10. Sophie – Oil of Every Pearl’s Un-insides
Transgressive / Future Classic
En algún pasado cercano, la figura de SOPHIE seguía velada por un aura de misterio. Pese a la notoriedad que pudo brindarle su adyacencia al colectivo londinense PC Music, la artista había optado por el anonimato, mostrando cierto agnosticismo hacia el álbum como formato. Es por esto que el lanzamiento de “It’s Okay to Cry” a fines de 2017 fue significativo: SOPHIE estaba haciéndose visible y audible por primera vez, reclamando espacio en el mundo. Su debut, Oil of Every Pearl’s Un-Insides (o fonéticamente I love every person’s insides, bang), gira precisamente en torno a nociones de identidad. A lo largo de toda la escucha, la artista negocia constantemente la dicotomía autenticidad-artificialidad: su versión del pop entra en comunión con un diseño sonoro rupturista; las voces pitcheadas coexisten junto a otras con manipulación mínima; y éstas, a su vez, pueden hasta haber sido prestadas. Al hacer esto, SOPHIE no sólo configura su personalidad musical, sino que se asume agente de su propia individualidad, arribando a la misma conclusión que enunció La Agrado en Todo Sobre Mi Madre: “Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma”. – Bartolomé Armentano
09. Arctic Monkeys – Tranquility Base Hotel & Casino
Domino
¿Es Tranquilty Base Hotel & Casino un disco de Alex Turner? No. Si bien está compuesto todo por él, el nuevo sonido de Arctic Monkeys como banda es clave. Un frontman que muestra sus ideas muy distintas a lo que venían haciendo y una banda que decide sumarse a la experiencia. Los Monkeys no tuvieron ningún tipo de peso con cambiar el paradigma de AM (2013) con el que rompieron todo. Al contrario, hicieron el disco que quisieron hacer. El purista de los riffs de guitarra puede estar enojado, pero a nadie le importa. Mucho menos a los Arctic Monkeys. – Franco Vacchetta – Reseña completa
08. Bandalos Chinos – BACH
Con la canción como bandera, Gregorio “Goyo” Degano y los suyos demostraron que pueden coquetearle a lo retro con actitud moderna, y que pueden ser tan bailables como quieran sin perder un gramo de franqueza en el camino. A ese cóctel le suman una lírica teñida de vivencias personales, y la impronta heredada del rock nacional de los ’80. De esa misma base parte BACH, pero redobla la apuesta y se la juega por la canción pop de impacto directo, descubriéndolos en su faceta más intimista y sincera. – Marina Cimerilli – Reseña completa
07. Alex Anwandter – Latinoamericana
Nacional Records
Cuando Alex Anwandter editó Amiga hace dos años, se sirvió del alcance comunitario del pop para dialogar con la historia de su propio país, infiltrando disecciones sobre políticas de género en el proceso. Latinoamericana, su más reciente disco de estudio, amplificó la escala y extendió su objetivo a la totalidad del continente. El chileno entendió que el ascenso del neofascismo, el levantamiento de la extrema derecha y una historia de colonialismo constituyen actualmente traumas compartidos por todos nuestros pueblos. Ante este mundo que “se va a la mierda”, Anwandter enfatiza la necesidad de una fraternidad sudamericana. Respondiendo a este aforismo, decidió incorporar cuicas y charangos a su paleta sonora retro-futurista; como también incursionar por primera vez en la música popular brasileira (versionando, nada menos, que a Milton Nascimento y Chico Buarque). El resultado es su trabajo más vasto a la fecha: uno en donde puede abordar la pesadumbre lírica y destilarla a modo de crooner (el tema homónimo) o con joie de vivre digna de ABBA (“Axis Mundi”). – Bartolomé Armentano
06. Blood Orange – Negro Swan
Domino
