La edición número 19 de In-Edit, el festival español especializado en cine documental musical, se ha celebrado entre los días 28 de octubre y 7 de noviembre en los cines Aribau de Barcelona. Han sido unos días muy concurridos en la calle Aribau, que alberga los cines con su mismo nombre. De nuevo ha vuelto la magia de este evento a las salas que habían quedado huérfanas de su cita anual cuando, por razones de sobra conocidos por todos, el año pasado el festival se tuvo que celebrar de forma online. Este regreso a los patios de butacas ha sido un éxito rotundo, con varias proyecciones colgando el cartel de entradas agotadas. Todos ansiábamos volver a una “casi” normalidad, aunque fuera con mascarilla puesta.
Este año, la selección de películas ha colmado los gustos más dispares: íconos del punk, el rock y el flamenco han desfilado por las pantallas; música alternativa, noise, funk, electrónica, rap y jazz son solo algunos de los estilos abordados. Nos hemos reído, emocionado y asombrado con muchas historias. El slogan de IN-EDIT, “What’s the story?”, es toda una declaración de intenciones. Entrando en materia, este ha sido el palmarés:
- Mejor Documental Musical Internacional: Lydia Lunch: The War Is Never Over, de Beth B., un retrato sincero y atrevido del torbellino artístico llamado Lydia Anne Koch, más conocida como Lydia Lunch.
- Mejor Documental Musical Nacional: Nueve Sevillas, de Gonzalo García Pelayo y Pedro G. Romero, un recorrido psico-geográfico del nuevo flamenco en Sevilla.
- Mejor Cortometraje Nacional: 25 (Robie), de Roberta Nikita y Laura Put, basado en el proyecto emergente de la madrileña Robie.
- Mención Especial del Jurado: Crestone, de Marnie Ellen Hertzler, sobre el colectivo “SoundCloud rappers”.
- Premio del Público: No somos nada: La Polla Records, de Javier Corcuera.
En femenino
Nuevamente debemos destacar el protagonismo de las artistas, tanto delante como detrás de la pantalla. Este In-Edit ha estado plagado de cintas dirigidas o protagonizadas por mujeres. Es el caso de la cinta ganadora mencionada, Lydia Lunch: The War Is Never Over, de Beth B. El premio es más que merecido para este documental, una joya que nos desgrana la prolífica trayectoria de Lydia Lunch. Punk, inconformista, mordaz y rebelde, son algunos de los adjetivos que se pueden aplicar a Lydia, pero ella es eso y mucho más. Lunch es una cantante, performer, poeta y activista. Una infancia marcada por los abusos y la vida en una Nueva York decadente la transformaron. Se convirtió en una habitual en las bandas insignia de la no wave, como Teenage Jesus & The Jerks, 8 Eyed Spy, Beirut Slump y The Immaculate Consumptive, entre otras. Sin pelos en la lengua y con una personalidad arrolladora, Lunch se convirtió además en un icono del spoken word, con performances en las que no dejaba títere con cabeza, y que en ocasiones generaron controversia. La directora Beth B. consigue atraparlos con la historia de Lunch contada por ella misma, y con el aporte de figuras de la talla de Thurston Moore, Donita Sparks y Nicolás Jaar.
Otra de las maravillas dirigidas por mujeres y con una protagonista femenina que hemos podido disfrutar es Poly Styrene: I Am A Cliché, de Celeste Bell y Paul Sng. Bell es hija de la estrella del punk británico Poly Styrenne. En esta cuidada y emotiva cinta sobre Poly, la directora se abre al espectador, como el libro sobre su madre que literalmente hojea mientras recorre su trayectoria. Bell se hace preguntas y se enfrenta a sus propios dramas, esos que acompañaron a Poly en su complicada infancia en Brixton, Londres, en una época en la que ser mestiza era un estigma. Asistimos al surgimiento del personaje de Poly Styrenne y la formación de los míticos X-Ray Spex. Celeste narra un sin fin de vicisitudes a las que tuvo que enfrentarse su madre, incluidos trastornos mentales que llegaron a impactarle a ella misma. Una apasionante vida truncada injustamente antes de tiempo por un cáncer. Afortunadamente nos quedó un legado musical irrepetible y ahora también esta deliciosa película documental.
Jane by Charlotte es otro bello retrato de una madre desde la perspectiva de su hija. En este caso, Jane Birkin es objeto de la película, y Charlotte Gainsbourg la directora. Conociendo a ambas el resultado solo podía ser elegante, delicado y auténtico. Indie Hoy tuvo la ocasión de conversar con ellas en un reciente Primavera Sound hace tres años. Ahora un documental volvía a unirlas y la sensación de verlas en la pantalla fue muy similar a la de aquella rueda de prensa. Con la naturalidad de una conversación privada, Charlotte introduce al espectador en su intimidad. En la casa de Jane Birkin, en la Bretaña francesa, Charlotte pregunta a su madre por las relaciones con ella y sus hermanas, su evolución como madre, cómo afronta la vejez una belleza como ella, o incluso se refieren a una especie de síndrome de Diógenes que impide a Birkin deshacerse de objetos de vidas pasadas. Vamos con ellas a Nueva York, donde las acompañamos en un ensayo. Incluso Charlotte abre las puertas del apartamento de París donde Birkin y Serge Gainsbourg, su padre, convivieron durante un tiempo junto a ella y su hermana. Todo está intacto. El documental está confeccionado desde el respeto y la admiración que Charlotte siente por su madre Jane. La retrata con cámaras analógicas de video o foto, con delicadeza milimétrica, y nos sentimos partícipes de este homenaje.
