Este 15 de septiembre se cumplen 21 años de la muerte de Johnny Ramone, el guitarrista de una de las bandas más influyentes de la historia del punk rock. Junto a Joey, Dee Dee y Tommy, marcó un antes y un después en el panorama musical desde mediados de los 70, con canciones inolvidables. A lo largo de 22 años y 14 discos de estudio, los Ramones moldearon un sonido que se convirtió en manual para generaciones enteras de músicos.

Johnny, uno de los dos miembros constantes de la formación junto a Joey, fue el motor de la guitarra que dio identidad al grupo. Y aunque la banda dejó varios clásicos inmortales, él siempre fue claro a la hora de elegir su álbum favorito: Road to Ruin (1978). Este trabajo, que incluyó el himno "I Wanna Be Sedated", representó -para Johnny- un salto en calidad sonora y madurez artística. "La producción es la mejor", afirmaba, reconociendo el rol clave de Tommy -recién bajado de la batería y concentrado en la consola- y del productor Ed Stasium -quien venía de trabajar con los Talking Heads-.

La guitarra de Johnny Ramone será subastada.
Johnny Ramone. Foto: Ian Harper / Youtube de RR Auction Official.

Para Johnny, más allá de los aspectos técnicos, el valor del disco estaba en las canciones: "Hay tantos buenos temas en él", decía sobre el tracklist del LP en una declaración recuperada por Far Out Magazine. Road to Ruin marcó también una nueva etapa en la historia del grupo, con Richie Ramone sumando energía en la batería y Dee Dee colaborando en la composición -aunque ya fuera de la formación oficial-.

Dos décadas después de su muerte, el legado de Johnny Ramone se mantiene intacto. Aunque en su momento fue criticado por no ser un guitarrista virtuoso, su forma de tocar -básica, imperfecta y fugaz, pero a la vez potente, precisa y magnética- le demostró a cientos de artistas que era posible hacer música con muchos o con pocos recursos.

Ramones - I Wanna Be Sedated (Official Music Video)
Compartir
Exit mobile version