Una vez más esa época del año: balances. Como cada año, el staff musical de Indie Hoy selecciona sus discos favoritos de los últimos doce meses y se compilan en esta única lista que combina múltiples estilos, lo nacional con lo internacional, lo más conocido y lo que pasó por debajo del radar. Confeccionar listas de este tipo implica que muchos buenos discos queden afuera: para que se den una idea, fueron 143 títulos votados pero en la lista entran sólo 50. Un año particular, con muchos recitales internacionales y lanzamientos en medio de turbulentos sucesos, que no hizo más que confirmar que la música es ese escape que todos necesitamos, ya sea haciéndola o escuchándola.
Cada día, de hoy al viernes, se liberarán diez nuevas posiciones de la lista: hoy del 50 al 41, mañana del 40 al 31, y así sucesivamente hasta llegar al viernes con las primeras diez ubicaciones. Si hacen clic en las tapas, pueden ir a la plataforma digital que ofrece el disco en streaming. Algunos títulos también tienen una reseña completa, previamente publicada, que pueden leer siguiendo el link que aparece al lado de la firma del autor.
Esto no es una competencia, es más bien una lista de discos que recomendamos y que deberían integrar sus carpetas de música 2015.
Independiente
En mayo del 2015 Buba Luma presentó el EP Amor Satelital. Con dos años de existencia, el proyecto que llevan adelante los hermanos Armando y Juan Verdaguer demostró no estar pegado a ninguna forma ni búsqueda específica. Si bien hay influencias del pop psicodélico, vaporwave, retrofuturismo, entre otros; lo que queda claro es que a la hora de componer, este dúo no piensa en etiquetas. Incluso escuchando trabajos anteriores se puede percibir cómo el sonido es cada vez menos "concreto", sin respetar parámetros o trazar una línea en particular. El EP tiene cuatro temas y mientras está sonando el último ("Tutankamon") resulta difícil pensar en cómo se llegó hasta ese punto. Justamente eso es lo más interesante y placentero: esto no es mental, Buba Luma es de otro planeta. Amor Satelital es el resultado de una profunda experimentación y para escucharlo solo hace falta un cuerpo sin resistencia, dispuesto a dejar entrar esos sonidos, sentirlos y permitir que convivan ahí adentro hasta estallar. Santiago Scauso
Captured Tracks
Luego de su debut como solista con N.A.P. North American Poetry (2014, Captured Tracks), y de haber acompañado durante varios meses como telonero de gira a su amigo Mac DeMarco, el artista uruguayo radicado en Nueva York desde hace una década presenta un segundo álbum cargado de cuestionamientos existenciales que son abordados con un humor sincero y espontáneo. Es posible percibir cierta despreocupada sabiduría por parte de Juan Wauters en sus declaraciones a lo largo del disco que contiene 13 canciones, todas de breve duración, algunas de ellas protagonizada por melodías bastante entrañables (en ese sentido totalmente recomendadas “Woodside, Queens” y “Grey Matter”). Reseña completa - Laura Camargo
Babycat Records/Because Music
Stéphanie Sokolinski, más conocida como SoKo, apareció este 2 de marzo con un nuevo disco bajo el brazo. Luego de tres años desde su primer lanzamiento en el mundo de la música, retomó los micrófonos en la ciudad de Los Ángeles para grabar de forma independiente su segundo álbum titulado My Dreams Dictate My Reality. SoKo apostó al cambio (tanto estético como musical) y hay que decir que sorprendió para bien. Con una sensibilidad característica y un par de acordes en el momento justo, la francesa de 28 años se propuso llevarnos de paseo por sus rincones íntimos y por ritmos bien bailables y de más está decir que lo logró. - Reseña completa - Florencia Garrido
Concepto Cero
Shaman Herrera, el trovador patagónico establecido en la ciudad de La Plata, dejó de lado el aspecto más experimental y creó un disco mucho más cancionero. Sueño Real, editado por el sello Concepto Cero, fue producido por Ernesto “Neto” García (Julieta Venegas, Natalia Lafourcade) y cuenta con participaciones de Santiago Barrionuevo (Él Mató a un Policía Motorizado), Nunca Fui a un Parque de Diversiones, Federico Terranova (Fútbol, Orquesta Típica Fernández Fierro), Sara Hebe y Marina Fages. Ya sin hacernos pasear por los desiertos grises de Chubut, Shaman y los Pilares de la Creación nos sumergen en un mundo mucho más oscuro e inquietante. “La Sed”, el tema de apertura, nos toma de la mano y nos lleva dentro de una nebulosa perfectamente graficada en el arte de tapa de Juan Francisco Sánchez. Llanto, optimismo, dudas, emoción y un sinfín de sensaciones son cantandas en planos folclóricos amalgamados con una banda netamente rockera. Sueño Real es una puerta abierta a otro de los tantos universos imaginarios que Shaman tiene dentro de su cabeza. Un mundo que si bien es onírico, uno de los mejores discos nacionales del año 2015 hizo que el sueño sea real. Juan Facundo
Columbia Records
Sin dudas es entendible pero a su vez injusto, el por qué Leonard Cohen no sea un rostro popular impreso en las remeras de los fanáticos del rock de todo el mundo. A ver, lo digo desde el enojo pero lo entiendo, porque el rock siempre fue reflejo de estilos de vida descontrolados y llenos de excesos. No volemos demasiado. Esto son simples caracteres sobre uno de los grandes discos de este año, y, siempre cuando Cohen saque un disco nuevo, será uno de los principales títulos al pasar raya. No es fanatismo, es sentido común. Cohen es ese tipo blanco que es capaz de meterse en una favela jodida de Rio, pareciendo ser un tipo blando, y lograr a base de respuestas perfectas, talento y carisma, el aprecio de todos al poco tiempo. ¿El por qué? Su clase, él es un caballero, que supo respetar locuras, ser amigo de ninfómanas y adictos a la heroína, comunistas, tibeteanos, ser influenciado por Federico García Lorca y de hasta fingir ser un actor para engañar a una Janis Joplin no muy sobria, y así pasar con ella una noche en el Chelsea Hotel. Can't Forget: A Souvenir of the Grand Tour es un disco en vivo que recoge rarezas, versiones y grabaciones en pruebas de sonido, más piezas que quedaron en el camino durante su última gira Old Ideas Tour. “La Manic” es la vuelta de Cohen al francés gracias al poeta y cantante quebequés George Dor, en una nostálgica carta de un obrero de la construcción de una central hidroeléctrica, el diálogo con “Joan of Arc” es una exquisita gema lírica existencial y la versión de George Jones de “Choices”, son los puntos altos de una obra íntima y fundamental para estos días de tanto amor liviano alrededor de la música, de la mano de este poeta, novelista, cantante, guitarrista, fabulador lirico, nacido en Montreal ya hace 81 años, quien nos sigue dando firmes muestras de su legado, su eterna influencia, de su mundo después, paralelo (al decir de Cobain en “Pennyroyal Tea”) para revelarnos que todavía está ahí, muy vivo (al igual que su enorme y obligatoria obra), y nosotros afortunados de poder seguir teniéndolo. Alejandro Hoffman
Domino Records
Después de colaborar con Daft Punk en su disco Random Access Memories (2013, Columbia) -en una de sus mejores canciones, “Doin’ it Right”- Noah Lennox, más conocido como Panda Bear, publicó este año su quinto álbum de estudio: Panda Bear Meets the Grim Reaper. El miembro de Animal Collective sigue su camino solista en paralelo, demostrando que nada lo detiene para hacer música. El artista estadounidense radicado en Portugal (hay un documental del proceso de creación y producción en los estudios de Lisboa), nos invita a escuchar canciones que nos hacen reflexionar, bien lejos del pop que sólo busca divertirse. A su manera, nos lleva a los cielos con diamantes de los Beatles, o a pasear junto a los roborts rosas de Flaming Lips. Panda Bear crea una atmósfera onírica propia; entusiasma con sus sonidos electrónicos y su voz tan dulce como aniñada. Su álbum es un rico viaje introspectivo; ese gusto espacial de la psicodelia. - Reseña completa - Paula Moreton
Volante Discos / Fuego Amigo Discos
En un diciembre extraño, filmando unas sesiones en vivo para Los Días (Pablo Acosta) en Invisible, su propio y gran estudio de grabación, surgió algún comentario de los que nunca terminan de cerrarse. Fue algo como “algún día voy a venir a grabar acá”. A lo que Pablo respondió algo como “¿cuándo? En dos semanas, ¿ponele?” Fue ahí que, sin dudarlo, me tiré de cabeza a la pileta vacía.
