Karina Vismara falleció esta mañana a sus 31 años. Según confirmaron allegados de la artista a Indie Hoy, Vismara estaba internada en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires, donde ingresó hace un mes por una insuficiencia renal. A comienzos del verano había sido diagnosticada con cáncer.
Nacida en 1990 en el sur de la provincia de Buenos Aires, Karina demostró interés en la música desde pequeña. A sus 19 años se mudó a Liverpool para estudiar en el instituto de Performing Arts de Paul McCartney, donde continuó desarrollando su habilidad como compositora.
Ya de vuelta en Buenos Aires, en 2015 publicó de manera independiente su álbum debut, Casa del viento, que le abrió paso en la escena del nuevo folk argentino con sus canciones en inglés y castellano, y sus presentaciones en los primeros ciclos Open Folk del Universal Espacio Cultural. Dueña de una poderosa voz, Vismara acercaba al panorama contemporáneo la tradición más cancionera del blues. Con ese disco llegó a presentarse como telonera de Los Alamos en su gira de regreso y de Iron & Wine en su última visita a Argentina, por nombrar solo algunos de sus primeros shows.
En 2019 llegó Selva, su entrega más rockera y cantada exclusivamente en castellano. Con un sonido renovado y acompañada de una súper banda, en este segundo disco cobraban fuerza las guitarras, alejándose de su faceta folk más dulce para dar lugar a versos más comprometidos y una visión estética más madura. Uno de sus cortes, “Montaña“, formó parte de la playlist de canciones argentinas de Indie Hoy de ese año. Su último lanzamiento fue el single en colaboración con Poncho, “Sola por la ciudad“, editado a mediados de 2020. En 2021 publicó una versión en vivo de “No se deja conquistar” grabada en Rumble Studios.
En una entrevista con Indie Hoy de 2016, Vismara relataba sus comienzos: “Es muy difícil describirse a uno mismo, pero lo voy a intentar. Hago canciones para escuchar, con una guitarra medio onda Nick Drake, José González. Me encantan las afinaciones abiertas y la melancolía, con un toque rítmico más argento. Comencé a tocar el piano y a cantar cuando tenía 9 años con la ayuda de un cancionero de los Beatles que tenía mi viejo y una casetera. A medida que iba aprendiendo a acompañarme empecé a tocar con mi viejo por las tardes y a los 14 años me colgué la viola y formé mi primera banda con amigos”.