Si no lo hiciste, pasá a leer la primera parte de la cobertura.
Jueves 31 de mayo
La primera de las tres jornadas grandes en el Parc del Fòrum, y una de las que congregaba a dos de los cabeza de cartel más potentes de este año (Björk y Nick Cave) reunía también nombres de la talla de Lee Fields & The Expressions con su soul trepidante. El veterano artista era una apuesta verdaderamente apetecible. También lo era (Sandy) Alex G. Alexander Giannascoli es el nombre de este joven artista de tan sólo 25 años que lleva ya 8 en esto de la música. Sin duda Alex tiene un gran talento, que le ha llevado a colaborar con artistas como Frank Ocean. Resultó un buen aperitivo para consumir bajo el sol. Experimentó algún problema técnico, pues en un momento dado su micro no funcionaba, y tardó como media canción en solucionarse. A pesar de ello nos dejó buen sabor de boca.
El escenario Pitchfork es una apuesta segura, y una de las primeras bandas en dejarlo claro fue The Twilight Sad. Los escoceses pasaron su actuación con nota. Para nosotros es fácil, amantes como somos del post-punk. Pero es que su vocalista James Graham es de esos que se entrega sobre el escenario. El punto álgido de la actuación llegó cuando tocaron “It Never Was the Same“, de su último trabajo hasta la fecha, Nobody Wants to Be Here and Nobody Wants to Leave (Fat Cat, 2014). También el final, con la cover del tema “Keep Yourself Warm“, de sus compatriotas Frightened Rabbit. El show terminó con un Graham emocionado.
Este jueves ofrecía citas muy atractivas, como Echo Collective, Dustin O’Halloran e invitados homenajeando al islandés Jóhann Jóhannsson, que debía haber actuado en el festival. Todavía cuesta creer su repentina muerte hace unos meses. Este año regresaban al Primavera los neozelandeses Unknown Mortal Orchestra, aunque en esta ocasión no tuvimos tiempo de verlos. Destacamos las horas punta en los escenarios principales: Mango y Seat. Los grandiosos The War On Drugs son otra de esas bandas que, no importa cuántas veces venga, siempre seducen como la primera vez. Si parecía muy difícil que Adam Granduciel y los suyos superaran el listón marcado por su discazo Lost in the Dream (Secretly Canadian, 2014), el año pasado llegó A Deeper Understanding (Atlantic). Precisamente su actuación en este Primavera Sound estuvo marcada por estos dos trabajos redondos. Imposible no rendirse a los pies de de temas como “Red Eyes” o “Under the Pressure“, con un Grandiciel entregado a riffs grandiosos.
El año pasado la diva Björk fue protagonista de una entrevista en directo en y una sesión de DJ en Sónar. Además pudimos disfrutar de una exposición monográfica sobre ella en CCCB. Todo en puertas de su décimo trabajo, Utopia (One Little Indian, 2017). Al igual que en el anterior LP, Vulnicura (One Little Indian, 2015), el artista y productor Arca colaboraba con la islandesa en la producción. Si Vulnicura fue un LP concebido en torno a una ruptura, Utopia ha sido definido por ella misma como su “disco Tinder”. Lo que nos trajo la gira fue una espectacular puesta en escena que trasladó, literalmente, la primavera al escenario. Plantas por doquier, flores, aves y colorido desbordante inundaron cada metro cuadrado alrededor de la artista, como siempre misteriosa y escondida en trajes imposibles y máscaras de mundos fantásticos. Ella y sólo ella es capaz de embrujar con su voz y los fabulosos acordes de “Arisen My Senses“, con la que abrió, “Blissing Me” o “Courtship” fueron otros de los cortes de Utopia interpretados en directo. También himnos como “Human Behaviour” o “Pleasure Is All Mine“. Espectacular, aunque lo habría sido más en un auditorio.
Lo mejor estaba aún por llegar. El caballero Nick Cave y sus secuaces los Bad Seeds, se coronaron como verdaderos reyes en el escenario Mango. Poco hace falta decir de Nick Cave, una leyenda viva que, como el vino, gana en calidad con los años. Pocos artistas pueden presumir de llegar a una madurez creativa como la suya. Push the Sky Away (Bad Seed Ltd, 2013) y Skeleton Tree (Bad Seed Ltd, 2016) se encumbraron entre lo mejor del año en que se publicaron. Y sus actuaciones son pura perfección. Con un Cave entregado a su público en cada estrofa y unos Bad Seeds descomunales, con Warren Ellis a la cabeza. Si hace unos años Cave se comió el escenario del Primavera como Grinderman, este año venía con una carga más espiritual, esa que ha impregnado Skeleton Tree de melancolía y duelo por la muerte de su hijo Arthur. “Jesus Alone” comenzó la fiesta. Sorprendió la interpretación de “Loverman“, de su LP Let Love In (Mute Records, 1994) que no tocaban desde 1999. “Distant Sky” nos devolvió a Skeleton Tree, con la soprano danesa Else Torp proyectada en las pantallas. El bueno de Nick no paró ni un segundo, tocando el piano y recorriendo el enorme escenario. Acercándose al público y mezclándose con él. Si Push the Sky Away vino acompañado en su día de un enérgico documental, 20,000 Days on Earth, Skeleton Tree lo hizo con otro muy diferente, One More Time with Feeling, y que nos mostró a un Cave desgarrado y en plena grabación. El concierto que presenciamos en el Primavera Sound terminó como si de otra película se tratara, con la muchedumbre arropándole y coreando “Push the Sky Away“.
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Foto principal: Björk, por Santiago Felipe / Primavera Sound.