Me parecía divertido jugar a componer algo como experimento. Con mi hermano fui con la idea de una strato con mucha reverb y que él le pusiera sus dedos mágicos. Y con Gusti Monsalvo, fui a buscar lo que sabía que iba a encontrar, un niño elefante, un “provincia de buenos aires” de El Mató… hasta el momento parecía que iba a salir un disco acústico, pero dejamos los crudos en manos de Pablo con una única condición: que los hiciera mierda. Palabras textuales. Y sí, reventó todo y lo llevó al espacio. Reseña completa - Mariano di Césare
Drag City
Joanna Newsom obtuvo notoriedad en la consciencia popular a mediados de los ’00 por aparecerse como una figura tan talentosa como anacrónica: una arpista que hacía uso de su clásico instrumento para grabar sesiones orquestales de diez minutos, sobre las cuales flotaban cuentos acerca de la vida de Lola Montez, o de osos explotados por crueles monos patriarcales. Tal idiosincrasia pavimentó su camino hacia una reputación de estrella para la escena independiente, alguien capaz de tomarse varios años entre discos con la certeza de que sus seguidores la aguardarán fidedignos. Musicalmente, Divers aglutina, sintetiza y perfecciona todos los sonidos y estilos que la narradora de Inherent Vice ya ha bordado anteriormente, pero manteniendo firmemente una cohesión e identidad propia: es una celebración de todo lo que hace a Joanna Newsom maravillosa. La conclusión que saca la multi instrumentalista del recorrido es que el “tiempo es un síntoma del amor” y no viceversa; y finalmente se concilia con la finitud de la vida aceptando la celebración de la existencia y todo lo que se pueda lograr dentro de sus confines. Divers es el mejor disco de su artista. Puede tratarse sobre la crueldad del tiempo, pero Joanna Newsom no tiene nada que temer al olvido: ella es un tesoro completamente atemporal. Reseña completa - Bartolomé Armentano
Ferreyra
Dos años después de su disco debut, los porteños Té King publicaron este noviembre su segunda entrega, titulada sin rodeos Vol II. Damián Cubilla y Aquiles Cristiani se consolidan como maestros de los climas en canciones concisas, de ensueño y que remiten a cierta geografía. Cambiando el método de producción y la lista de colaboradores (que esta vez incluye a Betty Confetti, Antü Filardi Sabín, Siro Bercetche, y demás), los ocho temas que integran Vol II funcionan como un refresco entre tanta psicodelia que caracterizó este año, balanceando sutilmente las melodías pop (“Los amigos”, “El futuro”) con los paisajes más misteriosos e introspectivos (“Cristal”, “Jabón de los milagros”). Rodrigo Piedra
Reprise
Su trigésimo disco de estudio es la reencarnación de un Neil Young poético y activista, junto con The Promise of Real, grabado con Lukas y Micah, hijos de Willie Nelson, en directo, en una sala de cine, sin uso de auriculares ni cabinas de grabación. Comprometido con una causa crítica contra la multinacional de productos agrícolas Monsanto, por su uso de OMGs, que amenazan con contaminar los alimentos con tratamientos químicos y así destruir lo puro y perfecto que nos da la madre tierra, para propio beneficio corporativo en pro de una producción manipuladora y enfermiza, solo pensando en las divisas. He ahí el eje ideológico de este disco. The Monsanto Years son grandes canciones folks de guitarras eléctricas, con grandes riffs, bien cerca del Young de Crazy Horse, lejos de la vanguardia y la experimentación. Lo trascendental de de esta obra, es lo básico como modelo del pasado hecho canciones, el hombre sin máquinas, con sus instrumentos, con algo para decir y porque luchar, canción protesta, algo grande para celebrar, como un símbolo, que algunos consideran repetido y equivocado en tiempos de hiper estimulación sensorial, donde se busca de los iconos, muestras de algo que nunca se haya hecho. La música celebra un trabajo sin opulencias y arreglos sobrecargados, buscando empatizar con esos los nuevos rebeldes que están detrás de monitores de plástico de la nueva era. Neil sigue fiel a su estilo, lo que no es poco, identidad es la respuesta y le deja a sus herederos un nuevo legado, la calma y el rock de protesta, junto a los hermanos Nelson y a su banda de grandes músicos de la vieja escuela, pueden generar una nueva revuelta. El pasado huele a futuro, las viejas modas son la respuesta, uno de los discos del año, entre tanto caos, de un hombre de 70 años con espíritu veinteañero. Alejandro Hoffman
Independiente
Si bien el sonido de este cuarteto coquetea bastante con la música funk, y la mayoría de sus temas resultan siendo bastante cómicos y aptos para las pistas de baile; la banda inicialmente tenía la aspiración de acercarse musicalmente a Tame Impala o Mac DeMarco, artistas que en todo caso ya habían sido versionados por el cantante Renzo a través de su canal de Youtube, dejándole a canciones como “Ode to Viceroy” y “Feels Like We Only Go Backwards” un acabado final más cercano a la cumbia que al de himnos del rock anglo. Tal parece que la tendencia hacia la celebración de lo popular por parte de Renzo estaba presente desde aquel entonces, y terminó por apoderarse de Gativideo, otorgándole a la espontaneidad un rol fundamental dentro de su música. Reseña completa - Laura Camargo
Crang / Echo Drug / Drone Rock Records
Sin lugar a dudas, una de las bandas que estuvo pisando fuerte este año, fue Kill West. Oriundos de la zona sur del Conurbano Bonaerense y ya con un EP homónimo bajo el brazo, el quinteto está formado por Franco, Nicolás, Mariano, Joel y Martín en la guitarra, la batería, sintetizadores, el bajo y la segunda guitarra respectivamente. A través de Crang Records (sello que también apadrina a Las Kellies, Nairobi, Yataians, entre otros artistas locales), el 11 de junio de 2015 vio la luz el primer disco de larga duración del grupo y fue bautizado bajo el nombre Smoke Beach. Tomando claras influencias del rock psicodélico, una cuota de stoner y algo de garage, el quinteto de la ciudad de Quilmes se sumergió entre pedales de reverb y fuzz y le dio nacimiento a un disco que no tiene desperdicio desde que comienza hasta que termina. Con las voces casi en segundo plano, Kill West nos hará mover la cabeza con sus melodías y con solos largos, una batería hipnotizante y líneas de bajo bien pesadas y casi repetitivas. Para el verano, para compartir con amigos entre algunas cervezas o simplemente para disfrutarlo porque sí, Smoke Beach tiene el nombre muy bien puesto y nos hará viajar a desiertos inhóspitos o hacia donde la música nos lleve. Florencia Garrido
Unclan Discos
El primer disco de larga duración del proyecto de Fausto Benetti cuenta con 8 canciones, algunas incluidas en un primer EP que presentamos en enero. El nombre de este trabajo es un claro guiño al tema de los Beatles “With a Little Help From My Friends“. Benetti también aclara que en el momento de grabar el álbum estaba distanciado de su pareja y pudo realizarlo gracias al amor de sus amigos, todos ellos del sello Unclan, fundado por él y sus amigos en la ciudad de las diagonales. El disco fue grabado entre octubre de 2014 y enero de 2015 en el estudio El Rastro y producido por Juan Garuda. Fausto y los Isotónicos siguen con su sonido platense, melodías simples, guitarras que no paran y letras cotidianas. - Reseña completa - Matías Ferreyra
Matador
Desde aquel tímido e imponente primer encuentro con el merecidamente aclamado Impersonator, Majical Cloudz ha encontrado la forma de fortalecer el minimalismo de sus construcciones. El dúo, que desde lo etéreo inventa emociones para luego destruirlas, enaltece su propuesta con Are You Alone?, reinventando matices para empujar la ligereza del ser. Con respuestas a viejos interrogantes sobre la recurrida e inescapable soledad, los canadienses tiñen viejos miedos de optimismo, optan por una salida que escapa a la muerte y se refugia en el amor. La voz de Devon Welsh, conmovedora y atrapante, sigue siendo la gran protagonista del disco. La madurez compositiva del sensitivo Mathew Otto aporta al disco la perfecta armonía desde donde erigir el aquejado sentir de Welsh. El resultado es un reconfortante y necesario viraje introspectivo lleno de confort y, ante todo, hermosura. - Agustina Checa
