#LaLuchaEsHoy #10
El miércoles pasado las mujeres hicimos historia. Alrededor de un millón de personas circularon por Rivadavia y Callao, en Capital Federal, sumado a las miles que lo hicieron en las ciudades del interior, para pedir por la media sanción del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE). Y lo logramos después de una vigilia de más de doce horas.
De un lado de la plaza las jóvenes verdes del secundario, las veinteañeras, las treintañeras que pasaban a la salida del trabajo, los compañeros, las grandes, las viejas feministas, todas por el aborto legal seguro y gratuito. Del otro lado, y mediante un cinturón de vallas, las personas anti derechos, de celeste y blanco, apropiándose de la bandera nacional, abrazadxs a rosarios, rezando, vestidos de gauchos, mayoría varones y, en el escenario, Viviana Canosa haciendo una ecografía a una embarazada.
No hace falta decir que un bebé no es un feto, y que nadie va a obligar a una persona gestante a abortar. Esta ley pretende brindarle derechos a las mujeres, a aquellxs que no quieran llevar adelante un embarazo por el motivo que sea. Porque los abortos se hacen igual (500 mil al año según el estudio que realizó en 2005 Edith Pantelides), con esta ley se harán en el hospital, o ambulatorios, pero regulados por el Estado para que no se mueran mujeres. Es más barato esto que recibir en el sistema público una complejidad producto de un aborto clandestino, que hoy en los hospitales representan 50 mil casos anuales. Ya lo dijo el actual ministro de salud, Adolfo Rubinstein: “El sistema de salud argentino está preparado y en condiciones de responder” en caso de aprobación. (Fuente: Clarín).
La media sanción ya entró al Senado y le toca discutirla. La vicepresidenta Gabriela Michetti giró el proyecto a cuatro comisiones que trabajarán en plenario, es decir, todas juntas. La sorpresa es que la haya girado a Presupuesto y Hacienda -presidida por Esteban Bullrich, el del poema al feto- cuando el proyecto no contempla partida presupuestaria, lo que puede significar un entorpecimiento en su rápido tratamiento. La semana próxima se confirmará la fecha de votación. Se estima que los antiderechxs presionarán para que se despenalice el aborto en vez de legalizarlo, detalle que cambia radicalmente el sentido del proyecto. El martes 26 de junio a las 18 habrá un pañuelazo frente al Congreso. Ahí nos vemos.
Pero volvamos a nuestro lado. En el escenario que montó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito sobre Callao y Perón pasaron referentes militantes y también músicas. Flopa Lestani, Eruca Sativa, Jimena Barón, Las Taradas, La Delio Valdez, Lu Martínez, y muchas más. Durante la semana algunxs músicxs se pronunciaron en sus redes sobre el tema, sobre todo las mujeres. ¿El rock ya no está ligado a la contracultura juvenil? ¿Ya no es una protesta? Abajo y arriba del escenario hay cada vez más mujeres, menos groupies. ¿Por qué los músicos varones no se pudieron expresar con soltura sobre esto? Esta ley brinda derechos a nosotras, el 50% de la población, a las compañeras. El rock, que está en su fase de degradación machista, que está penando en el suelo de lo que fue su pose, hoy está siendo corrido por izquierda por las estrellas del pop, de la cumbia, del cine, de la calle. Por sus referentes mujeres. Miss Bolivia, Lali Espósito, figuras populares se pusieron el pañuelo verde, alzaron su voz.
Hace pocos días, en una entrevista en Miernes Vivo hablaba con Marilina Bertoldi y me contaba que solía estar peleada con el rock porque ya no se plantaba ante nadie, ya no le discutía a la sociedad. ¿Será esta la era de las músicas? Barbi Recanati agregaba:
“Hace décadas que escuchamos canciones escritas por hombres que nos decían cómo era el amor, cómo era la tristeza, el desamor, tener una banda, la amistad, el dolor”.
Cada vez hay más mujeres que están cantando y creando sentido desde el ser mujer/lesbiana/trans/intersex. Otra forma de ver la realidad, otra forma de tocarla. Lo que pedimos son derechos, no convertirnos en lo mismo, porque somos diferentes, las mujeres estamos calladas hace siglos, obligadas a parir, obligadas a cumplir un rol impuesto. ¿O acaso en cuántos libros de historia se pueden leer testimonios de mujeres? ¿Cuántos manuales de escuela fueron escritos por historiadoras? Entre los discos de tus viejxs, ¿cuántas guitarristas mujeres hay?
Esta media sanción, esta ley que está a punto de concretarse, será un derecho ganado por la expresión del movimiento de mujeres, ganado por las chicas de los secundarios, por los pañuelos atados en las mochilas y las carteras. Será eso y será la libertad. Será el ticket para hablar, para no avergonzarse, para contar cómo es la vida de una mujer, esta perspectiva. Y ojalá, cuando se haga ley, afloren mil músicas más.
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Romina es @romizanellato. (1984) Es periodista y colabora en varios medios. Hizo el podcast Los Cartógrafos junto a Rosario Bléfari y Nahuel Ugazio. Hizo el blog #AmoInternet. Escribió Entre dos ríos, una novela publicada por Rosa Iceberg.
Foto principal: Julieta Briola.