El cuarto disco de Devonte Hynes, al igual que su predecesor Freetown Sound, tiene un hilo conductor. No solo de variedad de instrumentos trata la vida de este multiinstrumentista, sino que también muestra un interés por distintos temas sociales: en este caso, el álbum explora los distintos tipos de depresión en la comunidad negra, su existencia y la ansiedad de la gente queer y de color. Y para este asunto compuso un disco íntimo, sin muchas matices pero variado en la producción, que va desde tracks souleros y r&b que coquetean con el gospel, hasta el indie de guitarras. Los trabajos de Hynes bajo el pseudónimo de Blood Orange siempre suelen colarse en las listas de fin de año por su gran variedad de estilos y mixturas experimentales con el sonido pop más mainstream que maneja por su prolijidad como productor. – Franco Vacchetta
05. Kali Uchis – Isolation
Interscope / Virgin EMI
Isolation es un disco fresco y ecléctico, que mira hacia adelante sin abandonar sus raíces. Lleno de alma, posee una atmósfera insuperable y juega con la mejor carta de presentación de una artista única. El LP debut de Kali Uchis es el equivalente a tomar una copa de vino mirando cómo baja el sol sobre el océano: la infusión de jazz en cada uno de los diferentes temas y géneros por los que pasa el disco es la frutilla del postre. Es introspectivo pero aventurero, pegadizo pero sin planear sonar en la radio. Estamos ante el comienzo de una carrera que con suerte durará un buen rato, Uchis es especial y este primer capítulo lo confirma. – Fernando Traba – Reseña completa
04. Babasónicos – Discutible
Sony Music
Cinco años separan a Discutible del último trabajo de Babasónicos. Un tiempo largo en el que hubieron grandes giras, discos en vivo y proyectos electrónicos paralelos, un tiempo prudente para redefinir su concepto de canción, para alterar fórmulas conocidas. Este trabajo llegó luego del estreno de varios singles y videoclips, entre ellos el de “La Pregunta“, un fastuoso despliegue que adelantaba todo lo que vendría después. Lo que logra este disco es redescubrir la canción, sus tiempos, navegar entre la palabra y sus articulaciones, con el ya característico método de composición de sus letras, de su irreverencia. Por primera vez en su discografía se utiliza el vocoder como un instrumento más, los tiempos instrumentales se alargan y los coros (ya sean modulados o no) encuentran lugar en cada pieza. Discutible es quizás la mejor etapa de Babasónicos en mucho tiempo, es un avance en su ya instalada carrera en el que descubrieron que los mejor emerge cuando se discute con uno mismo. – Luis Mendoza
03. MGMT – Little Dark Age
Columbia
Little Dark Age es quizás el trabajo más conciso de MGMT a la fecha. Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser retoman la fórmula que mejor conocen: tomarse la música como un juego para deshacerse de su malestar existencial y pasar un buen rato. Aunque sí se siguen quejando de las cosas, y en este caso, se la agarran con la tecnología. Little Dark Age es un álbum que captura el sentimiento oscuro que siente la banda acerca del mundo actual y lo canaliza a través de la música y la ironía. MGMT exorciza sus demonios y ajusta el rumbo. Se muestran como una banda más madura que se hace cargo de sus asuntos y eligen recuperar un sonido armonioso y divertido, repleto de sintetizadores vintage y la cantidad justa de psicodelia pop. – Lucas Aymar – Reseña completa
02. Beach House – 7
Sub Pop
Los cambios en el sonido de Beach House en cada uno de sus discos fueron graduales, casi imperceptibles, delicados como cada pasaje en cada canción de su último disco. 7 es gran prueba de su reinvención y la renovación de la fórmula dream pop que elevan y enaltecen con cada nuevo material. Sin duda es el disco de Beach House que más desordenado suena hasta el momento, no tan refinado y siempre con una cuota de ruido cubierta por múltiples capas de sonido. Tiene sin duda un espíritu más rockero con destellos nostálgicos, como una tormenta que se arma de a poco. Se asemeja a un gran cielo gris con nubes de distintas densidades, grosores y texturas que se mueven lento cuando lo desean y rápido cuando no queda otra opción más que moverse más veloz. – Luis Mendoza – Reseña completa