Jagjaguwar
La impetuosa resonancia de percusiones marciales nos recibe durante los primeros segundos de “Newspaper Spoon", canción con que inicia el primer álbum de este cuarteto canadiense que regresa luego de presentar durante 2014 Cassette, EP que solo pretendía ser una introducción al sonido de la banda. Con su auto titulado debut, Viet Cong se adentra un poco más en la oscuridad, entregando una descarga de post-punk crudo, con riffs ásperos, acompañado de una dinámica en la que coros y sintetizadores permiten la construcción de melodías laberínticas. Este álbum viene entonces cargado de una fuerte energía bélica y catártica distribuida en siete canciones, algunas de ellas con una estructura muy poco lineal y más bien anárquica. En todo caso, parecería ser que con este disco Viet Cong se entrega sin recelos a la introspección y retoma la bandera del post-punk fraguado con fiereza, tal como lo hicieron las chicas de Savages con su elogiado Silence Yourself hace un par de años. - Reseña completa - Laura Camargo
Cool Ghost Records
Pablo Neptuno anuncia en la biografía de su Bandcamp: “no se aprovechar el tiempo de estudio”; consecuentemente, Licenciado en administración es un oda a la ruptura de toda concentración esquemática y rígida, generando -en parte intencional y en parte accidentalmente- un disco que muta y cambia de color con facilidad y soltura; pero sin embargo, no parecieran haber detalles de su trabajo descuidados ni irresponsables –por más que al sintonizar el “juego” de la obra, nos quiera hacer creer eso. Paradójicamente, lo que parece aleatorio es orgánico. El sonido de una procastinación muy elaborada. Se trata de una producción meticulosamente casera –dicho así porque de esta condición parte su sonido, no siendo solo detalle contextual de su génesis; y no por tal el resultado suena desprolijo ni a medio hacer, como nos acostumbra la estereotípica bandera que enarbolan los defensores del audio accidentado y de mala calidad. - Reseña completa - Francisco Fradi
Pop Art
El segundo disco de los muchachos de Villa Crespo muestra una madurez digna de alguien que pasó su juventud en las pistas de los queridos y olvidados años '80. Haciendo una mezcla perfecta entre el funk y el rap, Lo’ Pibitos mantienen la alegría de sus canciones demostrando que no todas las segundas partes son malas y que incluso pueden ser mejores que las primeras. El disco tardó en llegar pero, como su nombre lo indica, no iba a salir hasta estar perfectamente cocinado. Producido por Guido Ruggiero, alias El Dog, una de las voces, y Juan Lucas Arbe, el percusionista, Lo’ Pibitos muestran a lo largo de 11 tracks el crecimiento musical y la destreza para tocar varios estilos y combinarlos dentro de una misma canción. A punto caramelo es puro groove y cuenta con varios arreglos instrumentales, en su mayoría comandados por los teclados y sintetizadores de Martín Aguilar. El nombre del disco funciona, además, como un hilo conductor del mensaje que la banda quiere transmitir. Todas las canciones parecen ser consejos, advertencias y observaciones que te proponen disfrutar la vida. Algo así como “Saber Vivir” pero con muchísima, pero muchísima más onda. Al llegar al último track, sabés que ya estás a punto caramelo para salir a la calle y pasarla bien. Reseña completa - Franco Vacchetta
Warner Bros.
La relación del ser humano con la tecnología y lo peligrosa que puede resultar la misma es la excusa para que Muse vuelva a sonar. El sonido electrónico y dubstep que habían sumado a su disco anterior, The 2nd Law, quedó a un lado, llenando las canciones con guitarras distorsionadas, un bajo envolvente y una batería que se lleva todo por delante. Después de leer libros que hablan sobre el avance tecnológico en la guerra, Bellamy quedó obsesionado con el uso de drones en la guerra: “Sos asesinado por control remoto” canta en “Reapers”. Además, el disco tiene dos intervalos bastantes curiosos: el track “Drill Sargeant” donde se escucha una conversación entre soldados y “JFK”, un sample de un discurso del difunto ex presidente de Estados Unidos en el que le habla a un grupo de trabajadores de un diario sobre la importancia de la prensa libre. Co-producido por Robert “Mutt” Lange, quien supo trabajar con Def Lepard y AC/DC, Drones cuenta con un gran trabajo compositivo en lo musical. No pierden la complejidad para armar riff poderosos y fáciles de corear para una audiencia. Y, como el piano nunca puede faltar en un disco de este trío, “Mercy” se postula como un himno donde el frontman suplica por su vida. El último track es el que le da nombre al disco. Es una composición armada con muchas voces de Bellamy, formando un canto de iglesia antiguo en el que anuncia el final de esta historia. ¿Cómo termina? Todos son asesinados por drones. Franco Vacchetta
Sargent House
Abyss se adentra y explora una oscuridad ya propuesta por Chelsea Wolfe en su anterior disco: Pain is Beauty, por lo que no sorprende que cada una de las canciones de su más reciente trabajo contengan una especie de romanticismo teñido de post goth. Algo similar sucede con su fuerza melódica, de la que ya había dado indicios, no sólo en el ya mencionado Pain is Beauty, sino que también su segundo trabajo discográfico: Apokalypsis (2011), en Abyss termina de develarla, sobre todo en temas como "Grey Days", "The Abyss" y "After the Fall". A lo largo de su carrera, Wolfe ha sabido incorporar elementos de metal en su sonido y si bien nunca fue más que un flirteo con ese género, esta vez se atreve más que nunca a externalizar esas rutas metaleras, como lo hace en "Color of Blood" o "Survive". La facilidad con la que Wolfe sabe cómo desplegar toda su furia y cuándo apaciguarla es asombrosa y hacen que Abyss se aún más encantador. No es sólo es su disco más fuerte y ambicioso hasta el momento, sino que además está lleno de una belleza y brutalidad pocas veces vistas en estos tiempos. Daniela Álvarez
Captured Tracks
Mientras que en su primer álbum, el sonido era indudablemente cercano al shoegaze, a su vez que los sintetizadores protagonizaban la generación de atmósferas tan frágiles como apesadumbradas; en su segundo disco, bastante más conceptual, ahondó en dar vida a paisajes sonoros inspirados en recurrentes pesadillas acerca del fin del mundo y el colapso de la civilización humana. Tanto aquella inicial melancolía, como la tendencia retro-futurista de su música están presentes en Deeper. Aunque esta vez el sonido de The Soft Moon se aleja un poco de la herencia post-punk de bandas como Joy Division, y se torna un poco más experimental, optando por guitarras disonantes y atmósferas industriales. El ejercicio catártico que supone The Soft Moon ha servido de vehículo para comunicar esas ideas propias de esta generación de humanos inmersos en una rutina en la cual la frontera entre lo virtual y lo real resulta cada vez más difusa. En Deeper, su autor se adentra en medio de aquellos sentimientos de desconcierto y angustia, y es cautivadora la forma en la que construye un universo sonoro alrededor de ellas. Reseña completa - Laura Camargo
Merge / Wichita
