorizada por años de afecto y compañerismo, soñó con electricidad: lo que en la vigilia no anticiparon, sin embargo, es que serían la banda argentina de la década. – Bartolomé Armentano
12. Valentín y los Volcanes – Play al viejo walkman blanco
2010 – Juvenil Empresa del Color
Anécdotas de juventud y personajes misteriosos a las afueras de una ciudad conforman las historias mínimas pero efectivas del disco debut de Valentín y los Volcanes. Play al viejo walkman blanco fue el primer lanzamiento oficial del grupo platense, después de las grabaciones caseras compiladas en Maquetas (2009). Las nuevas canciones más las reversiones de “Canoas de papel”, “Baila conmigo” y “El asesino de Santa Claus” fortalecen el espíritu y cambian el humor de todo oyente. Las Maquetas se inclinaban al lo-fi, pero el sonido de este debut oficial tiene un sonido más limpio y radial, con su debida cuota de distorsión que fue la marca registrada del movimiento platense de esos años (Shaman Herrera, personaje clave en esa escena, participó de la grabación del disco). Los momentos cinematográficos y las postales cotidianas elevadas a poesía derivan en un colchón king size de guitarras y líneas de bajo: Valentín y los Volcanes quizás sea la última banda de estribillos. – Rodrigo Piedra
11. Lucy Patané & Marina Fages – El poder oculto
2013 – Marder / Discos Pepito / Concepto Cero
Además de ser agitadoras culturales y presencias constantes en el indie nacional, Marina Fages y Lucy Patané son amigas de toda la vida. Se pasaron su adolescencia tocando punk, pero con los años cambiaron los powerchords ruidosos por las guitarras criollas, preservando de todos modos el ethos auto-gestivo del género que las acercó. El poder oculto es su primer trabajo signado en conjunto, mayormente instrumental, que tiene como eje las posibilidades del charango y otros instrumentos folclóricos. De esta sociedad artística se desprende un fluir virtuoso de folk intimista y experimentación acústica que sugestiona la introspección y evoca mañanas andinas. A lo largo de trece canciones (algunas compuestas entre las dos y otras de forma individual), Fages y Patané interactúan con sus instrumentos como si fuesen Avey Tare y Panda Bear, hipnotizando a sus oyentes mediante arpegios, armonías y contrapuntos. Marina y Lucy continuarían sus trayectorias en solitario (Fages, por su parte, volvería al charango para resignificarlo en el contexto de una canción pop como “Hardcore Disnei”), pero El poder oculto documenta el momento justo en que sus talentos individuales se desdibujaron y unieron en algo mayor. Es la expresión musical de un perfecto entendimiento mutuo, de la juventud en forma de viajes, de un vínculo increíblemente profundo. – Bartolomé Armentano
10. Ibiza Pareo – Ibiza Pareo
2015 – Géiser Discos
Después de la interrupción del proyecto YiLet y de noches compartidas en las Dengue Dancing, Ani Castoldi y Marina La Grasta decidieron continuar con su misión de hacer bailar: fundaron Ibiza Pareo en formato dúo y trasladaron su pista de baile de algún antro de una metrópoli a un paisaje desértico de dunas. Con una producción -en manos compartidas entre Ismael Pinkler, Castoldi y La Grasta- que se arrima más al hi-fi que sus proyectos anteriores, el debut homónimo de Ibiza Pareo se compone de 10 canciones que, en casi una hora, nos trasladan a un lugar con altas temperaturas donde el baile es inevitable y hasta mandatorio. Canciones como “Viva, ahí están los chicos”, “Discoteca”, “After” y “Nuestro amor es música” musicalizan una larga noche de euforia, sudor y psicodelia en una pista de baile importada de una disco baleárica. El trance en el que nos inducen a través de bajo, baterías y los mantras de las letras, resulta sensual y cumple la misión inicial: nunca dejar de bailar. – Rodrigo Piedra
09. Atrás Hay Truenos – Bronce
2016 – Independiente
“Todo está grabado en bronce,” susurra Roberto Aleandri en la apertura de Bronce, el tercer disco de Atrás Hay Truenos. “Todo” incluye el trabajo de tres años en el estudio, dando nueva forma a las obsesiones recurrentes de una banda que necesitaba reinventarse. Los de Neuquén habían llegado a Buenos Aires con su disco Romanza (2012), en donde se mostraban como una banda instrumental sedienta de rapidez y distorsión. Al año siguiente se sacaron esta etiqueta con Encanto (2013), un disco de canciones en las que Aleandri tomaba el micrófono para darle una voz emocional inédita a la banda. Su seguidor, Bronce, mostró que Atrás Hay Truenos había dejado de ser una banda instrumental pero no había abandonado su fascinación por las texturas instrumentales y la experimentación de estudio. En la ambiciosa producción de la banda se escuchan todos los pasados de la banda y todos los futuros que podían imaginar. Con Bronce, Atrás Hay Truenos se deconstruía para preguntarse cómo podía sonar una banda de rock en su época.
