Tal vez aquellos más fervientemente relacionados al under musical argentino puedan recordar el primer festival Buena Vibra realizado allá por el 2017. Desde entonces, no solo la escena local de la música ha crecido estrepitosamente, sino que también el mismo festival ha evolucionado. El sábado 16 de febrero se llevó a cabo la primera edición del 2019 que tuvo como protagonistas a las bandas más representativas de la actualidad, dando a entender que los jóvenes artistas buscan ganarse un lugar predominante en la escena actual y no lo van a esperar sentados.
Ambientado en el predio del Estadio Malvinas Argentinas, el festival se llevó a cabo con una organización digna de tal caudal de gente. Alrededor de 10 mil personas se acercaron a La Paternal para disfrutar de la mejor música al calor de un día espléndido: foodtrucks, muestras artísticas, peluquería, glitter y dos escenarios enfrentados –Indie Hoy y Futuröck-, completaron la ambientación del festival.
El show comenzó con la participación del grupo Ainda Dúo a la mirada intensa del sol de las cuatro de la tarde. La gente iba llegando y el calor afectaba a todos los presentes. Sin embargo, el duo de folk hizo que se sobrellevaran las altas temperaturas con sus armoniosas y dulces melodías. Acompañados por diversos sesionistas para sus presentaciones en vivo, el conjunto de Buenos Aires presentó un comienzo particularmente especial para empezar a disfrutar de un festival de gamas musicales diferentes y alternadas.
Sin bajar la intensidad y casi sin dejar que suenen los últimos acordes en el escenario contrario, fue el turno de Valdes. El conjunto cordobés se caracteriza por su afinada mezcla entre pop bailable y electrónica más cercana al house, dando como resultado una buena cuota de energía. Esta fuerza alcanzó al público y fueron pocos los que prefirieron quedarse quietos al ritmo del compás; sobre todo en el momento final del show en el que “Bailar sola” fue coreada.
La música continuó fluyendo de la mano del joven conjunto porteño Banzai FC, quienes presentaron su primer disco Generación TV: Temporada I producido a finales del año pasado. Tango, dejos de chacarera, rock, jazz y rap son algunos de los géneros que Banzai fue desplegando a lo largo de su show, una amalgama capaz de despertar el interés de todo aquel que todavía no los conoce. Para sus últimos temas fue invitado (como de costumbre) Valentín Oliva, más conocido como Wos, flamante campeón internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos 2018. En conjunto realizaron los dos temas que tienen grabados en el disco de Banzai y un freestyle para concluir el show, en el que el rapero incluyó una fuerte crítica social al tocar temas como la recuperación de las Malvinas, la represión policial sucedida en Constitución hace pocos días y los dichos sobre el talento femenino en el ambiente musical. El joven poeta no se guardó nada y disparó contra todas las injusticias de la actualidad.
En el otro escenario se preparaba una banda ya establecida en el indie nacional desde hace algunos años: Las Ligas Menores. Con la invitación de Niño Elefante (guitarrista de El Mató a un Policía Motorizado), el corto pero intenso show llegó a su punto máximo de éxtasis. Las canciones de sus dos discos sonaron con la energía suficiente para generar el pogo que caracteriza a sus recitales. Llegado el final del set, la gente ya agobiada por el calor empezaba a sentarse para recobrar energías ya que todavía faltaba gran parte del festival.
El sol todavía iba a arder un rato más en lo alto del cielo pero la música abajo no quería quedarse atrás y por eso Militantes Del Clímax puso su groove en el escenario para continuar la fiesta. La banda de infinitos participantes salió a escena con sus típicas teatralizaciones encabezadas por el personaje de “la hija de la mucama” y seguidas por sus temas más representativos. El rap es la rueda principal y fundamental de los Militantes pero los temas instrumentales no pudieron faltar: “Maradona-Caniggia” fue bailado por todo el público.
Fue el turno de salir al escenario de los Bandalos Chinos. La banda de pop se desempeñó con prolijidad, tocando mayoría de temas de su último disco BACH pero sin dejar de lado sus temas ya clásicos.
Ya casi bajo la oscuridad de la noche incipiente, Marilina Bertoldi se presentaba como uno de los platos más fuertes del festival. La talentosa música viene de publicar uno de los mejores discos de 2018, Prender un fuego, y se presentaba luego de haber criticado hace algunos días al Cosquín Rock por sus pocas –casi nulas- participaciones femeninas en su última edición. Con una chispa especial en su voz, un look ardiente y una presencia fuerte, dio un show bajo la tutela de un rock semi-pesado, uno de los shows más destacados de todo el evento.
Acompañado de sus fieles bailarines en el escenario, Louta se encargó de seguir la fiesta con los temas de su último disco Enchastre (2018). Durante su show parecía sumarse más gente, o la intensidad de los presentes se hacía más fuerte, porque se sentía cada vez más fuerza. Al momento de terminar su show, Louta hizo saltar a todo el público al mismo tiempo desplegando grandes cantidades de papel picado para concluir una fiesta que parecía que recién empezaba.
Pero esta historia comenzaba a terminar lentamente. El Kuelgue se hizo presente a la par de sus pegadizas melodías y sus ingeniosas teatralizaciones encabezadas por su cantante Julián Kartún. Ritmos movedizos enlazados con letras bizarras hacen al ingenio que caracteriza a esta banda.
Así se iba creando el escenario perfecto para que Usted Señálemelo salga a un ambiente excitado. Conocidos como la banda sensación del momento, los mendocinos han crecido exponencialmente a partir de su segundo disco de estudio II (2017). Bajo la atenta mirada del público, los jóvenes músicos tocaron un repertorio lleno de hitazos y desplegaron un arder estrepitoso en todos los oyentes. La banda ha comenzado a mutar en sus presentaciones en vivo, tratando de buscarle una vuelta de tuerca a sus canciones para aprovecharlas al máximo. Por ejemplo, en temas como “Tu salto” realizan un cambio de ritmo generando una traspolación hacia una especie de house de manera excelente y precisa.
Por último, pero no por eso menos importantes, les llegó el turno a Los Espíritus primero y a Sara Hebe después. La banda formada en La Paternal se sintió literalmente en su casa. Con varios años ya de trayectoria y tres discos sobre la espalda, el público presente ya los debía haber escuchado en vivo alguna otra vez. Tocaron todos sus temas característicos y se dieron el lujo de tocar algunos inéditos para el agrado del oído ajeno. Con la misma intensidad, la rapera feminista nacida en la ciudad de Trelew fue recibida de manera acogedora, aunque ya era tarde y algunos cansados comenzaban a irse. Con el aire de protesta que la acompaña donde vaya, Sara Hebe pidió justicia por los travesticidios cometidos en el último tiempo y buscó que la gente pueda disfrutar un poco más de esta fiesta, que llegaba a su fin.
Para muchos fue el mejor festival argentino de los últimos tiempos. De lo que podemos estar seguros es que no faltó la buena vibra de siempre.
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Foto principal: Marilina Bertoldi, por Gonzalo López.