Katie Crutchfield continúa desmarañando sus problemas personales a través de canciones, y lo bien que nos hace. Ivy Tripp es el sucesor del tan aclamado Cerulean Salt (2013, Wichita Recordings). En esta tercera entrega bajo el nombre Waxahatchee hay una búsqueda mucho más pop: "Under A Rock", "La Loose", "Summer of Love" pueden sonar medio Sheryl Crow pero con aires menos felices. Por momentos la cosa se pone más guitarrera ("Poison", "The Dirt") y por otros suena más a su anterior trabajo ("Blue", la exquisita "Air" y el gran cierre de "Bonfire"). El título del disco es un término que ella misma acuñó para ese momento de la vida propio de los veinti o treintipico en el que no se tiene un rumbo, a diferencia de nuestros padres o abuelos que a esta edad tenían las cosas más o menos resueltas. Procesar sentimientos a los 26 años no es fácil, pero Crutchfield es una mujer bella y fuerte que da un agigantado paso de madurez entre disco y disco. Rodrigo Piedra
Transgressive / Mom & Pop
Alan Palomo, el texano nacido en México, se hizo un nombre en el circuito independiente detrás de una banda de músicos proficientes y el pseudónimo de Neon Indian, con el que terminó de ser coronado como realeza del chillwave. En su tercer disco, VEGA INTL. Night School, Palomo empuja hacia el límite las tendencias musicales que había esbozado en trabajos anteriores, dejando de lado la introspección onírica para celebrar las discotecas. Al igual que en M83 y el reciente soundtrack de It Follows, hay un dejo nostálgico kitsch que nos lleva a los años en que reinaban los sintetizadores; pero el más reciente álbum de Palomo no tiene un pelo de anticuado. VEGA INTL. Night School es el disco más bailable del 2015: una fiesta en la década equivalente a los ochenta de algún planeta lejano y fluorescente, donde Prince está en lista VIP. Bartolomé Armentano
Fuego Amigo Discos
El título La danza de los principiantes evoca un riesgo, una torpeza y a la vez una pureza del acto en movimiento: un impulso que lleva a que el baile exista a pesar de y contra lo que sea. La música de Mi Amigo Invencible, que viene abriéndose paso desde el 2007, no es precisamente principiante pero sí mantiene esa pureza de danza, de “bailar mal” cuando se podría “bailar bien”. Ya desde La nostalgia soundsystem (2013, Fuego Amigo Discos), ellos denuncian la enfermedad de “creer en el discurso de lo correcto”. La danza que proponen es una falta de esa comodidad, de esa tranquilidad. La danza... gana fuerza en el equilibrismo, en el trapecismo en que otras bandas se darían la cabeza contra el suelo. Quizás el mayor mérito de este disco sea consolidar un estética de la canción, de producción y de lenguaje de la banda mendocina. En este sentido, si La nostalgia… formaba una continuidad con Relatos de un incendio a partir de una evolución fruto de refinar y pulir, La danza… genera la continuidad a partir de un viraje, de una mutación que sin embargo, no abandona del todo el camino marcado por su anterior obra. Y en este aspecto, genera una consolidación estilística potente, que posiciona a MAI en un lugar privilegiado entre las bandas emergentes de la escena argentina. Reseña completa - Francisco Fradi
Carpark Records
Líderes de la actual escena emergente de Massachusetts, Speedy Ortiz obtuvo notoriedad tras el lanzamiento del estupendo Major Arcana en el 2013, que les valió no sólo aclamación crítica y un culto de oyentes devotos, sino también gastadas pero válidas comparaciones a la camada de bandas independientes de los ’90 como Helium, The Breeders y Pavement (dato de color: el cuarteto de Northampton ya ha salido de gira con todos estos graduados de la promoción del ’95; y su front-woman Sadie Dupuis hasta tuvo una girl-band tributo a Stephen Malkmus llamada Babement). Los Speedy ya habían coqueteado con una desviación en su sonido en Real Hair, ese huracán arrollador en forma de EP que nos regalaron el año pasado. Foil Deer, su más reciente trabajo discográfico, evidencia no sólo un cambio indisputable en su música, sino también una clara evolución. La marca registrada de Speedy Ortiz prevalece: guitarras desprolijas, feroces y acrobáticas abundan; como lo hacen también los innumerables riffs inusuales y hooks memorables. Tampoco faltan el feedback, la distorsión y los crescendos que amenazan en explotar en ruido, hasta que finalmente lo hacen para volver a una frase sónica más acogedora: se incorporaron sintetizadores, capas de ornamentación, y simplemente arreglos más intrincados. Las guitarras suenan más pesadas y no estarían fuera de lugar en un disco de Slint, pero simultáneamente esconden más que nunca melodías pop. Reseña completa - Bartolomé Armentano
True Panther
Tobias Jesso Jr. comenzó su carrera siendo bajista de una banda llamada The Sessions y colaborando con desconocidos artistas de teen pop pero su sensibilidad compositiva captaron la atención del ex bajista de Girls, Chet JR White, e hizo que este pusiera sus ojos en él luego de que Jesso le enviara un demo de su canción "Just a Dream". Teniendo esto en cuenta no resulta extraño que tiempo más tarde el mismo White terminara puliendo el sonido de Goon junto a Patrick Carney de The Black Keys, Ariel Rechtshaid (productor de artitas como Kylie Minogue y Vampire Weekend) y John Collins de The New Pornographers. Rupturas amorosas, una estadía un tanto decepcionante en Los Ángeles y el enterarse de que su madre padecía cáncer llevaron a Jesso a dejar sus instrumentos por un tiempo y volver a su casa de la infancia en Vancouver; allí es donde el músico encuentra el viejo piano de su hermana y decide aprender a tocarlo a los 27 años. Resulta interesante que menos de dos años después el piano se convirtiría en una de las piezas claves de Goon (por no decir LA pieza) y que lo ubicaría a Jesso como el nuevo "piano man". Es inevitable escuchar este disco y no comparar a su autor con cantautores norteamericanos de los 60 y 70, desde Harry Nilsson, pasando por Emitt Rhodes hasta el favorito de Jesso: Randy Newman. Dicho esto, también cabe mencionar los guiños a Elton John en canciones como "Can We Still Be Friends", otros a Paul McCartney en "Leaving LA" y "Crocodile Tears" y hasta al maravilloso Nick Drake en "The Wait". No cabe dudas de que Tobias Jesso Jr. es un artista en una era musical equivocada y nosotros agradecidos por eso. Daniela Álvarez
Independiente
Luego de su primer disco homónimo, que recibió una gran aceptación de su público, Los Espíritus volvieron este año con Gratitud. El álbum está integrado por un puñado de diez canciones que siguen en la senda del sonido tan particular que logró la banda comandada por Maxi Prietto y Santiago Moraes. Gratitud fue grabado en marzo de este año en solo cuatro días en los que transformaron el Club Plasma en un estudio de grabación recolectando micrófonos, cables, instrumentos y demás para crear uno de los discos del año. Las canciones son marcadas por el beat de un blues del año 2015, dejando atrás cualquier prejuicio del género, entrando en trance con un chamán que consume LSD en Constitución. Si el primer trabajo fue una catapulta para el grupo, este es sin dudas los deja bien parados para seguir caminando por el cerco de la música viajera del sigo XXI. Matías Ferreyra
Jagjaguwar
Inútil es intentar escapar a aquella convención social que nos invita a buscar en la vida, amor por sobre todas las cosas. Sin embargo, pocos realmente se han detenido a considerar las diferentes manifestaciones que este amor pueda tomar. ¿Qué tal si además de inmenso, este amor fuera múltiple? ¿Estaríamos capacitados para sentirlo en su plenitud? Esta sensacional experiencia, cortesía de Unknown Mortal Orchestra, propone explorar una nueva gama de posibilidades del sentir condensadas en nueve canciones de ineludible magnetismo. Multi-Love es el nombre del tercer larga duración de la banda que, hace poco más cuatro años, lidera el intrigante Ruban Nielson. Para todo aquel que admira la implacable crudeza de sus primeras producciones y, sobre todo, aquel tinte de férrea psicodélia que impregnaba a cada una de sus dulces melodías, Multi-Love puede resultar un tanto confuso. Para aquel que envidia la capacidad de UMO de reinventarse y otorgar frescura a sensaciones clásicamente exploradas, Multi-Love es una grata experiencia, producto de una sed insaciable de nuevos estímulos. Escuchar este disco indudablemente implica una toma de posición. Que celebre el desafío del renacer y se adapte a los nuevos requerimientos de la experiencia UMO, o bien, que reproche vivir en un mundo donde todo parece suavizarse y termina engrandeciendo a los inescapables dominios del pop. Una vez realizada la advertencia, la opción es suya. Reseña completa - Agustina Checa
