La década de los 90 fue la época dorada del britpop. Durante esos años Oasis y Blur, dos de los máximos exponentes del género, se sacaron chispas y popularizaron una de las grandes rivalidades de la historia de la música, la cual, por supuesto, supieron comercializar. Igualmente, el conjunto liderado por los hermanos Gallagher no tenía una enemistad con el comandado por Damon Albarn. De hecho, se sabía que era todo una puesta en escena y que debajo de todo el palabrerío y los disparos públicos, la relación entre ambas partes era buena.
Sin embargo, había otra banda con la que Albarn no era tan cordial cuando se cruzaban en algún evento: se trataba de Skunk Anansie, grupo que representaba la antítesis del britpop. Aunque no lograron el éxito de Oasis o Blur, el cuarteto londinense comandado por Skin fue haciéndose cada vez más popular a medida que pasaban los años, llegando a su punto máximo de fama en 1999, año en el que fue headliner de Glastonbury.
Un odio que no tenía motivos claros
Al recordar su época de gloria, Skin le dijo a NME (vía Far Out): “Amamos a los Gallagher, ¿sabes? Damon [Albarn] siempre nos odió. No diría que hubo problemas, pero no es agradable cuando entras en una entrevista y lo primero que escuchas es que no le agradas a Albarn. No sé cuál era su puto problema, pero al final no importó”.
Por otro lado, en una conversación con The Independent afirmó: “No puedes culpar a Oasis. Yo no era la mayor fan de Blur. No les gustábamos y ellos tampoco a nosotros. Damon Albarn me odia. No sé por qué. Con el resto de la banda me llevo bien. Cada vez que me cruzaba a Damon, siempre era como si yo fuera una molestia”.