Bronce toma su inspiración de los procesos artísticos, del limbo inquieto que existe entre la idea inicial y la obra final. La banda retomaría esta búsqueda dos años después con la salida de Bronx (2018), un álbum de versiones alternativas de las canciones de Bronce con material descartado del proceso y nuevos arreglos adicionales. Ideado como una contracara inversa, Bronx comienza con “Interminable”, el final instrumental de Bronce, pero en una versión cantada en donde Aleandri promete: “Otro cigarro más, hasta el final.” – Eric Olsen
08. 107 Faunos – Creo que te amo
2010 – Discos Laptra
Un grupo numeroso de jóvenes sorprendían en 2008 con un disco debut homónimo de canciones simples y alegres, que parecían contener un universo dentro de cada una de ellas. Por entonces, 107 Faunos era una de las bandas protagónicas de la ola de indie platense que se compartía de boca en boca en una época anárquica de internet que propiciaba la descarga gratuita de material. El límite solo era la memoria de nuestra computadora. El segundo disco de 107 Faunos, Creo que te amo, llegó dos años después y consolidó el imaginario que se volvió el núcleo de sus siguientes creaciones: amistad, amores, drogas y postales platenses. Odiados y amados casi en partes iguales, la banda insigne de Discos Laptra logra emocionar con sus canciones que jamás pasan los 3 minutos de duración y que invitan al repeat (cuando terminan sus shows, no es raro escuchar el pedido de “todo de nuevo” en vez de “una más”). El fervor de sus presentaciones en vivo al momento de “Noche spooky tropical” o “Pretemporada”, son tesoros compartidos de una juventud que encuentra refugio en la poesía cotidiana y la convierte en hit. Como toda obra gigante, el segundo disco de los Faunos no se queda solo en un formato: al año siguiente estrenaron la película Creo que te amo, que plasma y expande los paisajes cotidianos de nuestros antihéroes favoritos en la ciudad de las diagonales. – Rodrigo Piedra
07. Mueran Humanos – Mueran Humanos
2011 – Blind Prophet Records
Tras radicarse en Berlín, Mueran Humanos plantó las bases de su estilo en 2011 con una placa auto-titulada. “Horas tristes” abre el disco con un ambiente gélido: la voz recita con calma versos oscuros, acompañada de sintetizadores casi fúnebres que van ganando en potencia con cada compás. Más adelante, “Corazón doble” retoma la elegancia y precisión del krautrock; “Leones en China” invita a entrar en un trance nebuloso de distorsión y sintetizadores; mientras que “Cosméticos para Cristo” ofrece una declaración de principios: “Porque todo lo feo alimenta/Porque todo lo hermoso cansa y desgasta.” Cerca del cierre, “Monstruo” ratifica esa fascinación por vivir afuera de la norma. Desde su debut, Carmen Burguess y Tomás Nochteff experimentaron con un sonido que ellos mismos definieron como death pop. Aquella apuesta más adelante los consagraría gracias al brutal desarrollo de la relación entre eros y thanatos en su obra. El leitmotiv de este álbum bien podría resumirse en una frase de su coterráneo Roberto Arlt en El juguete rabioso: “Yo no soy un perverso, soy un curioso de esta fuerza enorme que está en mí.” – Laura Camargo
06. Coiffeur – Conquista de lo inútil
2014 – Quemasucabeza / Estamos Felices