Ribbon Music
Lower Dens anunció la llegada de su tercer disco ensalzándolo con la promesa de expandir el sentir de una banda que parecía sentirse cómoda en ciertas, no tan joviales, emociones del alma. Para todos aquellos habituados al minimalismo de sus construcciones y la crudeza de sus exigencias sensoriales, Escape from Evil parecía cada vez más una necesidad que una premisa. “Tenemos que dejar de ser gente miserable haciendo discos para gente miserable” fue, en palabras del líder Jana Hunter, lo que motivó la partida de Lower Dens en el arduo camino a la “salida del mal”. Mal cuya verdadera identidad queda a merced de la necesidad del oyente. Escape from Evil es el resultado de esa necesaria operación de reinvención que se vale de la síntesis de sus propios elementos para arremeter hacia la trascendencia. Nuestro sentir, transformado en el transcurso de la proeza, es mero daño colateral frente a la grandeza de las intenciones que impulsaron la búsqueda, tan efímera como el más honesto de los placeres. Reseña completa - Agustina Checa
Young Turks
El debut solista del líder de The xx es uno de los trabajos discográficos más interesantes del año. De la misma forma en que coloca a su techno-house minimalista en un nivel más alto de sofisticación expresa sus complacencias por el hip-hop y la música dance. A sus veintiséis años, el joven prodigio del indie británico desvía su identidad musical prescindiendo del artificio de guitarras pero sin riesgos de perder personalidad y se sumerge en la coherencia de la mezclas sintéticas haciendo de estas simplezas mayores. Jamie Smith tenía una deuda consigo mismo. En el mundo del pop/rock electrónico hacia bastante que su nombre era sinónimo de revelación y la consagración de su figura se había transformado en moneda corriente. Conquistadas todas las bandejas al joven británico le faltaba darse el gusto de grabar en solitario. Ya lo dice el dicho: El que tiene plata hace lo que quiere. Sin embargo, los resultados no son propios del capricho de un ególatra. In Colour es más que un disco minimalista. Jamie coquetea de manera experimental con una tradición electrónica que es bailable que sigue la línea de Caribou o Four Tet, con quien produce “I Know There’s Gonna Be (Good Times)”, una suerte de rap-dance puesto en marcha con la colaboración de Popcaan y el rapero Young Thug. Tal vez por esto la novedad radica en que los once nuevos track se instalan en un lugar un poco menos oscuro de aquel sonido xx. Reseña completa - Walter Sosa
Discos Dojo
Cada dimensión de la vida puede resumirse en una ecuación espacio-tiempo. El tiempo, arrollador, imponente, sorpresivo. Las distancias, grandes, pequeñas, imperceptibles o determinantes. El segundo disco de la banda que homenajea con su nombre a la primera de las magnitudes físicas es una oda a las Grandes Distancias y cada una de sus implicancias: anhelo, desarraigo, desolación, soledad. La nueva producción de La Suma de Los Tiempos es un intenso viaje de inmersión, una proeza compositiva de reconfortante coherencia y delicadas sensaciones. Arremete contra el oyente y lo obliga a prestarse a catárticas emociones con un exquisito paisajismo noise. Agustina Checa
Asthmatic Kitty
Carrie & Lowell es un logro desde todo punto de vista. En sus quince años en actividad, Sufjan Stevens entregó grandes discos en los cuales el folk se abría a lo barroco, lo orquestal y lo electrónico. Pero luego de cinco años desde su último álbum, el opulento The Age of Adz, demuestra que a veces crecer es despojarse y nos ofrece, probablemente, el mejor trabajo de su discografía. Con una desnudez reveladora, tanto lírica como sonoramente, Sufjan aborda el conflictivo vínculo con su madre y el duelo luego de su fallecimiento. Teje con maestría un puñado de canciones, que entrelazan la tristeza de la pérdida y la difícil búsqueda de sentido con melodías de delicada belleza, sin resultar en un trabajo que se abandone a la depresión o la oscuridad. Un tono susurrado y de reposo atravieza el disco, que encuentra dentro de la coherencia temática e instrumental, la riqueza y variedad necesaria para brindarnos una experiencia movilizadora y trascendente. Mariano Rosales
Discos Río Bueno
En la prehistoria de Astro, cuando estos niños aún no habían editado su primer álbum, pero cuando ya te batían en la cara cosas como “No tengo miedo a las masas te tengo miedo a ti” (“Drogas mágicas“, 2009), se mandaron un remix de “Hasta la verdad” de Javiera Mena, un spot sentimental de aceptable orientación al electropop. El resultado de la intervención fue una ficción de la pretensión de despojo que estipulaba la versión original. Suprimir lo mundano, lo ordinario y orientarlo a la ficción. Eso es pop y eso es lo que hace Astro. Es el 2015 y Chicos de la luz es el segundo disco de la banda comandada por Andrés Nusser. Tiene diez canciones y basta leer algunos títulos de estás para confirmar como continúan metidos en esta especie de imaginario chamánico psicotropical con coqueteos de blando Jodorowsky y explícita ufología. Reseña completa - Sebastián Caraballo
ATP Recordings
Carmen y Tomás nos entregan 9 canciones que se traducen en poco más de media hora de fríos y contundentes compases. Con una producción impecable y tras haber llamado la atención del prestigioso sello británico ATP Recordings, a través del cual fue lanzado este disco, podríamos asegurar que el dúo argentino está indudablemente cosechando el producto de más de 7 años haciendo ruido en diferentes rincones de Europa. Aunque las letras siguen siendo recitadas en español, con la misma solemnidad y convicción que en sus álbumes anteriores, el espíritu de la escena berlinesa y del kraut-rock es palpable en muchas de las atmósferas que propone Miseress en canciones como “Mi Auto”, mientras que en la canción homónima que abre este disco, se pueden vislumbrar ciertos sonidos que remiten a canciones del Skying de The Horrors, dentro de la precisión y sobriedad de sus sonidos sintetizados. Luego en “El Círculo”, las letras una vez más dejan en evidencia la eterna disidencia de Mueran Humanos: “No puedes entrar en el círculo, no puedes respirar nuestro aire, porque nacimos para estar descalzos sobre las cabezas de los reyes”. Luego podemos sumergirnos en la oscura y bailable densidad hipnótica que propone “El Vino De Las Orgías”, y en la amplitud de efectos sonoros que trae “La Torre de La Hora” durante poco más de 7 minutos. Con este álbum, lanzado hace apenas unas semanas, la banda que acepta ser una anomalía y no encajar en ninguna escena, una vez más consigue conjugar magistralmente brutalidad y elegancia. Laura Camargo
dBpm
