Metronomy se coronó como una de las bandas de synthpop más importante de la década. Tras el éxito de álbumes como The English Riviera (2011) y Love Letters (2014), la agrupación británica se volvió un referente para la siguiente generación de músicos abocados al pop protagonizado por teclados. De hecho, los incluimos en nuestra selección de 100 mejores discos de los últimos 10 años.
En la entrevista que Joseph Mount (líder del grupo) nos concedió en días previos a su show en Buenos Aires, el músico de 36 años adelantó que en su visita al país tocarían temas de toda su discografía, aunque también aprovecharían para estrenar en suelo argentino temas de su nueva placa titulada Metronomy Forever. Mount y compañía cumplieron esa promesa durante su recital en el Teatro Vorterix el pasado domingo 15 de diciembre.
La apertura musical de la velada estuvo a cargo de Juan Mango, conocido también como líder de Usted Señálemelo. Durante su set, el joven artista argentino aprovechó para repasar temas de su disco debut en solitario Ochocientos envolventes al sol. El ambiente ensoñador y cargado de psicodelia suave que proponían sus canciones resultó ideal para empezar la jornada.
Cuando llegó el turno de Metronomy, la banda subió al escenario para abrir con “Lately” y un solo de teclados desató euforia en un público que esperaba desde hace cinco años para ver de nuevo a esta formación. Es preciso resaltar que, como suele ser costumbre, los miembros del grupo estaban uniformados. En esta ocasión, todos vestían mamelucos blancos; conforme avanzó el concierto, algunos de ellos se sacaron algo de ropa para combatir el calor veraniego mientras los juegos de luces acompañaron con dinamismo el clima de cada momento del show.
Más adelante llegaría “The Bay”, uno de los himnos más vitoreados y bailados de la noche. Luego sonaron “Wedding Bells”, “Corinne” y “Reservoir”, temas en los que el público aprovechó para corear tanto líneas de teclado como de guitarra. En vista de la efervescencia del ánimo de sus seguidores, Joseph aprovechó para saludarlos y resaltar que le encantaba que el último recital de la década fuese en una plaza tan efusiva como Buenos Aires.
Uno de los aspectos a destacar de Metronomy es que no es una banda centrada en la figura del vocalista, sino que hay espacio para que brille el talento de cada uno de sus integrantes. Por ejemplo, en “Everything Goes My Way” cobró protagonismo la baterista Anna Prior quien cantó la mayoría del tema mientras era arengada por el público.
En seguida, interpretaron “Walking In The Dark” y una canción instrumental en la que dejaron sobre el escenario a los tecladistas Oscar Cash y Michael Lovett para una especie de duelo de sintetizadores. Al volver a la tarima, Joseph contó que fue a un mercado de muebles esa tarde y se enamoró de una silla, pero le entristeció no poder llevársela a casa. Después pidió que felicitáramos a Michael porque estaba a punto de casarse. En ese mismo lapso de charla, el carismático bajista Olugbenga Adelekan improvisó unas palabras en español para agradecer a la audiencia por tanto cariño.
Luego tocaron “I’m Aquarius”, “Salted Caramel Ice Cream” y “The Look”, canción con la que los ubicados en las primeras filas armaron un pogo amistoso. Cuando llegó “Love Letters”, Mount cantó acompañado de panderetas y agradeció por tener tantos amigos en esta latitudes. Las últimas canciones del show fueron “Sex Emoji”, “Upset My Girlfriend” y “Radio Ladio”. Al cierre de ese emotivo setlist, Joseph afirmó que regresarán al país en uno o dos años. Esperamos que pueda mantener su palabra.
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Foto principal: Jonathan Delgado.