Coiffeur recibió la década con un nuevo sonido. En su EP Nada (2012), el cantautor de Morón abandonó su guitarra criolla característica para presentar cuatro canciones electrónicas y minimalistas. Guillermo Alonso profundizó esta búsqueda el año siguiente con Conquista de lo inútil, álbum que reinventó su sensibilidad pop. Fuera de su vieja zona de confort y arrojado en un universo desconocido de sintetizadores y bases programadas, la voz de Alonso respira un aire fresco. Lo sorprendente de Conquista de lo inútil es lo natural que suena Coiffeur en su nuevo hogar. No hay prueba y error, ni lugar para una adaptación gradual, Alonso parece haber estado listo para hacer electropop desde siempre. Aprovechó la estructura pop y pegadiza de canciones como “Christine” y “Oxígeno” para sintetizar su poesía mejor que nunca. Experimentó con las texturas electrónicas en la instrumental “La piedra cúbica” y “Pieles”. En sus letras aparece una y otra vez la pregunta por la identidad, cómo sobrevivir fuera de su hábitat, qué le pasa al contenido cuando cambia la forma. En su transformación, Coiffeur salió victorioso. – Eric Olsen
05. D.I.E.T.R.I.C.H. – Providencia
2014 – Sadness Discos Group
Durante la primera mitad de la década, las bandas de la escena porteña no contaban con millones de reproducciones en plataformas de streaming ni miles de seguidores en Instagram. Salir una noche por la ciudad era una gran interrogante, un recorrido por centros culturales que resistían clausuras municipales y apostaban a la convocatoria de proyectos desconocidos. Eran pocos los proyectos que contaban con una real convocatoria y Dietrich era el más misterioso de ellos. La banda liderada por los productores Rodrigo Cursach y Hernán Corera se había vuelto conocida por sus épicas presentaciones en vivo de post rock electrónico interpretado por seis o siete encapuchados. La propuesta era contundente y el grupo ni había sacado su primer disco.
Frente a esta presión, Dietrich respondió redoblando la apuesta. Providencia llevó más de tres años en completarse y es uno de los discos más ambiciosos de su tiempo. Las versiones grabadas de las canciones “Panamericana” y “Campeón Metropolitano” son un registro preciso de la fuerza viva de sus shows y de todo lo que estas composiciones podían llegar a ser. En Providencia, Dietrich está más cerca de sonar como una orquesta de himnos que como una banda, su producción es enorme y meticulosa, sin descuidar el factor emocional de todo ritual. Dietrich apuntó a la grandeza con un disco conceptual acerca de la inmortalidad del arte sobre la mortalidad de su creador. Unos años después de su salida la banda se disolvió en silencio, pero su obra sobrevivió. – Eric Olsen
04. Mi Amigo Invencible – La nostalgia soundsystem
2013 – Fuego Amigo Discos
La nostalgia soundsystem es un montón de emociones desordenadas en una distopía donde los animales tomaron el control. Las ruinas son un espejismo de un pasado perdido, lo salvaje florece de las paredes de la monotonía y la libertad revolotea como pájaros en el cielo. Paisajes distorsionados, relieves sinuosos y caídas desoladoras le dan una tonalidad melancólica a este universo que se expresa entre lo caótico y la calma. Las sensaciones van cambiando de forma, más cercano al orden de lo natural que al de la razón; riffs de guitarras extravagantes se combinan con un juego de voces que exploran un nuevo sendero. Transformándose canción a canción, dejando su piel en el camino, Mi Amigo Invencible entregó un disco con una naturaleza inmensa y contaminada artificialmente de unos colores resplandecientes. – Juampa Barbero
03. Diosque – Constante
2014 – Quemasucabeza
Constante salió de la nada y lo cambió todo. Ninguno de los discos que Diosque había producido antes, sea el collage electroacústico de I Can Ción (2007) o las canciones sensibles de Bote (2011), podían adelantar lo que el músico tucumano logró con su tercer álbum. Y la manera de hacer pop electrónico en Argentina no sería la misma después de Constante. Diosque tomó distancia del género para tirar la primera piedra y darnos una manera de entender el pop que todavía sigue en boga.
