El 2022 no fue un año fácil para el Perú. Pero entre una grave crisis política, los conflictos sociales y los rezagos de una pandemia que aún golpea, la música siguió abriéndose paso. Sobre todo, aquellos sonidos que surgieron desde la autogestión y la independencia creativa, y que son una respuesta ante la incipiente –o prácticamente nula– industria discográfica nacional. Porque ser indpendiente en el país no es una opción: es la única vía.
Sean de la escena del rock, del hip hop, de la música fusión o de cualquier estilo, los artistas se apoyaron en las plataformas de streaming para entregarnos sus álbumes, EPs, sencillos, compilatorios y mixtapes. Estos fueron los 10 que definieron el sonido peruano durante el año pasado.
La Zorra Zapata
Nuria Zapata –aka La Zorra Zapata– es una de las mayores revelaciones de la escena independiente local. En 2020 sorprendió con un contundente álbum debut de título homónimo, donde abrazó el folk alternativo a través de novedosos patrones rítmicos y melódicos. Con ese impulso inicial, rompió la maldición del segundo disco y subió su propia valla al presentarnos Acantilados (2022), un trabajo de ocho canciones de exquisito art pop, en las que, mediante una instrumentación sutil y bien calculada, retrata esa sensación de estar al límite, al borde del abismo. Además, supo combinar estéticas locales -como ese ritmo afroperuano que añadió en “Sigo dormida”- y anglosajonas -en “Acantilados” y “Podría” avanzó hacia el pop más experimental-. El resultado: música peruana con sabor global.
Santa Madero
Los Santa Madero no son más aquellos adolescentes que sorprendieron en el 2018 con el exitoso single “Pero frágil”. Cuatro años después, con la mayoría de edad a cuestas y una evidente madurez musical, el trío surgido en Chaclacayo, Lima, finalmente publicó su primer álbum, Ya tengo nostalgia por conversaciones que tuve ayer (2022). En este trabajo, Karina Castillo en voz, Dan Joe Salazar en teclados y El Alcalde en guitarras repensaron su propuesta de pop alternativo y la elevaron tras incorporarle elementos del synth y el hyperpop. También sumaron a Pia Ella en el bajo y Luana Brazzán en la batería para hacer realidad el disco durante las presentaciones en directo. Con sus acostumbradas letras de corte nostálgico y desenfadado, los Santa Madero nos siguen dejando en claro que son la voz de la generación Z limeña.
Daniela Lalita
La peruana radicada en Nueva York ha construido su propuesta desde la experimentación. No solo en el cine o las artes plásticas, ámbitos donde en los últimos años ha incursionado notablemente, sino también en la música. Su nuevo EP Trececerotres (2022) es la primera piedra en una discografía que se vislumbra diversa, vibrante y explosiva. Porque le bastaron cinco canciones –que evocan lo ritual y lo esotérico en la electrónica, el folk experimental y el art pop– para colocarse entre lo más destacado de la música peruana del año pasado. No hay duda de que, en su próximo trabajo, Daniela Lalita mantendrá ese estilo tan personal que nos regaló en el debut: una performance directa a nuestros oídos.
Suerte Campeón
“Perdedores de nacimiento, campeones de corazón”. ¿Cómo podría sonar una banda que se describe de esta manera? Desde que aparecieron en 2017, los Suerte Campeón vienen respondiendo a esa pregunta con guitarras a media distorsión y letras que deambulan entre la inmediata resignación y una posible esperanza. En su reciente disco El mundo es un lugar horrible con detalles hermosos (2022), Santino Amigo y compañía consolidaron ese rock alternativo colmado de sensaciones, y continuaron en la senda trazada por actos como Los Planetas, Axolotes Mexicanos y La La Love You (todos ellos con su respectivo featuring en el disco, entre los que se destaca “Tengo un Amigo” con la voz de Jota). Hacia ese mundo “con detalles hermosos” se dirigen los Suerte Campeón.
