Es imposible aburrirse con Damon Albarn. Así lo demostró en su última visita a la Argentina con Gorillaz el año pasado y ahora lo volvió a confirmar junto a Blur durante el show que dieron la noche de este domingo, cerrando la segunda edición del Primavera Sound Buenos Aires. Con un set de 90 minutos en total, los íconos del Britpop volvieron al país con la excusa de presentar su último álbum de estudio, The Ballad of Darren, pero la realidad es que su presentación en Parque Sarmiento fue mucho más que eso y sirvió para sellar su incondicionalidad con el público argentino con un show inolvidable.
Si por algo se destacó la presentación de Blur en el Primavera Sound, fue por la cantidad de sucesos increíbles que no dejaron de ocurrir a lo largo de su interpretación: piropos a la luna, fanáticos arriba del escenario sacándose selfies, un dueto mano a mano junto a una fan, y el aviso reiterado por parte de Damon que este fue el “último show” de la banda, algo que quedó resonando en la cabeza de su público ya que el músico no profundizó más en su explicación.
La noche para el conjunto londinense comenzó a las once de la noche clavadas y arrancó de la misma manera que otros de sus recitales en esta gira. De forma atípica para muchos, y casi anticlimática, abrieron el show con “The Ballad” con Albarn en piano, y le siguieron “St. Charles Square”, “Popscene”, y “Barbaric”. Sin embargo, no fue hasta “Beetlebum” que la audiencia realmente pudo conectar con la banda y el tema fue ovacionado por todos, desde antes que comience con su inconfundible introducción de guitarra.
Un factor clave para el desarrollo del show fue la conexión de Damon con el público: un ida y vuelta emocionante que -aunque esta no sea la primera vez del artista en el país- parece no dejar de sorprenderse y emocionarse. Albarn, frontman inobjetable, hizo suyo el escenario Heineken, recorriéndolo de par en par (o por lo menos hasta donde le llegaba el cable del mic) e interactuó con la audiencia en cada oportunidad que tuvo. De hecho, invitó a “la banda del Bubi” al escenario: un grupo de amigos que le habían regalado una bandera al músico al inicio de la gira y se las devolvió frente a 50.000 personas para que “continúen las buenas relaciones entre Argentina e Inglaterra”.
A mitad de show llegaron algunos clásicos como “Coffe & TV”, “End of a Century” (en la que Damon se bajó del escenario para saludar a la gente y cantar), “Country House”, “Parklife” y “To the End”. Para esta última, Albarn invitó a Daniela, una fanática mendocina que se animó a pararse frente al público y hacer las partes en francés de la canción. Finalmente, la joven se fundió en un abrazo con el músico y bajó del escenario ovacionada por toda la gente.
Sería injusto no mencionar el trabajo formidable de Alex James y Dave Rowntree, que además de consolidar una sección rítmica contundente no dejaron de divertirse toda la noche desde el más bajo perfil. Graham Coxon merece una mención aparte. El guitarrista de 54 años se destacó por completo con un sonido avasallante y pulido, creando los climas necesarios para cada canción y dando cuenta de su increíble talento. Inquieto, creativo y por momentos efusivo, Coxon se presentó como un arquitecto del sonido que fue clave dentro de la construcción narrativa del espectáculo.
Antes de arrancar con la recta final del show, y en relación a lo ocurrido en la presentación de Blur en Chile donde Albarn se pronunció en contra de los gobiernos de ultraderecha, el artista fue contundente: “Nada de política esta noche, por favor. Solo amor y unidad”. Luego, no bastaron ni dos segundos de “Song 2” para que todas las personas que estaban sentadas se pararan y corrieran al escenario para vivir uno de los temas más frenéticos de la jornada.
Al final, la noche concluyó más allá de las ansias del grupo y la euforia del público. Así pasaron “Girls & Boys”, en la que Damon se colgó una bandera LGBTQ+; una versión portentosa de “Tender”, donde el vocalista confesó: “Me haría bien que esto no termine nunca”; “The Narcissist”, el primer single que presentaron de su nueva etapa; y dos canciones más que ansiadas y festejadas por los fans: “For Tomorrow” y “The Universal”. Con una emoción que traspasaba sus pupilas, Albarn se abrazó con sus compañeros de banda para despedirse por tiempo indeterminado sin antes decir: “Tienen un espíritu increíble e inexplicable, deberían estar orgullosos de eso. Gracias”.