El sonido de Constante es instantáneo, la producción logra un híbrido del gen dance con cumbias mutantes y electrónica espacial. Las influencias toman varias formas, beats, melodías, sintetizadores, pero el ritmo está ahí, palpita como una inspiración elemental. Las letras de Juan Román son contundentes, queman y quedan grabadas, con reflexiones sobre sí mismo (“Hablo de más, canto de menos”, “Parece que soy un bicho de culto”) y poesías metafísicas (“Aprovecho la eternidad mientras viva”, “Y yo qué hora seré”). Constante es una obra inspiradora e imposible de imitar. – Eric Olsen
02. Juana Molina – Wed 21
2013 – Crammed Discs
Cuando llegó en la primavera del 2013, Wed 21 se sintió como un momento consagratorio para Juana Molina: los frutos de años de esfuerzo y exposición frente a un país que solo le negó espacios. Que ella haya perseverado es en sí mismo algo digno de celebración, si consideramos que su discografía en un contexto de pocas referentes visibles y en un sistema que continuamente atenta contra la auto-confianza necesaria para seguir. Y sin embargo Juana creyó en su trabajo. La cultura no tuvo más opción que ponerse al día, y el recambio generacional llenó sus shows en vivo de juventud que la conoció antes como música que como actriz. Gente que bailaba.
Wed 21 no solo representó un quiebre comercial para Juana Molina, sino que sacudió los cimientos mismos de su aproximación a la composición. Para entonces, había dominado una fórmula singular: la de ir apilando capas de sonido, partiendo de un primer elemento instrumental hasta formar una estructura lineal que se va agigantando hacia adelante. Este maridar de lo acústico y lo electrónico, de drones y loops, le valió a Juana la designación de folktrónica, etiqueta que minimiza la personalidad de su música y dejó de calzar en el instante en que se montó una Gibson SG. La dinámica de las canciones pasó a ser otra. En lugar de ir acumulando secciones melódicas o percusivas, Molina empezó a dispararlas todas en simultáneo. Los temas subieron los tempos, y lo que se perdió en hipnotismo y duración fue compensado en contundencia y texturas nuevas. Un dejo de candombe, un guiño al post-punk, un alineamiento con el rock, pero siempre al servicio de una voz individual y desprejuiciada.
Así y todo, Wed 21 es un triunfo por el simple hecho de encontrar a Juana Molina en plena forma, totalmente entregada a su potencial melódico y armónico. Algunas instancias de esto: la inmediatez del bajo en “Eras”, los patrones rítmicos del track homónimo, la distinción deliberada entre los ruidos y sonidos de “Ferocísimo”, los punteos y las voces ascendentes que irrumpen como pensamientos intrusivos en “Sin guía, no”, el solo de la insuperable “Ay, no se ofendan”. A seis años de su lanzamiento, sigo volviendo a Wed 21 y puedo ver todo lo que me atrajo al disco en primer lugar. Veo al “bicho auto” y a la “bichapong weerasethakul”. Veo las patas invisibles, la hormiga pasando y a todas las edades encarnadas en un mismo cuerpo. Sobre todo, veo un final feliz para una persona que finalmente se permitió cantar canciones sin letra y ponerse a bailar. Veo a una Juana más libre. – Bartolomé Armentano
01. El Mató a un Policía Motorizado – La dinastía Scorpio
2012 – Discos Laptra
La dinastía Scorpio representa, en retrospectiva, el eslabón definitivo para la consolidación de ese sonido que El Mató buscó desde sus inicios y cristalizaría más adelante en La síntesis O’Konor. Por primera vez, la banda se tornaba profesional y sentaba las bases para repensar lo indie desde un lugar cualitativo pero sin dejar la humildad. Tomaron en serio su lugar en el mapa musical y su aceptación fue explícita: “Ahora somos nuevos creadores de rocanrol.” Dejaron de ser “la promesa” platense para convertirse, gradualmente, en un fenómeno desterritorializado que trasciende fronteras.
A diferencia de los discos precedentes, La dinastía Scorpio supuso una producción novedosa para el indie nacional. El álbum escapaba de la obturación y se llenaba de matices, en gran parte gracias a la inclusión formal de un tecladista –Chatrán- que llevó el sonido a un nivel superior. La evolución de El Mató como banda y la mejora interpretativa de Santiago Motorizado fueron notables. “Mujeres bellas y fuertes”, “Chica de oro”, “Más o menos bien”, “Yoni B”, “Nuevos discos”: cada canción tiene su propia identidad como himno imprescindible, despegándose de ese sonido Laptra de las primeras épocas pero sin traicionarse.
Las letras siguieron siendo breves, con esas frases sueltas tan características, pero la poesía alcanzó una forma más lograda. En la última frase del disco podemos encontrar un mensaje cifrado, la justificación definitiva para entender este álbum en el podio. En “El fuego que hemos construido” Santiago canta “Ya nada va a ser igual.” Desde la salida de La dinastía Scorpio, ya nada lo fue. – Guido Arch