Lo nuevo de Wilco no sólo sorprende por su repentina aparición y todo lo que ella conlleva, sino también por su sonido: podemos decir que la banda se puso sónica (o cósmica tal vez). Ya desde el nombre se nos induce a pensar en eso pero, tratándose de una banda en constante movimiento entre el alt country y el pop psicodélico (ahí están los imprescindibles Sky Blue Sky y Yankee Hotel Foxtrot), no imaginábamos que podrían darle una nueva vuelta de tuerca a su característico sonido. Y no sólo eso, podemos decir que se pusieron más concisos que nunca, ya que estamos ante un disco de poco más de media hora de duración, cosa infrecuente desde sus primeros trabajos. Star Wars es el disco más urgente de los de Chicago, hecho comprobable incluso en las letras, que si bien no llegan a ser tan directas y reflexivas como las de Sky Blue Sky, (salvo “Taste the Ceiling” que sí va por este camino), dentro de su simpleza estructural -ver si no la letra de “More…”- dejan lugar para la abstracción, las rimas y la aliteración. El noveno álbum de la banda, si no contamos sus dos colaboraciones con Billy Bragg y su álbum en vivo, deja de lado lo retro y lo conocido y les permite reinventarse una vez más. Resta saber cuál será su próxima jugada. Reseña completa - Julio Pérez
Island
How Big How Blue How Beautiful es más grande todavía de lo que anuncia su nombre: Florence Welch ha alcanzado un nivel de elocuencia en su escritura que no solo hace del disco algo exquisito de oir líricamente sino que también traslada al oyente a lo más profundo de las experiencias personales que inspiraron las canciones con un intimismo que lo hace único. Y es que a diferencia de sus dos trabajos anteriores, este álbum es el más personal de todos y por lo tanto también más honesto y hasta frágil; en palabras de Florence: “Ceremonials estaba muy obsesionado con la idea de escape o la trascendencia a través de la muerte, pero el nuevo álbum se convirtió en tratar de aprender cómo vivir y cómo amar en el mundo en lugar de tratar de escapar de él. Lo cual es atemorizante porque no estoy escondiendo nada, pero se sentía como algo que tenía que hacer”. Esa oleada de catarsis post ruptura que es este tercer disco de la banda te choca de frente con fuerza, te hunde, te hace tragar agua salada en enormes cantidades y te desespera, hasta que finalmente vuelve a la calma y te deja tomar una bocanada de aire solamente para volver a arrastrarte otra vez. Reseña completa - Rocío Teves
Matador
En un 2015 que desplaza al rock cada vez más hacia un costado de la constelación musical, Kurt Vile aparece como una figura anacrónica. Si no lucía ya excesivamente desconectado de su entorno, ahora lo termina de hacer: desenchufó las guitarras eléctricas de su lanzamiento definitivo Wakin’ on a Pretty Daze y dio un vuelco casi total hacia lo acústico en B’lieve I’m Goin Down, su último disco de estudio. Precisamente, estas composiciones lidian con la desconexión. B’lieve I’m Goin’ Down empieza y termina con el pelilargo contemplando su reflejo en un espejo y en una foto respectivamente. La paleta sonora es exactamente la que se puede esperar del músico de Filadelfia: el sexto álbum de este muchacho es melódicamente cálido, predominan tanto los acordes arpegiados como el fingerpicking, y tiene dejos de folk, country y singer/songwriter. B’lieve I’m Goin’ Down se siente tan efímero como una bocanada de humo. No hay tanta evolución presente como sí condensación y reafirmación de sonidos anteriores, con algo más de instrumentación que sirve para ornamentar a los temas con sutilezas, dotándolos así de autonomía. Esta es una entrada perfectamente respetable en la discografía de uno de los mejores cantautores de nuestros tiempos. Reseña completa - Bartolomé Armentano
Geiser Discos
Ibiza Pareo es un dúo conformado por dos ex YiLet (Ani Castoldi y Marina La Grasta) que se decidieron a entrar a la pista de baile por la puerta del hi-fi. Con una producción mucho más lograda –no solo en tanto trabajo técnico sino formal- que en sus anteriores proyectos, el disco debut homónimo rastrea influencias diversas en función de un trance constante que remite a Xxyyxx, Grimes y The Fin aunque también a Melody’s Echo Chamber. Las canciones se desenvuelven con un ritmo que entremezcla la importancia fundamental de los bajos y baterías pero también una rica diversidad de sonidos exóticos –pianos, marimbas y flautas, muy percusivos pero sin dejar de ser melódicos- que transportan la danza a playas lejanas del humo bolichero. Afortunadamente, la energía de este primer album no deja de entenderse como una continuidad con los anteriores proyectos de sus miembros –tanto YiLet como Rumanians- con un aire de mayor frescura, como si hubieran cosechado un lenguaje más concreto en el cual plasmar sus intenciones de hacernos bailar. Misión cumplida. Reseña completa - Francisco Fradi
Republic / XO
Abel Tesfaye nos habla de la imposibilidad de amor profundo y tradicional en su vida desde "Real Life", el primer corte de este álbum tan criticado por sus seguidores de larga data al ser una incursión casi descarada al pop y la escena mainstream. En su defensa, no por ello The Beauty Behind The Madness deja de ser confesional y salvaje. El canadiense, una vez más expone sus vicios, miedos y convicciones al mejor estilo de Amy Winehouse en canciones como “Tell Your Friends” y “Often” que dan cuenta de su desenfrenada vida luego de alcanzar el éxito como artista. Tras este giro en su carrera, y gracias a su pasión en la interpretación vocal masculina y presencia sobre el escenario, también ha recibido comparaciones con el ídolo Michael Jackson. De cualquier forma, invitados de lujo como Lana Del Rey en “Prisoners”, su composición lírica bastante directa y picante, además de ritmos cercanos al R&B -incuestionablemente sensuales y aptos para las pistas de baile-, le abrieron paso a esta producción en las listas hasta llegar al número 1 en Billboard apenas a un mes de haber sido lanzada. “They tell me not to fall in love, that shit is pointles…” y “When I’m fucked up, that’s the real me…”, entre otras tantas líneas perpetúan el legado sincero y autocompasivo de Abel, mientras que el poderoso groove de canciones como “The Hills” y “Can’t Fell My Face” -que por cierto en realidad no hablan acerca de amor, sino de adicción a la cocaína-, lo catapultaron como uno de los nuevos maestros del pop y lo llevaron a conquistar el éxito masivo que nunca negó estar buscando, aunque el precio, sin dudas, haya sido alejarse del estilo que marcó con su aclamado Trilogy. Laura Camargo
4AD
Art Angels es el mejor trabajo de la canadiense a la fecha: una sinfonía pop cuya sensibilidad invita al baile ya no en los confines de tus auriculares sino en la magnitud de una discoteca. El LP germinó de cómo ejecutivos llamaban continuamente al sello de Boucher para solicitar al responsable detrás del “sonido de Grimes”, como si su trayectoria no hubiera podido ser mérito de todo su trabajo, talento y esfuerzo. La cantante de "Oblivion" rechaza la idea de que una mujer en el pop es un mero vehículo para los dotes de un productor, por lo que produjo por primera vez enteramente por su cuenta. Art Angels reemplazó así la catarsis y la victimización de todo lo anterior por un sonido más renovado y agresivo que nunca, reflejo más apropiado de quién es ella hoy. Para continuar evidenciando semejante autonomía, la autodidacta no se limitó a su comando inmaculado en la electrónica, sino que aprendió también a tocar violín, batería y guitarra. Boucher, estandarte de la autogestión, se postuló como la estrella pop menos pensada con uno de los mejores discos del género en los últimos años, pero cierra Art Angels afirmando: “I’ll never be your dream girl”. Tan atravesada por la contradicción, podría ser una digna sucesora tanto de Britney como de Prince según le plazca. Reseña completa - Bartolomé Armentano
Domino
La banda inglesa Hot Chip publicó este año su sexto disco, el más soft y elegante. Arranca medianamente arriba con “Huarache Lights”- un single con gancho que recuerda a la apertura de Reflektor de Arcade Fire– pero cuando se ponen funkies siempre mejoran (“Started Right”, “Easy to Get”) y hacen recordar a Taylor cantando “I´m sick of the motherfuckers trying to tell me that they´re down with Prince” (“Down with Prince”), allá en 2004. En un disco siempre hay una canción que va cuajando de a poco, “la gota que horada la piedra”. En mi caso es “White Wine and Fried Chicken”. Después de escucharla algunas veces, descubrí la razón: una balada simple, un soft-rock setentero y unas letras llenas de satisfacción. Junto a “Burning Up” (esta con voces mucho más sintetizadas y una letra bien punk) demuestran que Hot Chip se mueve bien en ese registro, sin arriesgar mucho y conmoviendo con poco. Reseña completa - Pablo Scoufalos
