Leonardo DiCaprio es uno de los grandes galanes del cine de los 90 y los 2000. El actor oriundo de Los Ángeles logró a lo largo de su carrera ser la cara bonita de Hollywood pero también forjar una filmografía formidable, siendo uno de los actores fetiche de Martin Scorsese y habiendo trabajado con Quentin Tarantino, además de haber evitado los grandes escándalos de la farándula y manteniendo un perfil bajo en torno a las oscuridades de la fama.
Es por eso que Leo es un profesional más que autorizado para aconsejar a las nuevas figuras que están surgiendo en la industria del cine norteamericana, que en muchas ocasiones puede ser una auténtica picadora de carne y así como ve nacer estrellas, puede verlas morir a la brevedad.
Así, el actor de Titanic le dio dos tips fundamentales a Timothée Chalamet, uno de los actores que más notoriedad ha ganado en la actualidad y cuya fama es cada vez más creciente. “Nada de drogas duras ni películas de superhéroes”, fue el contundente consejo de DiCaprio a Chalamet. Podemos decir que él mismo ha seguido esta filosofía porque es uno de los pocos actores de primera línea de Hollywood que no se rindieron ante los films de superhéroes.
Sin dudas, Chalamet debe haber recibido alguna propuesta desde el mundo de Marvel y DC, pero eso sería alejarse de la filmografía respetable que está construyendo. De hecho, el joven saltó a la fama con Call Me By Your Name -un film más que celebrado por la crítica y el público- y recientemente compartió elenco con DiCaprio en Don’t Look Up de Adam McKay. Ahora se espera su participación en Bones and All de Luca Guadagnino, mientras se prepara para la anunciada biopic en la que interpretará a Bob Dylan.