En medio de la pandemia, Rayos Láser se reencontró con su mejor forma. Luego de haber renovado sus votos al borde de la separación a fines de 2019, el trío formado por Tomás Ferrero, César Seppey y Gustavo “Gringo” Rodríguez dio forma a un trabajo de quiebre dentro de su propia historia. Un álbum que no solo actualizó espiritualmente el quehacer musical del trío, sino que también dio lugar a “Ya me hiciste mal“, un hit que va camino a alcanzar ocho millones de visualizaciones en YouTube desde que fue publicado en agosto de 2020.
“No para. Si bien bajó un poco el rate de views, sigue teniendo 50 mil por día. A veces, 30, a veces 60, pero por ahí”, acota Ferrero. “Una bola de nieve”, sintetiza a su turno Rodríguez. Tanto para ellos como para Seppey, esa canción significó la punta del iceberg de una nueva avanzada en su carrera. La base desde la cual proyectar nuevos desafíos y una tremenda bocanada de aire fresco luego de diez años de trayectoria, vaivenes y, sobre todo, una profunda amistad.
Aunque el grupo viene de suspender tres veces su primer show en Buenos Aires luego de la salida de Un reflejo, su cuarto disco, el resto de la bitácora de viajes recientes del proyecto incluye una gira nacional con paradas en Córdoba, Río Cuarto, San Luis, Mendoza, Santa Fe, Rosario, Mar del Plata y Pinamar, algo que poco tiempo atrás parecía impensado. Ahora, los próximos pasos incluyen una presentación virtual en el festival mexicano Marvin y el regreso presencial a donde comenzó todo: Villa María.
Entre ambos polos –México como mercado prometido y Villa María como lugar de origen-, este trío disgregado, con sus integrantes divididos entre la provincia de Córdoba y la ciudad de Buenos Aires, prepara una reversión muy especial de su último gran hit junto a una figura del pop latinoamericano y desea fervientemente que llegue el momento de pisar tierras aztecas una vez más, luego de un primer acercamiento en 2019, cuando el actual presente parecía algo inalcanzable.
“Es un honor y un placer participar en un evento así. Tenemos varias puntas para desarrollar en México. Tenemos más oyentes allá que acá en Argentina, así que queremos reforzar la pata mexicana”, cuenta Ferrero sobre lo que implica. “Nos escribieron de todos lados. Colombia, Ecuador, Perú, El Salvador. Pero México fue como tipo club de fans. No sé si hay club de fans armado –dice entre risas-, pero hay un aguante… todos los días llega una mención de alguien allá escuchando, o varios mexicanos subiendo su cóver a YouTube”.
“El tema nuevo y el videoclip realmente trajo mucho público nuevo”, acota Seppey con su habitual capacidad de síntesis. “La idea sería, cuando se pueda, organizar un viaje, volver e ir a tocar de nuevo para allá con toda esta ‘nueva ola Láser’”, completa.
Presente y pasado
Esa “nueva ola” a la que hace referencia el músico tiene que ver con lo vivido por el grupo durante el último año y medio. Que la banda haya vuelto a salir de gira después de mucho tiempo, y aun en contexto pandémico, evidencia que no se trata solo de un regreso en forma de números y estadísticas. Aunque sus tres integrantes siempre sostuvieron una amistad palpable en cada interacción que se pueda tener con ellos, Rayos Láser recuperó su lugar como banda de referencia en la escena nacional, algo que comenzó hace casi diez años, cuando de un día para el otro el debut del grupo se hizo realidad y comenzó a llevarse puesto todo lo que tenía a su paso.
¿Este buen presente les sirvió para mirar hacia atrás con otra sensación?
Gringo: No somos mucho de mirar atrás, de añorar, o de ver si podríamos haber hecho las cosas de otra forma. Eso ya lo hicimos al toque. Si cometimos errores, nos dimos cuenta y ahí lo pensamos. Después ya está.
Tomás: Sí nos gusta vernos. Tenemos un registro amplio, no sé si tan incisivo, pero hemos filmado muchas cosas. César tenía una cámara en la que cada viaje había un registro, grabábamos algo. El otro día nos pusimos a ver un par de videos viejos y nos da felicidad.
César: Tenemos una autocrítica de lo que hicimos, de la cuestión musical. Y está bueno, porque en este momento sabemos lo que no nos gusta, lo que no haríamos. Y eso nos lleva a estar reconformes y contentos con el presente de la banda.
Se vienen los 10 años del primer disco, que fue un hito para la escena emergente a nivel nacional. ¿Piensan celebrar ese aniversario?
César: Capaz que lo que habría que hacer sería no festejar los 10 de Rayos Láser sino los 10 años del primer disco. Hacer un vinilo y algún show en vivo temático.
