Meat is Murder (1985) fue el disco más controversial de The Smiths. Fue el segundo trabajo de la banda inglesa, el seguidor de su debut homónimo de 1984, y después de haber logrado cierta popularidad en su país, ahora llegaba el momento de dejar algunos puntos en claro. Desde su mismo título, el disco propone un grito de guerra inscripto en el caso de un soldado: ¡la carne es asesinato! Pero Meat is Murder no es solo una pancarta vegetariana, sino una oda a las injusticias que se viven y normalizamos todos los días. Morrissey y Johnny Marr trasladaron las atrocidades mundanas de la sociedad a la pista de baile. Así como hay violencia en tu plato de comida, hay violencia en las calles y hay violencia en las escuelas.
Todas las portadas de los discos de The Smiths eran fotografías de personas, pero su más icónica es la de Meat is Murder. Se trata de un fotograma de la película In The Year Of The Pig (1969) dirigida por Emile De Antonio, pero la banda cambió la frase original por la del título del disco. Es el mismo nombre que lleva el cierre del disco, una canción que comienza con el ruido de una sierra y los mugidos de vacas en el matadero. Morrissey canta esta balada de protesta con una voz desgarrada y un alma en pena. Hasta el día de hoy, cuando en sus shows suena esta canción, las visuales muestran imágenes de maltrato animal. A través de la impresión, Morrissey buscó clamor y empatía contra la crueldad de la industria ganadera.
El argentino Nekro es otro músico que siempre se pronunció de forma activa contra el maltrato animal. Hoy lo hace con Boom Boom Kid, pero también desde hace mucho tiempo atrás con Fun People. Su banda de los 90 incluso hizo un cóver de The Smiths y tituló uno de sus discos con una frase que alude a Meat is Murder: “Todo niño sensible sabrá de lo que estamos hablando.” Se trata de una referencia al tema 6 del disco, “Nowhere Fast”, una de las mejores piezas del álbum, por su melodía rockabilly y los arreglos de guitarra de Marr.
Para la producción del disco, la banda trabajó con el célebre ingeniero de sonido Stephen Street. El productor cobraría renombre más tarde durante el britpop de los 90, con su trabajo junto a Blur y The Cranberries. El sonido de Meat is Murder es contundente y prolijo, combina elementos del pop, el funk, el post punk y la balada. La apertura es con “The Headmaster Ritual”, una canción inspirada en la violencia institucional educativa y el miedo a sufrir abusos en clases. Le sigue “Rusholme Ruffians”, también inspirada en la violencia de un chico asaltado y apuñalado en la calle.
The Smiths tenía el objetivo de no ser como esas bandas bailables sin contenido social ni político. Sus canciones no se pierden en emociones obsoletas, sino que tienen un mensaje que sobresale en la escucha repetida. En “Barbarism Begins At Home” se insiste una y otra vez con la denuncia, con una letra corta y directa. The Smiths encontró la forma de hacer una canción popular, con ritmos pegajosos y melodías movedizas, y que además llamaban a la reflexión en una época en la que la televisión y la radio tenían tan poco por decir y tanto por callar.
La política conservadora de Margaret Thatcher y sus medidas contra la clase trabajadora, causó grandes revueltas sociales en ciudades como Mánchester y Liverpool. The Smiths absorbió toda esa bronca que se respiraba en la calle, y Meat is Murder funciona como una consecuencia de ese contexto y una acusación a la crueldad de la llamada “mujer de hierro”. Hasta el día de hoy, Morrissey muestra en sus shows imágenes de la lucha trabajadora y en sus visitas a Buenos Aires no es raro que tome el micrófono para decir que las Islas Malvinas pertenecen a Argentina. En su primer disco solista, Viva Hate (1988), le dedicó una canción llamada “Margaret on the Guillotine”, y cuando se murió redactó una carta celebrando la noticia.
Otra gran influencia geográfica en The Smiths, pero en lo musical, fue la ola pasada del post-punk que tuvo a Mánchester como el epicentro de la explosión. Primero, vale mencionar que Morrissey fue uno de los pocos presentes en aquel concierto histórico que dieron los Sex Pistols en la ciudad en 1976. Junto a él también estaban los futuros integrantes de lo que se convertiría en Joy Division. Pero The Smiths es una banda que nació en ese territorio después de la ola punk. Sus integrantes presenciaron noches en lugares míticos como The Factory y se nutrieron del sonido oscuro de grupos como The Fall para crear un lenguaje que los transformó en una banda única.
Una curiosidad es que “How Soon Is Now?”, una de las canciones más populares de The Smiths, responsable de marcar a generaciones incluso hoy, había salido originalmente como un lado B del single William, It Was Really Nothing. Pero al convertirse en un éxito instantáneo en las radios y boliches, fue agregada a la edición norteamericana de Meat is Murder.
The Smiths no necesitó una extensa carrera para dejar una huella en la historia de la música. Su paso como banda fue fugaz pero intenso. La rebeldía punk que desconfiaba de una nueva forma estética de hacer canciones de protesta, tuvo que hacer silencio y dejarse llevar por las canciones de un álbum activo y potente como Meat is Murder. Es el disco anti todo de The Smiths y el más bailable, que piensa al movimiento como una forma de resistencia.
* Foto principal: Nalinee Darmrong