Frankie Cosmos - Zentropy

Es impresionante lo mucho que te puede inspirar Nueva York. Como las rupturas amorosas, la ciudad del este estadounidense parece ser la musa de cantidad infinita de artistas, en todas sus ramas. El año pasado en este mismo sitio reseñé el primer disco solista de Kevin Morby, Harlem River, una carta de amor a modo de despedida de la gran ciudad. Esta vez la artista es Greta Kline, la muchachita de apenas 19 años que decidió refugiarse en el alter ego Frankie Cosmos, que sigue viviendo en la ciudad del Empire State Building y enamorada de su día a día en ella.

De la inmediatez y urgencia de escribir, surgen los ¡47! (cuarenta-y-siete) lanzamientos que aloja en su Bandcamp. Claro que hay cosas muy delirantes, y lanzamientos que son de apenas una canción, pero de todas maneras no oculta esa necesidad de componer y retratar a través de su banda lo que va pasando a su alrededor: nombra gente real en sus canciones, lugares concretos, por lo que el disco puede parecer muy cercano a alguien de su entorno o a algún vecino neoyorquino. En el sentido geográfico, evidentemente no logrará nuestra empatía, pero lo que canta es tan dulce que no es tan difícil de hacer de Greta Kline la nueva chica del barrio.

Así, de entre tanto lanzamiento chiquito pero constante (viene subiendo material desde 2009), llegamos a marzo del 2014 con su primer larga duración titulado Zentropy, que consta de apenas 10 canciones que se agotan en nada más que 17 minutos. Diez canciones twee que fueran escritas en el 2012, el día después de que su perrito Joe Joe muriera... el can quedó inmortalizado en la tapa de Zentropy, el disco debut de Frankie Cosmos que lleva el nombre de una palabra que ella misma inventó.

Kline creció en Manhattan, hija de actores, fue al colegio y ahora está viviendo en el Greenwich Village junto a su novio (compañero de banda Aaron Maine). De ahí le queda más cerca la New York University, donde está estudiando (o decidiendo si dejar y ver qué pasa con la música) Poesía. Niña bien y mantenida, de adolescente comenzó a salir y explorar la ciudad, siempre asistiendo a conciertos underground pero fue en Westchester, al norte de la ciudad, donde encontró el refugio musical que estaba buscando: allí está el sello Double Double Whammy, a quienes llegó por algunos conocidos, y hoy son los encargados de editar físicamente este debut. Aunque a ella le parezca loquísimo. En una entrevista reciente, ella misma cuenta que escribir canciones sobre la vida cotidiana de Nueva York es su manera de amar incluso más a su ciudad: vivió ahí toda su vida, y sabe lo afortunada que es de estar en semejante capital cultural, pero es algo que aprendió de grande. Cuando se dio cuenta de que podía irse por ahí, pasear por hermosos barrios, ver lindos edificios y ver bandas en cualquier punto de la ciudad, a un subte de distancia, todo cambió. Y la enamoró más.

Según su descripción en Facebook, Frankie Cosmos está conectada a tu alma. Es la flor que deberíashacer vivir. Es el espacio infinito del cosmos infinito. Es el orgullo que los soldados muestran cuando vuelven a casa victoriosos. En sólo 17 minutos puede comprobarse: "Owen", "I Do Too", la sincera "Dancing in the Public Eye" y la dedicada a su difunto perrito "My I Love You" son algunos de los highlights indispensables de escuchar.

Creo que a pesar de que Frankie Cosmos haya editado tanto material en estos últimos años, finalmente llegó el momento de que se ponga un poco "seria" y va a empezar a apostar por lanzamientos más acabados, como Zentropy que recibió una excelente acogida por la crítica y el público (la pre-venta de discos superó las 300 órdenes en pocos días, cuando tenía poquísimos followers en sus cuentas). De esa manera, definitivamente se va a hacer un lugar en las grandes ligas del under neoyorquino: últimamente estuvo compartiendo escenarios con Mutual Benefit y pronto será la encargada de abrir el show de Woods en el Bowery Ballroom. Todo en Nueva York. No se anima a abandonar la gran manzana. Por ahora.