Afro-Andean Funk
En el 2018, Araceli Poma y Matt Geraghty coincidieron en un estudio de grabación en Lima, y a partir de entonces gestaron lo que hoy conocemos como el dúo Afro-Andean Funk. Cada uno de ellos aportó su bagaje musical y lingüístico: ritmos afroperuanos, jazz, rock, folklore andino y funk. Así concretaron su primer álbum titulado The Sacred Leaf (2022), en el que nos presentaron nueve canciones sobre lo ancestral -como en el tema que da nombre al disco-, lo social -en la imprescindible “Luchadora del Ande”-, y lo cultural -“Estereotipos”-. Una carta de presentación que les mereció una nominación a los premios Latin Grammy 2022 en la categoría de “Música alternativa”, al lado de una tal Rosalía. Ni más ni menos.
Kayfex
El productor ayacuchano Kayfex se convirtió en referente del denominado trap andino cuando acompañó a Renata Flores en el sonado single “Tijeras” de 2018. Mezclando beats milimétricos y sonidos de la cordillera, gestó un estilo propio; uno que ha ido moldeando en diferentes singles y colaboraciones. Pero el año pasado significó un antes y un después para su corta carrera: no solo editó el EP Trilogía junto con los nacionales Gregory Trejo y 200DB, sino que además publicó su álbum debut Atipanakuy. Por si fuera poco, se dio tiempo para darle forma al single “Agonía”, de la reconocida actriz Isabela Merced. De Ayacucho para todo el mundo.
Negra Valencia
Desde su dormitorio, Valeria Valencia gesta en solitario canciones y discos enteros. Aunque lo suyo no solo es el bedroom pop: su inquietud creativa la llevó a expandir su propuesta hacia el folk, el synthpop y, recientemente, el trap. Todos esos estilos suenan en su nuevo disco, Gas y lux (2022), donde además aprovechó sus potentes versos y estribillos para apoyar la causa LGBTIQ+. Porque ella canta sobre el sexo sin tapujos -“Keepler” es una narración sexual explícita-, y no teme abordar tópicos que, para muchos, en pleno siglo XXI, siguen siendo tabúes -como la masturbación femenina en el track “La paja más triste”-. Ese espíritu la ha encumbrado como una de las artistas más eclécticas –y necesarias– para la escena independiente limeña.
Clara Yolks
La peruana Clara Yolks viene remando hace algunos años por las aguas de la escena independiente, y ha transitado en distintos momentos por diferentes sonoridades. Debutó en 2017 con un folk ligero en su correcto álbum Viene y va, luego incorporó elementos del synth a sus singles, y ahora optó por un pop más fresco y dance. En su nuevo EP, Lo que siento (2022), deja en claro que ha llegado a buen puerto… y que va por más. El estribillo de su tema “El after” es toda una declaración de intenciones: “Por esta noche sin un reproche/ Que bailo sola y ya estoy lista pa’l derroche”.
A.C.O
Solo el año pasado, A.C.O firmó 16 lanzamientos discográficos, entre producciones propias y colaboraciones con otros artistas. Siempre aportando con sus versos y métricas puntuales, el rapero nacional ha demostrado que el hip hop puede complementarse bien con el R&B -en el tema “Enfrancés” junto a Cristina Valentina- o el pop -en los tracks “Simple” con Fernanda Perochena y “Tan solo” con Inzul. En su álbum Mirando al cielo (2022) también dejó que sus rimas fluyeran con otros estilos musicales. Lo cierto es que A.C.O es un artista que crece con la escena local… y que en el 2023 no le faltarán grabaciones ni featurings.
Fabricio Robles
Fabricio Robles tenía apenas 16 años cuando irrumpió en la escena limeña con Videotapes (2015), un EP que llamó la atención de la crítica gracias a su bien cuidado folk. Tras ese auspicioso debut, mientras dejaba de ser un adolescente creció como compositor y enriqueció su proceso creativo. Con un espectro de influencias más amplio, gestó un pop sofisticado y lleno de detalles. Prueba de ello es su nuevo álbum, Pasajero (2022), concebido en su nuevo hogar de Buenos Aires y en el que, a pesar de esa precisión melódica y sus arreglos notables, mantiene su esencia de cantautor.