Gringo: Se nos había ocurrido hacer una edición de todos los videos y registros de todas las épocas que tenemos. Un video por los 10 años. Y la otra era hace un recital con invitados, con colegas que nos han acompañado y con quienes nos hemos hecho amigos en el camino.
Tomás: No lo habíamos pensado pero me gusta la idea de hacer algo sobre ese disco más que de la banda. Otra idea era hacer un disco con versiones. Como “Lo que digo” con Raly [Barrionuevo], o esta que sale ahora. Temas de todas las etapas con invitados e invitadas. No nos súper entusiasma, es la verdad. Está bueno, pero si no hay una nafta inicial no creo que lo hagamos.
Hace 10 años ese primer disco se estaba empezando a gestar. ¿Qué recuerdan del proceso creativo compartido?
Tomás: Quizás hoy en 2011 nos estábamos haciendo amigos, una cosa así. Nos conocíamos pero estábamos empezando a juntarnos. César y el Gringo se conocían desde el primer día de la facultad [en la carrera de Composición Musical de la Universidad Nacional de Villa María]. Yo lo conocía a César, que me ayudó a hacer el disco de Parc. Él tenía para grabar cuando yo no tenía ni compu. Y uno de los días que estábamos grabando cae el Gringo y mete unas cosas. Después fuimos a comer y ya nos hicimos amigos.
Gringo: Tomi vivía con la abuela, César con los padres y yo con mi novia, así que mi casa era el juntadero.
César: No recuerdo muy bien cuánto tiempo pasó desde las primeras maquetas hasta grabarlo posta. Se fue dando en un ritmo muy natural, en momentos libres.
Tomás: Con el Gringo empezamos a grabar “Me persigue” y el plan fue hacer el tema y al otro día grabarlo y subirlo a Soundcloud. Ese era el ejercicio. Ahí le mostramos a César, que estaba a full con el New Standard Tuning de la guitarra y sentimos que iba. La premisa era que nos gustaba la parte electrónica pero no queríamos perder la guitarra acústica.
César: Me acuerdo de hacer el arreglo de la acústica de “Lo que digo” y pensar “ah, esto va, está rebueno”. El fogón digital fue un concepto que apareció desde el día 1.
Disparo de onda
Casa vacía, inminente mudanza, micro, compu, placa, colchón. Algunas palabras claves que dan forma al detrás de escena de Rayos Láser, álbum debut que a fines de 2011 apareció como un luminoso opus cargado de futuro. En rigor, era un trabajo de impronta artesanal grabado por tres pibes de facultad que empezaron a pasarla bien haciendo música juntos. Sin pretensiones, el disco terminó siendo el punto de inflexión simbólico de una nueva etapa en la música joven argentina. Una bisagra que alumbró la década pasada con un manto de canciones pop exquisita e intuitivamente arregladas.
Toda esa grandilocuencia está completamente justificada. Luego del lanzamiento de ese disco homónimo, el trío de Villa María comenzó a proyectarse nacionalmente. “Al toque empezaron a pasar un montón de cosas”, resume Rodríguez. De la mano de Pop Art, Ferrero, Rodríguez y Seppey empezaron a mezclarse con referentes de toda una vida como Leo García y Tweety González, y tuvieron experiencias impensadas al inicio de todo, como tocar en el escenario principal de un festival con grilla internacional o abrir shows foráneos de la talla de los Jonas Brothers y Luis Miguel.
“Nunca nos comimos ni medio viaje de nada”, asegura el cantante principal. “De hecho fue algo por lo que nos empezaron a querer mucho. La gente del ambiente decía ‘de dónde salieron estos’”, apoya Rodríguez. “Tomábamos decisiones raras, laburamos menos por eso, podríamos haber tenido mucha más exposición, giras, pero es parte de nuestra onda. Es parte de hoy”, sintetiza Ferrero.
Luego de esa fugacidad de experiencias increíbles, el grupo decidió sostener su base en la provincia de Córdoba y apostar por su visión musical interna. El tiempo pasó y algunas otras cosas no pasaron. En sus dos discos posteriores, Rayos Láser no iba a poder renovar aquel hito de sus inicios y perdería una importante cuota del impulso generado por su auspicioso debut.
En paralelo, el sello que la banda inauguró y ayudó a formar, Discos del Bosque, se transformó en una usina creativa de una nueva línea de compositores pop con amplio bagaje musical. De La Rivera, Hipnótica, Juan Ingaramo, Valdes, Candelaria Zamar y Francisca y Los Exploradores condimentaron aún más ese chispazo inicial de energía combustible en forma de hits con acento local.