Interscope / Aftermath / Top Dawg
Kendrick Lamar usó To Pimp A Butterfly, su tercer disco de estudio, en forma de espejo para que la sociedad norteamericana se vea reflejada en él y así poder escupirle en la cara. Lejos de querer retratar la vida de alcohol, drogas y violencia en su barrio de Compton, California, Kendrick toma herramientas del soul, el jazz, el funk y el R&B para despacharse con el disco de hip hop y rap más importante de nuestra década. Desafiante, agresivo, introspectivo y crítico, el autodenominado nuevo rey del rap abre el disco con un funk plástico de la mano de George Clinton (Funkadelic) que indica lo vertiginosa que será la escucha. Por ejemplo, mientras otros artistas afroamericanos hicieron canciones para protestar contra los asesinatos en manos de la policía por motivos raciales (Prince con “Baltimore”, para nombrar uno), en “The Blacker the Berry”, Kendrick dice “So why did I weep when Trayvon Martin was in the street? When gang banging made me kill a nigga blacker than me? Hypocrite!”. De esta forma le pide a la sociedad negra no ser hipócrita y que si bien no debe callar los abusos policiales, también necesita cuestionarse los asesinatos entre pandillas. To Pimp A Butterfly deja hits como “King Kunta”, “These Walls” o “I” y también varios pasajes instrumentales donde Kendrick se recita un mismo poema. La última sorpresa llega al final en “Mortal Man”, cuando Lamar mantiene una conversación con la voz verdadera de 2Pac Shakur. Juan Facundo
Captured Tracks
Los colores tenues y texturas infinitas, cuasi-espaciales concebidos por Mac DeMarco, provocan una experiencia inmersiva en quien oye, de la cual es difícil desprenderse, tal vez porque precisamente cada una de las canciones tengan por sí mismas un peso importante por su bella singularidad, pero a la vez, todas en su conjunto, orbiten alrededor de un mismo astro que las funde en un placentero viaje hipnótico. El ánimo festivo del verano y el cálido claustro del más insípido invierno conviven de una manera increíblemente armónica cuando transitamos el camino que propone el álbum, pudiendo pasar de oír el primer track “The Way You’d Love Her” a su contiguo “Another One” y llegando a puntos de alto clímax como sucede en “A Heart Like Hers” (increíble canción de gran introspección y alto vuelo), sin dejar de estar en un mismo lugar de sutil atmósfera psicodélica. A pesar de que este disco sigue una línea de continuidad con los anteriores trabajos del muchacho canadiense, se puede percibir como un efecto bisagra dado el grado de madurez que desarrolla, lo cual coloca en quienes ya lo hemos disfrutado, como tal vez también en quienes estén por hacerlo, una gran expectativa y ansiedad por lo que vendrá en el futuro. Reseña completa - Luca Casado
Mom & Pop / Marathon Artists / Milk!
La poesía volvió al centro del mapa con el disco debut de la cantautora australiana Courtney Barnett, aunque decir debut sea bastante injusto: su primer EP data de 2011 y desde entonces no se detuvo en ningún momento, tocando en cientos de escenarios y liberando singles en formato digital y 7". Pero Sometimes I Sit and Think and Sometimes I Just Sit sí es la consagración de la muchacha que explora el folk y la psicodelia al mejor estilo Kurt Vile pero con letras que pueden remitir al Alex Turner de Whatever People Say I Am..., canciones sobre lo cotidiano, los detalles de la vida urbana pero relatadas con un grado de precisión que asombra: "Depreston", por ejemplo, es el mejor tema del disco y el disparador es la compra de una casa. Con el grado de proliferación con el que se maneja Barnett (ninguna de las canciones de este LP está incluida en alguno de sus EPs previos), sin dudas estamos ante una prometedora nueva figura de la música que, en esta lista, se inscribe como el debut del año. Rodrigo Piedra
Discos Laptra
Quizás la mayor fortaleza de Bestia Bebé radica en su inusitada evolución, en un estilo muy propio que se aleja de lo que fuera en algún momento Go-Neko , la banda en la que Tom Quintans, -actual voz y guitarra del grupo- se destacaba como un baterista tan experimental como certero; proyecto cuyos desprendimientos fueron a parar a otras nuevas aventuras–como La suma de todos los tiempos- y cuyo estilo lidiaba con referencias que nada tienen que ver con el lenguaje que Bestia Bebé se encarga de construir hoy por hoy. Mucho del valor y del bagaje que acarrean estas canciones se puede observar –y disfrutar- más conociendo esta sana contraposición de propuestas; la apuesta de Go-Neko era la fluidez del sonido, de la mezcla, del cuelgue ruidoso –algo que pareciera haber heredado en parte La Suma-; Bestia Bebé apostó en su primer disco -y ahora en este redobla- por la canción, con resultados mucho más que interesantes. Jungla de Metal 2 tiene una forma auténtica de concebir la canción pop, en un espectro que toma su camino propio, un sendero que refina el de su anterior lanzamiento como una bifurcación. Reseña completa - Francisco Fradi
Warner Bros
Desde su debut en el 2008 con Antidotes, mucha agua ha pasado bajo el puente para Foals. Aquel cúmulo de influencias que iban desde el math rock, el afrobeat y el funk según la lectura de los Talking Heads hasta el post punk no es que hayan sido dejadas de lado, pero fueron absorbidas de manera tal que hoy lo reconocemos como un sonido propio. Las multitudes que los siguien hoy en día deberán dejarse abrazar por el halo sombrío que tiñe cada una de las diez canciones que componen What Went Down. Desde el vamos, con el tema que da título al disco, pasando por la grandilocuencia de “Mountain at my Gates” y “A Knife in the Ocean”, la falsa calma de “Albatross”, la invitación al baile alla Kasabian que se pudre al final de “Snake Oil”, los Foals dejan al descubierto su costado siniestro. Hasta los elementos más luminosos (esa guitarra afrobeat de “Night Swimmers”, la percusión tribal e hipnótica de la mencionada “Albatross”, la explosión épica de la segunda mitad de “Lonely Hunter”) están teñidos de una cierta oscuridad que les sienta muy bien a las composiciones de los comandados por Yannis Philippakis. Veremos si esa densidad los despega del resto y consolida definitivamente. Reseña completa - Julio Pérez
Parlophone
Después de doce años de espera, la banda liderada por Damon Albarn y Graham Coxon editó un disco, grabado su mayor parte en Hong Kong, ciudad donde quedaron varados en 2013. Por eso, podemos decir que esta placa llega a nuestros oídos de “casualidad”, ya que si no cancelaban su show en aquella ciudad no sabemos lo que podría haber pasado. En The Magic Whip, la agrupación nos lanza algunas buenas señales. La primera, que como grupo están más unidos que hace algunos años y que no tienen problemas en seguir juntos; y la segunda, que no todas las bandas que vuelven luego de algunos años tengan que hacer productos un poco más “tacaños” en lo que respecta a creatividad y calidad. Es saludable ver que Blur no tuvo que vivir de Blur para sacar el disco. No necesitó reminiscencias directas a lo ya hecho y eso es sin duda una muestra de lo buenos y creativos músicos que son. Pero por otro lado, el disco no parece tener el alma de la banda, y como se dijo más arriba, el hecho de hacerlo “a las apuradas” y “de casualidad” jugó un papel importante para que los temas no tengan tanto espíritu de banda sino más bien, el que tiene en su cabeza Damon Albarn. De todas formas, son pocas las agrupaciones que hayan estado varios años separados, que hoy por hoy pueden sacar un disco de esta calidad. Por eso, creo que lo mejor que nos deja The Magic Whip, es que Blur está vivo y que podemos esperar discos de muy buena calidad en el futuro. Reseña completa - Mono Rubino