Delia Derbyshire: The Myths and the Legendary Tapes de Caroline Catz, aborda de forma un tanto peculiar la historia de esta pionera de la música electrónica, autora del tema principal de Doctor Who. Cosi Fanni Tutti, otra legendaria figura integrante de Throbbing Gristle, revisita a Delia, a la par que vemos su historia contada mediante un docudrama. Delia tuvo que enfrentarse al machismo de una industria a la que la mujer tenía el acceso vedado. A pesar de todas las dificultades ella logró hacerse un hueco en el BBC Radiophonic Workshop. Delia aparece también en el documental Sisters With Transistors de Lisa Rovner que ya vimos en la anterior edición de In-Edit, un repaso a la larga lista de mujeres pioneras de los sonidos electrónicos, desde sus primeros experimentos, Derbyshire y Daphne Oram, pasando por Laurie Spiegel y Suzanne Ciani en los años 70. Ellas allanaron el camino que hoy todavía se siguen labrando muchas artistas en la música electrónica. Su legado es imprescindible.
Y ha habido mucho más en femenino: The Nowhere Inn, sobre Annie Clark y Carrie Brownstein como compañera de fatigas; Fanny: The Right To Rock, de Bobbi Jo Hart, sobre la banda de rockeras Fanny; Billie, de James Erskine, sobre Billie Holliday; Tina, de Daniel Lindsay y T. J. Martin, sobre la incombustible Tina Turner; Medium, de Edgardo Cozarinsky, sobre la pianista argentina Margarita Fernández, o I’m Wanita, sobre la artista australiana que se autocoronó la “reina australiana del Honky Tonk”.
Bandas míticas y de nuevo cuño, personajes irrepetibles y epopeyas sonoras
En In-Edit hay cabida para historias de ayer y de hoy. Es un viaje en el tiempo a épocas que nos dejaron verdaderos pioneros. Other, Like Me: The Oral History of COUM Transmissions and Throbbing Gristle, de Marcus Werner Hed y Dan Fox, nos traslada a la Inglaterra de postguerra donde nacieron y crecieron sus protagonistas. Allí surge COUM Transmissions, un colectivo de artistas multidisciplinares que sentaría las bases de lo que después fueron Throbbing Gristle y la música industrial. Lo cuentan ellos: Peter Christopherson, Cosey Fanni Tutti, Genesis P-Orridge, que falleció poco después de la producción del documental, y Chris Carter. COUM fue el germen del que salieron bandas del calibre de la ya mencionada Throbbing Gristle, Psychic TV, Coil y Chris & Cosey.
Dinosaur Jr. es una de esas bandas que siempre han estado ahí. Por fin hemos visto un documental que repasa a fondo su trayectoria, como es Freakscene: The Story of Dinosaur Jr., de Philipp Reichenheim, un completo sumario de su formación, lanzamientos, disolución y posterior reunificación. J Mascis, con su cabellera blanca y su poca expresividad, Lou Barlow y Murph comparten sus experiencias, arropados en esta narración por una serie de artistas que vivieron esos maravillosos años para la música alternativa y el noise, como Henry Rollins, líder de Black Flag. Gran trabajo de documentación y geniales fragmentos de sus actuaciones.
La Polla Records no necesita presentación. El documental sobre esta banda de punk española se alzó con el premio del público. Y es que No somos nada: La Polla Records, de Javier Corcuera, es Evaristo Páramos en estado puro. El carismático y campechano líder de la formación recuerda cómo empezó todo, en el Bar Otxoa de Agurain (Álava). Su madre, su compañero de banda, Abel Murua, y demás allegados, destripan las claves del éxito de estos gamberros que se han ganado un hueco en la historia del punk nacional.
Pero no todas son alegrías. En ocasiones hay desencuentros y desgracias. Y si no que se lo digan a Héroes del Silencio. Héroes: Silencio y Rock & Roll, de Alexis Morante, es el acertado documental que narra la trayectoria del célebre grupo zaragozano y su lucha por el éxito, llena de altibajos. Por su parte, Moby se enfrenta a sus demonios en Moby Doc, de Rob Gordon Bralver, la radiografía de un genio que triunfó, pero también tocó fondo. Y Don’t Go Gentle: A Film About Idles, de Mark Archer, disecciona el estrellato alcanzado por la banda de Bristol que en pocos años ha subido como la espuma. Un subidón agridulce en ocasiones, con dramas familiares que han convulsionado las vidas del cantante, Joe Talbot, y del bajista, Adam Devonshire. Idles son unos “chicos malos” que en realidad son buenos, e incluso terapéuticos, llegando algunos de sus fans a crear AF GANG, un grupo de ayuda a personas con problemas de salud mental.
Cambiando totalmente de registro, nos encontramos el interesante documental A Symphony of Noise: Matthew Herbert’s Revolution, de Enrique Sánchez Lansch. El artista y productor inglés es un apasionado de los sonidos hasta el punto de investigarlos. En su periplo persigue la esencia sonora de una sierra mecánica cercenando un inmenso pino, los chasquidos de cáscaras de huevo al ser pisoteadas, o incluso de una trompeta friéndose en un fish & chips. Su aventura sonora retrata la sociedad británica del Brexit, con sus miserias y sus señas de identidad. Todo un homenaje a lo experimental de la mano de un erudito en el tema.
Por In-Edit han pasado además documentales de A-ha, Frank Zappa, el artista flamenco Bambino, e incluso The Beatles. Además, Sónar Festival ha tenido una participación estelar en esta cita con el cine documental, destacando la presentación de la cinta Laurent Garnier: Off The Record, con la presencia del DJ francés. Ha sido, en definitiva, un intenso In-Edit que ha casi recuperado la tan ansiada normalidad.