Aunque los 90 quedaron marcados por el grunge y bandas icónicas del movimiento como Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden, la escena no desapareció con la llegada del nuevo milenio. Auque el fallecimiento de Kurt Cobain fue tomado por muchos como la muerte del género y su esencia, la realidad es que siguió expandiéndose durante la década siguiente.
En los 2000, muchas bandas continuaron explorando la crudeza, la melancolía y la intensidad del sonido propio de Seattle, pero lo hicieron de manera más metódica, sin la cobertura mediática que caracterizó la época dorada del género. A continuación, tres bandas que mantuvieron viva la llama del grunge en los 2000.
Bush
Después de sus grandes éxitos de los 90 como "Glycerine" y "Comedown", Bush siguió evolucionando en el nuevo milenio. Discos como The Science of Things (1999) y Golden State (2001) mostraron a la banda explorando un rock alternativo más pulido, sin perder la intensidad que los había definido. Sus composiciones mantuvieron la mezcla de riffs pesados con melodías pegadizas, adaptando el espíritu grunge a un contexto musical más moderno.
Mudhoney
Si bien Mudhoney nunca fue el tipo de banda que buscara alcanzar un lugar en las listas de éxitos, su legado en la historia del grunge siguió intacto. Con discos como Since We've Become Translucent (2002) y Under a Billion Suns (2006), preservó la crudeza, la irreverencia y el sonido garage-punk que los hizo referentes en los primeros años del movimiento.
Candlebox
Ampliamente conocidos por su éxito "Far Behind", Candlebox logró mantener su propuesta de rock alternativo y grunge en los 2000 con trabajos como Happy Pills (1998) e Into the Sun (2008). Sus canciones combinan guitarras afiladas y atmósferas melódicas con letras introspectivas, mostrando que la banda no necesitaba la visibilidad de los 90 para crear música poderosa y directa.