4AD
Durante diciembre del año pasado, muchos nos conmocionamos con la noticia de la hospitalización de Bradford Cox tras haber sido golpeado por un auto. Tan avocado a compartir sus desgracias y con el humor negro que lo caracteriza, el artista publicó una selfie usando cuello ortopédico con el epígrafe “Can’t move much. Incredible pain.” Luego de tal suceso, no era de esperarse que en menos de un año, Deerhunter, el más popular de los proyectos musicales que lidera, estuviese estrenando un nuevo álbum, pero así ha sucedido y sus canciones son, una vez más, una muestra de la visión de un personaje como Bradford, para quien la vida desde el comienzo ha sido una perpetua lucha contra la naturaleza misma (a causa de padecer el síndrome de Marfans tuvo una infancia y adolescencia marcadas por complicaciones físicas de todo tipo), y por otra parte, un combate por permanecer cuerdo ante la ansiedad y lo difícil que podía resultarle el llevar una vida social “normal” para alguien de su edad. Si bien estos temas han sido una constante en toda su discografía, Fading Frontier aborda esa lucha sin fin entre la parálisis y la acción. En ese sentido, el álbum resulta una especie de anecdotario de historias que reflejan aquella batalla. La música de esta banda de Atlanta no deja de deambular por los pasillos de la desesperanza, bordeando sentimientos de desahucio, pero con Fading Frontier parece elegir apostar por permanecer del lado más luminoso y seguirlo intentando. Reseña completa - Laura Camargo
Bella Union / Mistletone / Sub Pop
La sutileza ha sido una de las banderas distintivas de la música que este dúo de Baltimore nos ha entregado durante esta década. Desde 2004, de un disco al otro, Victoria y Alex han dado vida a delicadas canciones que surfean melancólicos compases manteniéndose fieles a su estilo y reforzando una estética misteriosa y encantadora, al mejor estilo de los primeros filmes de Sofía Coppola. Depression Cherry llega para perpetuar su legado de refinadas melodías down tempo, en las que con frecuencia la voz de Victoria se desliza entre secuencias sintetizadas buscando mimetizarse. La decisión de la banda de prescindir del uso de la batería; y en su lugar volver a usar samplers para la percusión -como utilizaron durante sus primeros álbumes-, le brindó a esta entrega un carácter de marcada discreción y sencillez, similar al de Beach House (2006, Carpark Records) y Devotion (2008, Carpark Records). Con su quinto álbum, la dupla Legrand/Scally parece dar otro importante paso en la arquitectura de un lenguaje propio, presentando una creación que parte de lo introspectivo para acercarse con gracia a lo universal y sublime. Reseña completa - Laura Camargo
One Little Indian
Vulnicura, la más reciente entrada en la discografía de Björk, es una colección de nueve canciones segregadas como tríptico que detallan cronológicamente la disolución y ruptura de su relación con el artista Matthew Barney. La palabra titular tiene su origen en el latín y significa “cura de las heridas”: Vulnicura es un periplo a través de las emociones más oscuras, y la eventual búsqueda catártica de sanación para un corazón roto. ¿Qué podría haber lanzado la islandesa luego de Biophilia, que lidiaba conceptualmente con la vastedad e interconexión de nada menos que el universo? Literalmente lo opuesto: una exploración de su propio micro-cosmos privado. El break-up album es algo tan antiguo como ese mismo formato: detractores estarán tentados a hacer acusaciones de vanidad o auto-complacencia, pero el desamor es una temática tan universal como cualquiera de las desarrolladas en Biophilia, y que luzca microscópico es algo enteramente relativo. demuestra un peso lírico mayor que nunca en el corpus de Björk. Sentarse a escucharlo es una experiencia visceral y emocional, meritoria de todas las lágrimas que suscite: es escritura confesional, es su Blue de Joni Mitchell. La artista logró en éste medio lo que Ingmar Bergman ya hizo en celuloide con Escenas de la Vida Conyugal: un análisis relacional definitivo basado en el conflicto doméstico. Björk siempre ha anticipado que lanzaría sus mejores discos de adulta, acercándose y pasando los cincuenta años, y Vulnicura sólo respalda esa afirmación. Es increíblemente gratificante que tan adentrada en su carrera, ella saque lo que realmente es uno de sus máximos trabajos. La islandesa es vanguardia, y luego de tantos años, sigue en el 2015 empujando los límites de lo posible. Björk es una de las artistas más importantes de la historia. Ella puede estar con el corazón roto, pero volvió a capturar el de todos nosotros con éste clásico instantáneo. Reseña completa - Bartolomé Armentano
Universal
Uno de los discos de los que más se habló sin aun haber salido a la venta y que más expectativas generó en lo que va del 2015 fue sin dudas el de Tame Impala. La banda liderada por Kevin Parker edita nuevo material después del aclamado y consagratorio Lonerism (2012) y se mueve hacia adelante en su nuevo disco, sin por ello perder el gen psicodélico.
La psicodelia según la banda australiana no se reduce a los sonidos característicos de los 60 y eso queda en claro en Currents (Interscope), en el que toman el control los sintes y las programaciones dignas de los 80 pero siempre con un pie en el futuro. Con abundante uso de efectos de voz y en las guitarras Tame Impala le añade un carácter bailable y a la vez barroco a sus nuevas canciones. “Let It Happen”, que abre el disco, es una clara muestra de ello. Grandilocuente y con un sonido inicial que es algo así como el sonido de la felicidad, el tema de más de siete minutos de duración es el mejor comienzo que podía tener el disco y marcará la tónica del mismo: baile, experimentación, psicodelia y espíritu soul.
No sólo el mencionado tema pide pista. A lo largo de toda la obra, Parker y los suyos nos inducen al baile. Pueden sonar tanto autotuneados como Daft Punk (el mencionado “Let it Happen”) así como al Michael Jackson de Off The Wall (“The Moment”, “The Less I Know The Better”) sin por ello perder la esencia. Las búsquedas y la ejecución son las mismas pero el sonido se expande. Quizás algo de eso tenga que ver la fuerte participación de Kevin Parker en el último disco de Mark Ronson (Uptown Special), en cuyo proceso se debe haber empapado en soul y R&B, que es lo que este disco respira. No sólo en los temas más “bailables” sino también en los más introspectivos (“Yes, I’m Changing”, “’Cause I´m a Man”).
Si bien el disco suena esperanzado, lo cierto es que también es un disco de ruptura, en el que Parker exorciza demonios y se posiciona como personaje principal de sus canciones. Honesto y frontal, a veces discutible (como en el estribillo de “’Cause I’m a Man”), el líder de Tame Impala mira hacia el futuro según su visión de las cosas. En esta búsqueda el todo puede resultar imperfecto, cómo no (resultan medio inexplicables los temas tipo interludios como “Nangs” y “Gossip”, que no aportan demasiado en cuanto a lo sonoro), pero como en toda búsqueda, lo que queda es la satisfacción final, que llega con un muy buen cierre como es “New Person, Same Old Mistakes”.
Tame Impala pone alta la vara para quienes vengan después de ellos, como Temples, Toy o Unknown Mortal Orchestra, porque no sólo generan un disco de transición con Currents sino que expanden el sonido de la nueva psicodelia hacia lugares que todavía otros no se han animado, contaminándolo del pop más radial y menos intelectual que pueda haber en la vuelta. Resta esperar, por ahora tenemos Tame Impala para rato. Julio Pérez