Entre 2014 y 2019, primero con Villa Nueva y luego con Un regalo tuyo, el trío de Villa María fue desapareciendo de a poco de ciertos espacios en los que la escena confirmaba a sus predilectos. Que no hayan tocado en edición alguna del festival La Nueva Generación es un síntoma claro de esa lejanía respecto del centro neurálgico de “la movida”. Aunque sobran canciones de referencia en ambos trabajos, algo no llegó a conectar con el clima de época, justo en un momento en el que comenzaba a concretarse la renovación general de referentes de la canción argentina que ellos mismos habían anticipado.
“En todo ese brete nuestro en el que no pasó mucho con nosotros, apareció una camada nueva que se comió todo. Quedamos al medio. Ya no éramos los nuevos, ya nadie nos llamaba”, ilustra Rodríguez. “Quedamos en un lugar en el que éramos los raros, viejos, no éramos cool. Era muy difícil levantar la vista”, rememora Ferrero.
¿Sienten que su primer disco tuvo que ver en algo con la posterior explosión de la escena?
Tomás: Yo sé y estoy tranquilo con eso, y sé que muchos colegas lo saben, que tenemos mucho que ver con eso. Humildad aparte, que apareciera nuestro disco fue algo importante para que pasaran varias cosas que hoy en día están pasando. Nuestro disco y el de los Hipno, el de De La Rivera. Discos del Bosque abrió un par de puertas. Lo siento pero también sé que se sabe, que hay mucha gente que lo sabe.
Tomás: No es que hayamos inventado nada musicalmente. Por ahí hicimos lo justo en el momento justo, qué se yo.
Renovación
“Antes de la pandemia estábamos en un momento raro. No raro, pero no estábamos en el mejor momento entre los tres”, grafica el cantautor. “Le pusimos toda la onda el esfuerzo y la guita a Un regalo tuyo y no pasó nada. No lo pudimos salir a tocar”, reconstruye el guitarrista y segundo vocalista.
“Tuvimos una nominación a los Gardel, pero en varios shows de ese disco no iba nadie, tuvimos un par de situaciones que fueron como la estaca en el cajón. Era triste en un punto. Yo después saqué mi disco solista, había una separación de la energía. Cada uno estaba haciendo otra cosa”, recuerda Ferrero, que publicó Estamos solos menos de un año después del tercer trabajo de su banda.
Rodríguez asiente y se ríe: “Presentamos el disco en La Tangente y el día del show hubo un tornado, una tormenta de esas que te da miedo salir de tu casa. Todo en contra, una atrás de otra”. El grupo tuvo que tocar fondo y replantearse su existencia. Una vez asegurado el rumbo común, la música se alimentó de una energía nueva. Así nació El reflejo. O el disco que le permitió a Rayos Láser recuperar la fe en medio de la pandemia.
¿Qué pasó entre ustedes para que cambiara esa energía?
Tomás: Hubo un cimbronazo. Nos juntamos realmente a hablar si nos separábamos. Eso hizo un click. Como decir: “ah, ok, se funde”. Como en la vida, cualquier evento medio fuerte te hace replantearte varias cosas. Lo quiero sacar del lugar trágico, pero para nosotros fue mega importante decir: “tiene un límite esto, se puede acabar”.
Después de años de altibajos y asentados en un momento muy próspero, ¿qué sigue para Rayos Láser?
Tomás: El reflejo 2 [risas]. No pero sí. Explorar un poco más esta parte más orgánica, de banda de rock.
Gringo: Musicalmente viene por ahí la mano, todavía no queremos pasar a otro concepto.
Tomás: Por disco siempre fuimos cambiando o buscándole algo que nos divierta en ese momento. También pasó que en otros discos, entre que lo empezamos y lo salimos a tocar pasó mucho tiempo, y El reflejo lo hicimos en dos meses y al tercer mes estaba en la calle. Los temas están hechos para el vivo en un punto. Hay cosas que son más de estudio pero el show en vivo es muy fiel al disco. Eso fue una buena pegada por parte nuestra, por lo menos hacia lo que sentimos nosotros. Creo que este es el camino que hoy nos encanta. Tenemos ganas de tocar y aprovechar el envión que apareció con estas canciones, exprimirlo un poquito, dar un par de vueltas. Apenas se pueda queremos ir a México. Y sobre todo Argentina, que nos faltan muchas zonas. Todo bien con abrir la cancha, pero hay que hacerla acá. Y nunca lo hicimos. Esta nueva etapa nos tiene con ganas de hacer todo. Estamos armando un videoclip animado para cerrar El reflejo y ya en agosto, septiembre, tener un tema nuevo en la calle y preparar lo que viene.
Gringo: Hasta un show en Marte con Elon Musk no paramos.
Rayos Láser se presenta del 12 al 14 de mayo en el Festival Marvin a través de la plataforma del festival. Escuchá El reflejo en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Apple Music).