John Lennon raramente se quedaba cómodo con sus propios éxitos. A pesar de la mitología que rodea su legado con The Beatles, él siempre fue crítico de lo que hizo, reconociendo errores, posibilidades perdidas y también frustraciones personales con canciones que al público le parecían fundamentales. Una de esas creaciones fue nada más y nada menos que “Imagine”, tema que el británico reconoció haber llegado a aburrirse de cantar después de un tiempo.
En el álbum Imagine, de 1971, el oriundo de Liverpool incluyó el track homónimo en el que mostró una faceta más esperanzadora, con letras que hablan de un mundo sin fronteras, sin religión, sin posesiones. Rápidamente, la pista se convirtió en todo un éxito y se volvió uno de sus temas más famosos. Sin embargo, a pesar de la relevancia de este himno mundial de la paz, Lennon admitió que interpretarlo repetidamente le pasaba factura emocional.

En una entrevista con Chris Charlesworth llevada a cabo en octubre de 1973, habló sobre el hecho de tener que tocar constantemente las mismas canciones y admitió: “Eso es otra cosa que me desanima a tocar en vivo: tener que repetir lo mismo una y otra vez cada noche, y el público quiere escuchar las pistas que te identifican. Recuerdo que canté ‘Imagine’ dos veces en un día mientras la ensayaba y eso me aburrió”.
Acto seguido, Lennon admitió estar orgulloso de su creación, aunque esto no impedía que le molestara interpretarla siempre. “No tengo nada en contra de la canción”, aseguró. “De hecho, estoy muy orgulloso de ella, pero no puedo cantarla todas las noches. Intentaría variarla, pero no me gusta verlo yo mismo. Si voy a ver a un artista, espero oír lo que ya sé. La entiendo desde ambos puntos de vista. De hecho, me cuesta recordar la letra".