La escena musical de los años 60 estuvo marcada por géneros como el rock psicodélico y el blues eléctrico, así como también por la experimentación sonora. En ese contexto, muchos grupos optaron por seguir ese camino, mientras que otros pocos artistas decidieron mantenerse al margen de las tendencias. Sin embargo, George Harrison, el guitarrista de The Beatles, siempre mostró una inclinación por sonidos más refinados.
A pesar de la influencia que lograron tener grupos como The Rolling Stones o The Who, Harrison se inclinaba por propuestas más sutiles, tal y como lo señaló en una entrevista con Mike Brown en 1979. Al hablar sobre la capacidad de los Beatles para crear una buena canción de rock and roll, comentó: “Sí, solíamos hacer todo eso, pero en cuanto a escucharlo, prefiero a alguien como Little Richard o Larry Williams. Nunca me gustó toda esa cosa de finales de los 60, después de la separación de Cream: todas esas guitarras Les Paul chillando y distorsionando”.
“Me gusta algo más sutil, como Ry Cooder y Eric Clapton. Personalmente prefiero escuchar tres notas bien definidas que un montón de notas de un guitarrista con los oídos tan atontados que no distingue entre un bemol y un sostenido", agregó. Esta preferencia no solo definió los gustos de George, sino que también influyó en su propio estilo a la hora de componer y en su evolución como artista, dado que a lo largo de su carrera buscó crear temas en los que privilegiaba la profundidad emocional y la riqueza sonora.